El cielo de Florida fue escenario de una proeza sin precedentes: 104 paracaidistas de distintas partes del mundo lograron crear la estructura aérea más grande jamás completada. La hazaña tuvo lugar sobre el lago Wales, donde los deportistas saltaron coordinadamente para formar una enorme figura en el aire mientras descendían a toda velocidad.
La maniobra, que exigió precisión extrema, consistió en que los paracaidistas enlazaran sus paracaídas con movimientos perfectamente sincronizados. El objetivo era conformar una estructura en forma de rombo, que solo podía mantenerse estable durante unos segundos antes de iniciar la separación para completar el descenso seguro.
Las imágenes del salto —captadas desde varios ángulos y compartidas en redes— muestran un espectáculo de colores, simetría y vértigo. A medida que los paracaídas se entrelazan, la figura comienza a tomar forma hasta convertirse en una enorme estrella aérea, una postal que rápidamente se viralizó por su belleza y dificultad técnica.
Este récord mundial no solo destaca la destreza de los participantes, sino también la compleja planificación detrás de la hazaña. Entrenamientos intensivos, coordinación milimétrica y la participación de deportistas de 20 países hicieron posible un logro que quedará grabado como uno de los espectáculos más impactantes en la historia del paracaidismo.