Télam
Mijail Kalashnikov, el ruso que diseñó el arma más utilizada del mundo, el fusil AK-47, murió hoy a los 94 años en un hospital de la república de Udmurtia, en la Federación Rusa.
La noticia la anunció en su página de Facebook el vocero del gobierno de Udmurtia, Victor Chulkov, quien sólo detalló que el legendario diseñador de armas falleció ‘tras una larga y grave enfermedad‘, por la que había sido internado el 17 de noviembre pasado, según informó la agencia de noticias EFE.
La historia de Kalashnikov fue una historia de orgullo para la Unión Soviética y, como recordó el presidente Vladimir Putin en 2007, con motivo del 60 aniversario del registro oficial del fusil AK-47, lo sigue siendo para la Rusia actual.
En los años 30, un muy joven Kalashnikov dejó a su carenciada familia en Siberia y se fue lejos a aprender el oficio de la mecánica, apenas después de haber terminado la escuela primaria.
Ganó un poco de experiencia, pero a los 18 años y un año antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado en el Ejército Rojo.
Allí estuvo siempre vinculado a las tareas de ingeniería, pero fue recién cuando pasó una temporada recuperándose de una herida en un hospital militar que pudo dedicar todo su tiempo a pensar cómo construir un fusil simple y eficaz para sus compañeros.
En 1947 finalmente lo logró y su gran obra fue registrada como Avtomat Kalashnikov. Años después, el mundo entero lo llegó a conocer como el fusil AK-47.
En 2007, 60 años después, el ya famoso diseñador de armas contó que su sueño original era construir maquinaría agrícola, pero la ofensiva nazi lo convenció de la necesidad de mejorar la capacidad militar soviética.
Pero el AK-47, también conocido como el Kalashnikov, no sólo se convirtió en el fusil oficial del Ejército Rojo de la ex URSS, sino que a través de las alianzas del campo comunista en la Guerra Fría se convirtió en el arma predilecta de los movimientos de liberación nacional y los grupos guerrilleros del mundo.
‘Durante la Guerra de Vietnam -recordó con orgullo Kalashnikov en la ceremonia de 2007- los soldados norteamericanos tiraban sus (fusiles) M-16 y agarraban los AK-47 y las balas de los soldados vietnamitas muertos‘.
Después de la posguerra y especialmente durante las décadas de las guerras de independiencia en Africa y Asia, y de las luchas de las guerrillas en América latina, la invención del hijo de campesinos de Siberia se volvió mundialmente famosa.
En una entrevista, un ya veterano Kalashnikov aseguró que él ‘dormía tranquilo porque son los políticos los culpables de no poder llegar a un acuerdo y recurrir a la violencia‘.
Actualmente el AK-47 es el arma oficial en los ejércitos de más de 50 países y para muchos se convirtió en un símbolo de la lucha nacionalista y anticolonista. Por eso, su imagen aparece en las banderas y los escudos de varios países, como Mozambique o Timor Oriental.
Para el final de la Guerra Fría, el AK-47 o el Kalashnikov se había convertido en uno de los máximos símbolos de la influencia soviética en el resto del mundo.
Por ello, en noviembre del año 2011, el entonces presidente ruso, Dmitri Medvedev, le entregó a su inventor la orden de Héroe de Rusia, la distinción más alta del país, y describió al fusil como ‘uno de los mejores productos nacionales‘.
Pese a la fama, Kalashnikov nunca dejó de trabajar y pasó sus últimos años en la república rusa de Udmurtia, como jefe de diseño de la empresa Izmash, la misma que construyó el primer AK-47 hace 66 años.
































