Claudia Levin fue reelecta como decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS) de la UNL para el período 2026–2030. Una vez más, será secundada por Pedro Sánchez Izquierdo como vicedecano. La elección fue por unanimidad en sesión del Consejo Directivo, y el acto de asunción se llevará a cabo el próximo año.
En diálogo con El Litoral, la decana consignó que la nueva designación implica “una responsabilidad que asumimos con mucha gratitud. Lo tomamos también como un nuevo comienzo, no porque vayamos a empezar de cero, sino a los efectos de volver a mirar lo que hacemos y queremos hacer con la impronta de un balance y el inicio de un nuevo ciclo.
Claudia Levin y Pedro Sánchez Izquierdo, fueron reelectos decana y vicedecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, respectivamente.
Archivo El Litoral- Fue un período difícil, porque estuvimos muy atravesados por las restricciones presupuestarias. La incertidumbre de no tener presupuesto, de que los investigadores e investigadoras estén en esa situación. Sin dejar de pelearla, le hemos buscado la vuelta. Pero es una exigencia de creatividad. Siempre hemos sido austeros, porque esa es la manera de manejarse con los recursos públicos. Pero es una restricción muy fuerte. Son tiempos en los que no podemos darnos el lujo de no trabajar todos juntos.
- Incluso en momentos en que se vuelve a cuestionar la gratuidad de la enseñanza, que es una cuestión que ya se daba por saldada.
- Por supuesto. Y yo creo que la universidad pública es un instrumento igualador, es la herramienta más poderosa de movilidad social ascendente que tenemos. Y es igualadora, porque aquí son compañeros y estudian el dueño de la empresa con el empleado, y con quien ni siquiera puede acceder a un primer trabajo. Y que con esta estructura gratuita y quizás algún apoyo familiar, puede llegar a ser un profesional.
Yo creo que las colaciones de grado son los actos que más me emocionan, aún después de tantos años. Y sobre todo cuando, después de recibir el título, se acercan y me dicen: “Primera generación”. Y ahí es cuando yo pienso: “Cumplimos”. Porque eso cambió la historia de una familia. Y es algo que vamos a defender.
Porque transforma a la sociedad, no solamente a esas personas. Acá se produce conocimiento, que luego impacta en los cambios sociales; incluso para quienes tal vez no pudieron acceder a la universidad. Pero sí en ideas, propuestas, insumos que se traducen en políticas de Estado. Y ése es a la vez el desafío y el compromiso de la Universidad: conectar la producción de conocimiento con las necesidades de la sociedad a la que pertenecemos.
- ¿Cómo se da esa conexión, frente a tanto discurso que la niega?
- Necesitamos una Universidad de puertas abiertas. Primero, porque es de todos. Y de ahí tienen que salir mejores herramientas, mejor calidad de vida para todos. Pero ahora, además, porque necesitamos que la sociedad nos acompañe, para que la Universidad siga existiendo. Para los que concurren a ella, para los que no, y para los que aspiran a que sus hijos el día de mañana puedan venir. Achicar la brecha, no ampliarla.
Jornadas
- Justamente, hablando de conocimiento aplicado, se están recordando en estos días los diez años de vigencia del nuevo Código Civil, que llevó adelante un docente de la casa, el ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti. Una muestra clara de generación de conocimiento que impacta en la sociedad.
Homenaje a los jueces del Juicio a las Juntas Militares.
Archivo El Litoral- Claro, que tiene que ver con los derechos de la ciudadanía. Se ha hecho una jornada con los principales especialistas. Y también con la posibilidad de acceder a los propios autores; como si en su momento hubiésemos podido consultar a Vélez Sarsfield (se ríe).
Lo mismo que en su momento la reforma de la Constitución Nacional. Sobre esto hicimos un reconocimiento a los convencionales, justo y merecido, pero que a la vez nos permitió poner en agenda el tema. Nuestros estudiantes estuvieron trabajando la temática previamente, antes de tener acceso a quienes escribieron la Constitución, y nutrirse de eso. En algo que además fue histórico.
Y es algo que no hicimos solos, sino con todos los decanos y decanas de Derecho del país, y se trabajó en simultáneo en todas las facultades; más allá del acto formal aquí. También lo hicimos con los colegios de Abogacía, con el Círculo de Ex Convencionales, el Museo de la Constitución, la Junta de Estudios Históricos, los poderes del Estado.
Con una agenda compartida, pero además, abriendo las puertas a que cada institución organice actividades aquí, en el lugar donde sucedió. Justamente, porque la Universidad es de todos. Nada de esto es tan sencillo de llevar a cabo, y no se trata de apuntarse el crédito: lo importante es que suceda. Porque es una contribución a la construcción de ciudadanía, y a tener profesionales de calidad.
- Lo mismo podría decirse de las jornadas por los cuarenta años del Juicio a las Juntas Militares.
- Bueno, pasó lo mismo. No es solo el evento. Se trabajó un cuatrimestre entero, con todas las cátedras, de todas las facultades de Derecho del país. Para que se estudie, se debata, haya masa crítica para aprovechar la oportunidad de dialogar con los jueces. Y también incluye generar el interés de los estudiantes. Y luego todo eso se vuelque en trabajos, ponencias, generación de material audiovisual. Pero claro, se trata también de motivar a estudiar e investigar.
- Una premisa que en los tiempos actuales también afronta el desafío de la extensión del uso de la Inteligencia Artificial.
- Que no es una enemiga, sino al contrario. Hay que aprovecharla, y también trabajamos en eso. No puede reemplazar la inteligencia humana, y requiere tomar recaudos, pero es una herramienta invalorable. Que incluye chequear cada dato, cada referencia; no solo por una cuestión de honestidad intelectual. Pero que es un aporte sumamente valioso a la tarea.
La experiencia constitucional
- Finalmente, y ya por fuera de la gestión, este año le tocó participar de la Convención Reformadora en Santa Fe, ya no como divulgadora o analista de la ley, sino como hacedora, en carácter de convencional. ¿Qué le dejó esa experiencia?
Levin destacó el nivel de consenso alcanzado en la reforma constitucional de Santa Fe.
Guillermo Di Salvatore- Fue sumamente intensa. Porque no fue solamente lo que se veía en las transmisiones de los plenarios. Las mayores discusiones estaban en las reuniones de comisiones, donde durante horas continuadas se debatía qué poner, qué modificar, qué términos usar. Y creo que de ahí salió la mejor de las constituciones posibles.
A que tuvo un altísimo grado de consenso, lo cual es más difícil todavía. Y es virtuosa, tiene avances. Aunque no sea la que cada uno quisiera, porque si cada uno pretendiese redactar su propia Constitución, no tendríamos ninguna. Con lo cual, lo más legitimante es que tenga el mayor consenso posible. Entonces, es la mejor Constitución que se podía hacer. Y realmente es buena, y aporta mucho.