El tirador del cine de Colorado será juzgado por 24 cargos de asesinato

Por Francisco Miraval
Agencia EFE

James Holmes, el estudiante sospechoso del tiroteo que tuvo lugar el pasado 20 de julio en un cine de Colorado (EE.UU.), será juzgado por 24 cargos de asesinato, dos por cada víctima mortal, y 116 imputaciones por intento de homicidio.

Los cargos contra Holmes, de 24 años, fueron presentados ayer durante su segunda comparecencia ante un tribunal desde la masacre en un cine de Aurora (Colorado), donde se proyectaba “The Dark Knight Rises”, la última entrega de la trilogía sobre Batman. El tiroteo se saldó con 12 muertos y 58 heridos, algunos de los cuales continúan en situación crítica.

El juez William Sylvester aceptó la solicitud de los fiscales Karen Pearson y Richard Orman de que se presentaran 24 cargos de asesinato, doce cargos regulares por asesinato en primer grado y otros 12 por asesinato “con extrema indiferencia hacia la vida”.

En total, el joven afronta 142 cargos por el tiroteo, los 24 por asesinato, los 116 por intento de asesinato, uno adicional por posesión de artefactos explosivos y otro por cometer un crimen violento.

Los cargos implican que Holmes podría afrontar la pena de muerte, aunque los fiscales todavía no se han pronunciado al respecto y señalaron, antes del inicio de la audiencia, que solicitarán la pena capital si consideran que se puede demostrar que la matanza fue premeditada.

El que Holmes adquiriera numerosas armas de fuego y municiones en los meses previos al ataque parecen demostrar que actuó con premeditación. Pero la aparición la semana pasada de un supuesto cuaderno que el sospechoso habría enviado a la psiquiatra que lo trataba favorecería la teoría de los problemas de salud mental del acusado.

A diferencia de lo sucedido durante la primera audiencia hace una semana, Holmes habló con sus abogados defensores, Tamara A. Brady y Daniel King.

La siguiente audiencia judicial de Holmes será en noviembre, cuando se producirá la lectura del acta de acusación en su contra. Se espera que antes de esa fecha tanto la defensa como la fiscalía soliciten “audiencias de preparación” para presentar mociones relacionadas con el caso.

Los defensores podrían argumentar que el joven de 24 años no estaba en pleno uso de sus facultades mentales cuando supuestamente cometió los crímenes de los que ahora se lo acusa. Eso significa, en el contexto de las leyes de Colorado, que en el momento de los hechos el acusado no distinguía entre el bien y el mal.

Si la fiscalía y el juez aceptaran ese argumento, el acusado quedaría recluido en un hospital mental del sur de Colorado. Si se comprueba que el sospechoso es enfermo mental no podría ser condenado a muerte.

Original de la ciudad californiana de San Diego, Holmes participaba en un programa de doctorado de neurociencia antes de presentar el papeleo necesario para abandonar el programa en junio.

El magistrado del caso también convocó una audiencia el 9 de agosto por la mañana, para responder a una petición por parte de 21 medios locales y nacionales de levantar el secreto del sumario, impuesto por Sylvester el mismo día de la masacre.

El 16 de agosto está prevista otra audiencia para determinar qué pruebas de la relación de Holmes con su psiquiatra deberían de protegerse.