La posición que daña tu hombro mientras dormís y cómo mejorarla
Las molestias al despertar suelen estar relacionadas con hábitos nocturnos poco ergonómicos. Conocé qué ajustes simples podés hacer para proteger tus hombros y descansar mejor.
La posición que daña tu hombro mientras dormís y cómo mejorarla
Muchas personas eligen dormir de lado por considerarlo más cómodo o incluso más saludable para la digestión y la respiración. Sin embargo, este hábito puede tener consecuencias inesperadas, especialmente cuando se mantiene durante varias horas sin la postura adecuada.
Uno de los efectos más comunes es el dolor persistente en los hombros, una molestia que suele aparecer al despertar y puede empeorar con el tiempo si no se corrige la forma de dormir.
¿Por qué duele el hombro al dormir de lado?
Cuando una persona duerme sobre uno de sus costados, todo el peso del cuerpo recae sobre la articulación del hombro. Esa presión constante durante la noche puede comprimir nervios, tensar músculos o inflamar los tendones.
Además, si la almohada no brinda el soporte adecuado o el colchón es demasiado firme o muy blando, la alineación del cuello, la columna y los hombros se ve afectada.
Una mala posición nocturna afecta el descanso.
El resultado más habitual es una sensación de rigidez, dolor punzante o adormecimiento en uno de los hombros al despertar. En casos más avanzados, esta molestia puede derivar en bursitis o en la temida "tendinitis del manguito rotador", una afección que afecta el grupo de músculos que rodea el hombro.
El truco que pocos conocen
Aunque muchas personas acuden a masajes, medicamentos o cambios de colchón, existe un truco simple y poco conocido que puede marcar una gran diferencia: colocar una almohada entre los brazos o abrazar una almohada larga mientras se duerme de lado.
Esta técnica ayuda a distribuir mejor el peso del torso y liberar presión del hombro inferior, permitiendo que los músculos se relajen. También favorece una mejor alineación de la columna y reduce la tensión en la zona cervical. Algunos especialistas incluso recomiendan usar una segunda almohada pequeña debajo del brazo que queda sobre el cuerpo, para evitar que el hombro “caiga” hacia adelante.
Otra recomendación es dormir alternando los lados o, si es posible, adoptar una postura semi lateral inclinada hacia la espalda, con ayuda de una almohada en la espalda para evitar girar completamente.
Cómo elegir la almohada adecuada
El tipo de almohada es clave. Para quienes duermen de lado, lo ideal es una almohada firme y alta, que mantenga la cabeza alineada con el cuello y los hombros. Una almohada muy baja puede causar inclinación y presión extra en la articulación, mientras que una excesivamente alta puede generar tensión en el cuello.
Los pequeños cambios en la rutina nocturna marcan la diferencia.
También es importante que el colchón tenga una firmeza media, que brinde soporte pero permita que el hombro se hunda lo justo para evitar la compresión.
Dormir bien sin dolor es posible
Dormir de lado no es necesariamente una mala costumbre, pero debe acompañarse de una buena postura, un entorno ergonómico y pequeños ajustes que eviten lesiones a largo plazo. Incorporar una almohada extra, revisar la firmeza del colchón o simplemente cambiar la posición puede ser la diferencia entre un descanso reparador y un despertar con dolor.
Adoptar estos simples trucos puede ayudar a millones de personas a mejorar su calidad de sueño y evitar molestias articulares innecesarias. Dormir bien también es cuidar la salud del cuerpo.