El papa León XIV instó a escuchar “el grito de la tierra y de los pobres” durante la última audiencia jubilar de los sábados, celebrada en la Plaza de San Pedro. Allí advirtió que la riqueza del planeta está “cada vez más concentrada, injustamente” en manos de unos pocos.
Ante los fieles reunidos en el Vaticano, el Obispo de Roma recordó que los bienes de la creación tienen como destino la participación de toda la humanidad. En ese marco, vinculó el mensaje jubilar con la necesidad de un compromiso concreto frente a la desigualdad social.
Esperanza, fe y compromiso
Durante su catequesis, centrada en el cierre del Año Santo, el Pontífice explicó que la esperanza es una fuerza de Dios que “hace nacer y renacer”. La diferenció de la prepotencia y del miedo agresivo, y la definió como una capacidad generativa frente a la crisis actual.
El papa León XIV durante la audiencia jubilar celebrada en la Plaza de San Pedro, ante miles de fieles.Inspirado en las escrituras de San Pablo, señaló que “toda la creación gime y sufre dolores de parto hasta hoy”. En ese sentido, sostuvo que los conflictos sociales y ambientales son signos de un mundo que reclama transformación.
Justicia social y rol activo
León XIV denunció que amplios sectores de poder desoyen ese clamor. “Muchos poderosos no escuchan este grito: la riqueza de la tierra está en manos de unos pocos, muy pocos”, expresó, al tiempo que advirtió sobre la concentración injusta de recursos.
Bajo la premisa de que “esperar es generar”, el Papa exhortó a asumir un rol activo en la preservación del mundo y la justicia social. “Nuestra tarea es generar, no robar”, remarcó, al convocar a una acción concreta y solidaria.
.“Nuestra tarea es generar, no robar”, afirmó el Papa en el cierre del Año Santo.Como ejemplo de esta esperanza generativa, puso a Virgen María, señalando que la oración mariana refleja a una mujer que genera vida y futuro. Para el Pontífice, ese modelo interpela a los creyentes en el presente.
En el cierre de su mensaje, afirmó que aunque el Jubileo concluye, el compromiso debe continuar. Comparó el dolor de la tierra y de los pobres con un parto y llamó a trabajar por una “ciudad-jardín” donde todas las criaturas puedan convivir en armonía.