El rincón donde nuestros lectores expresan sus ideas, inquietudes y opiniones sobre los temas que nos atraviesan. Este es tu espacio para hacerte escuchar.

DORA FERNÁNDEZ
"Le pregunto al intendente si la plata del aguinaldo de los pensionados municipales se la gastó en la campaña. ¡¡No nos pagó todavía!! ¡¡Es una vergüenza lo que hacen con los viejos!! Gracias al diario por el espacio que nos brinda para poder hacer nuestros reclamos".
AMALIA
"A este mensaje le pondría por título: Chasman y Chirolita. Así parecía nuestro intendente en campaña. Vergüenza ajena dio. Inaugurando placitas de morondanga con su candidata. ¿Pueden estos políticos reírse así de la gente? Es mi opinión, que soy de barrio. Por ejemplo la que inauguraron con bombos y platillos en la Esquina Encendida... Sí, encendida del humo de la falopa, que para eso va a servir la plaza, con un mástil y una bandera -sin ofender a la enseña patria, que quiero mucho- mal ubicada. Otro tanto es la obra que se está haciendo en Aristóbulo del Valle, desde Galicia a Gorriti, ¿con qué necesidad ese gasto, que no va a servir para nada? Mi indignación es porque hay otras prioridades, como por ejemplo: las cloacas. Hay barrios no lejos del centro que aún no las tienen… El intendente es médico ¡¡si sabrá lo que es la contaminación!! Entonces ¿qué hacemos los que tenemos zanjas con agua podrida a las puertas de nuestros domicilios; o pozos negros que cuando llueve rebalsan y se desparraman los efluentes por todos lados…? Esta es la cruda realidad de los barrios. Con mucha gente con úlceras en las piernas y enfermas por respirar continuamente todo ese olor a podrido. Entonces ¿con un tobogán, una hamaquita, un tacho pintado de amarillo y ya está la placita, y la candidata ya está adentro? ¡¡Que Dios, nuestro padre, os los demandé!!".
UN LECTOR
¿Quién señor?, ¿Usted señor? ¿Yo señor? No señor... Es el relato del drama que se vive en la Franja de Gaza. Donde, sin misericordia, se tiran bombas que caen sobre poblaciones que nada tienen que ver con la guerra. ¡¡¿¿Por qué??!!, ¿¿qué pecados han cometido los niños, o sus madres, o los ancianos, para recibir un bombazo en su vivienda, quedando sus cuerpos destrozados entre los escombros…. ¿Qué pecado tienen aquellos que quieren vivir en un lugar en paz? Mientras desde un lado terroristas empuñan sus armas para matar, desde el otro les tiran misiles como si fuesen granos de arroz en un casamiento.
No hay humanidad en esto, pero tampoco desde el punto de vista espiritual. Dios no es un asesino, ni está del lado de ningún homicida. Así, Jesús se habría hecho amigo de Pilatos y todo arreglado...
Hay temas que son más que obvios. Detrás de estas confrontaciones hay intereses. La industria armamentística mundial es uno de ellos. El dinero que se mueve en cada guerra es otro. Se utiliza la muerte para demostrar quién tiene el poder en sus manos.
Mientras, entre los escombros se mezclan partes, trozos, restos que alguna vez fueron de un ser humano, de un niño, una madre, un padre, o un abuelo, que nada tenían que ver con los intereses en juego, que necesitan una respuesta ya, un final para esta barbarie, de esta carnicería humana y de inocentes.
ALBERTO FABIÁN ESTRUBIA
Esta expresión y su significado está tomada del Evangelio y habla de la contraposición entre el Reino de las Tinieblas y el Reino de Dios o Reino de la Luz. La primera hace referencia a los poderes del Mal y su relación respecto a las propuestas del Bien. Y lo que salta a la vista es que el Mal domina al mundo a través de las guerras destructivas, del hambre y de las enfermedades sembradas, mediante las represiones violentas y sangrientas ante protestas reivindicativas, etc., etc. El Reino del Mal se siente poderoso, potente y no atiende el llanto, ni las peticiones o las necesidades de los que sufren. Siempre el Mal es básicamente negativo y destructivo, aunque se presente como propuesta superadora.
Los que suponemos que estamos del lado del Bien, del Bien Supremo o sea de Dios, somos una mayoría, pero no tenemos el poder suficiente y necesario para reordenar este, nuestro mundo, de acuerdo con los criterios divinos legislados en el Sinaí a Moisés o lo legado a través de Jesús el Nazareno o en un posible consenso laico de Ética Mundial.
El Poder Social-Político-Represivo tiene su sustento básico en un potencial bélico o de conquistas posibles o en la acumulación de riquezas o territorios. El Poder determina leyes y acciones que favorecen sus intereses personales o particulares, sin importarle en nada las necesidades de los pueblos o conglomerados humanos sometidos.
En toda la Antigüedad, hubo una categorización de dioses del mal y dioses del bien. Con distintos nombres en las diversas religiones que ocasionalmente luchaban entre sí por la supremacía. Con el advenimiento del monoteísmo se dio por supuesto que todo bien tiene su generación en un Dios único y el mal es producido en los humanos por un ángel maligno, Luzbel o Lucifer o Satanás, como quiera llamárselo. Distintos nombres para referirse a una realidad psicológica bastante compleja. Quizá todo esto pueda sonar a historieta infantil. Pero permítanme decirles que fue una manera simple, elemental y lógica de explicar la presencia del Bien y del Mal en ese momento histórico.
Con la evolución que se dio desde el Renacimiento, pasando a la Modernidad y a la Actualidad, fueron surgiendo nuevas formas de conceptualizar ideas que venían de muy atrás y se habían consolidado en el Medioevo. Nombro algunas de estas luminarias: Copérnico, Galileo, Nietzsche, Einstein, Feuerbach, Freud, Spinoza, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Sartre, Leonardo Boff, Eduardo Galeano, Günter Kusch, Pérez Esquivel y otros tantos que surgieron con nuevas ideas que nos ayudaron a avanzar paulatinamente en nuestra ideología, en nuestra cosmovisión, en nuestra forma de pensar todo lo que existe. Pero todos sabemos que el enfrentamiento entre el Bien y el Mal sigue vigente y con frecuentes hechos bélicos.
Los Profetas de las Tinieblas tienen más escuchas o seguidores que los Profetas de la Luz. El Mal que parece obedecer a una tendencia actual, crece a diario con la amenaza constante de cambios de paradigmas peligrosos, con un posible final de hecatombe atómica. Y nosotros y parte de nuestros políticos o gobernantes seguimos siendo, en gran medida, solo espectadores tardíos. Y bajando este tema al país que habitamos ¿encontramos las correlaciones? ¿Visualizamos un poder maligno que está en pie de guerra contra miles de indefensos? ¿Hemos tomado conciencia de ello o pretendemos ser prescindentes? ¿Entendimos eso de que nadie se salva solo sino comunitariamente? ¿Seremos capaces de renunciar a nuestros egoísmos y ser generosos en la entrega? ¿Nos alimentamos mentalmente para madurar y crecer?
Preguntas que necesitan una respuesta ya.
IRMA
No estoy de acuerdo con la violencia en ningún aspecto de la vida. Pero exagerar tanto con lo que pasó en el fabuloso estadio del club Colón la otra noche, saca a la vista la mala leche de muchos… Señores: han pasado cosas peores en Santa Fe. Hasta muertes.
Recuerdo bien cuando mataron a Mauro Montes, de 16 años. Era vecino mío de barrio Belgrano. El chico era de Colón y cuando ganaba el Sabalero iba por el barrio envuelto en la bandera colonista. Un día, unos amigos hinchas de Unión lo llevaron a la cancha. Se comentó que un policía lo mató; creo que fue en la puerta que da a Mariano Comas. Era en ocasión de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe y su mamá estaba en la iglesia en ese momento…
Hubo clásicos en que se armaron terribles quilombos; llovían piedrazos. A mí me consta, porque estuve en todos los clásicos y vi cómo muchos salían con la cabeza rota. Ahora, el jefe del operativo y el intendente parecen Carmelitas Descalzas, exagerando tanto lo acontecido.
A los cabezas de termo que tenemos de dirigentes les digo que a esa tribuna también va gente que no es barra brava. Estaba un vecinito mío con Síndrome de Down y tiraron agua a diestra y siniestra con la temperatura bajísima que hacía en ese momento.
Espero que alguien con conocimiento y experiencia se ocupe de este tipo de problemas que se suscitan en algunos partidos de fútbol. Alguien sin esa piel de escamas, que no escucha, al que uno no se le puede acercar, al que no se ocupa de los problemas que la gente está pidiéndole a gritos...
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