El Vaticano vivió este sábado una de sus noches más singulares con la presentación del cantante canadiense Michael Bublé en el Concierto de los Pobres, un evento que en su sexta edición contó por primera vez con la presencia del papa León XIV.
La sexta edición del Concierto de los Pobres reunió a 8.000 personas, entre ellas 3.000 invitados en situación de vulnerabilidad. Michael Bublé protagonizó un show cargado de emoción y por primera vez contó con la presencia del papa León XIV, quien remarcó que la música “no es un lujo para unos pocos”.

El Vaticano vivió este sábado una de sus noches más singulares con la presentación del cantante canadiense Michael Bublé en el Concierto de los Pobres, un evento que en su sexta edición contó por primera vez con la presencia del papa León XIV.
Durante la jornada, el pontífice subrayó el valor universal de la música y llamó a derribar barreras culturales y económicas. “No es un lujo para unos pocos, sino un don divino accesible a todos, ricos y pobres, doctos y sencillos”, expresó ante miles de asistentes.
La iniciativa destinó 3.000 de las 8.000 entradas a personas en situación de calle, migrantes, internos con permisos especiales y familias vulnerables, considerados “invitados de honor” de la noche.
Bublé abrió el espectáculo en el Aula Pablo VI con una versión vibrante de “Feeling Good”, seguida de clásicos navideños como “It's Beginning to Look a Lot Like Christmas”.
A lo largo del concierto interactuó con el público, bromeó e invitó a todos a cantar junto a él. Visiblemente conmovido, confesó: “Este es el mejor día de mi vida”.
León XIV siguió la presentación entre los asistentes, aplaudiendo y acompañando con gestos cada interpretación. Al finalizar, agradeció personalmente al artista, a su esposa y a los músicos, recuperando el espíritu inclusivo impulsado anteriormente por el papa Francisco.
El pontífice remarcó que la música puede “elevar el ánimo” y recordó que celebra la Navidad “no se concibe sin cantos”, porque los himnos permiten conectar con la espiritualidad y la identidad de cada cultura.
La velada concluyó con una interpretación colectiva de “Feliz Navidad”, dirigida por el maestro Marco Frisina, acompañado por el Coro de la Diócesis de Roma, la Orquesta y la Fundación Nova Opera.
Mientras el público se unía al canto final, León XIV saludó a los músicos y a los invitados, reafirmando el espíritu del encuentro: un espacio donde la música vuelve a ser un puente de igualdad.