El 3 de diciembre se realizó la sesión preparatoria en la Cámara de Diputados de la Nación, en la que asumieron formalmente las y los 127 legisladores electos el 26 de octubre, entre ellos 9 por la provincia de Santa Fe.
El reglamento propone cuatro fórmulas y una sola respuesta posible: “Si, juro”. La sesión del miércoles dejó en claro que los nuevos integrantes tenían otras cosas para decir antes de sentarse formalmente en sus bancas.

El 3 de diciembre se realizó la sesión preparatoria en la Cámara de Diputados de la Nación, en la que asumieron formalmente las y los 127 legisladores electos el 26 de octubre, entre ellos 9 por la provincia de Santa Fe.
La ceremonia consiste básicamente en tomar juramento a los nuevos integrantes que iniciarán sus funciones el 10 de diciembre hasta el año 2029.
Entre cuatro fórmulas pudieron optar quienes se acercaban a ratificar su compromiso. Al simple y contundente “Si, juro” que en ocasiones debía ser sobre la Constitución Nacional, y en otras sobre la Biblia, según si la fórmula incluía la Patria o los Santos Evangelios, entre otros, se sumaron variadas respuestas.
Por ejemplo, una fue “sobre el Tanaj, si prometo”, de Patricia Holzman (CABA), en alusión al texto sagrado hebreo.
No fue la única legisladora que se salió del libreto. En una sesión que tuvo al presidente Javier Milei y parte de su gabinete en un palco y que arrancó con cánticos y arengas, el momento de la jura fue, en muchos casos, una expresión de la áspera disputa política que se viene.
Varios juraron “por la libertad de Cristina”, “por los 30 mil desaparecidos”, “por la soberanía nacional”, “en representación del pueblo bonaerense y orgullosamente peronista” y “por la militancia”, por mencionar algunos.
En el caso de los referentes de la Izquierda, la jura se convirtió en verdaderos discursos: fue el caso de Romina del Plá, Nicolás del Caño y Miryam Bregman, quien juró “por los que no se callan a pesar de los abucheos y las represoras, contra el negacionismo, por la lucha anti-imperialista, por los derechos de las mujeres y disidencias, y contra el genocidio en Palestina”.
Para quienes siguieron la transmisión de la ceremonia, la atención estuvo puesta tanto en las fórmulas de los representantes de sus provincias (todos los distritos eligieron diputados nacionales el 26 de octubre), como en los comentarios sin filtro y a micrófono abierto de quien presidió la sesión en su condición de más añoso: el chaqueño Gerardo Cipolini (82).
El artículo 10 del reglamento de la Cámara de Diputados establece que los legisladores electos serán recibidos después de prestar juramento de acuerdo con una de las siguientes fórmulas, a su elección.
La primera: “¿Juráis desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?
La segunda: “¿Juráis por Dios, por la Patria y estos Santos Evangelios desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”.
La tercera: “¿Juráis por Dios y la Patria desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”
La cuarta: “¿Juráis por la Patria desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”
En ningún caso, la fórmula prevé el término “diputada”. En todos los casos la respuesta prevista es “Si, juro”.
Ante el escenario del 3 de diciembre, con juramentos que se aparataron, en algunos casos, por mucho de la formalidad, la diputada nacional de La Libertad Avanza Sabrina Ajmechet presentó un proyecto de resolución que apunta a modificar el artículo 12 del Reglamento interno.
El texto establece que “el juramento será tomado en voz alta por el presidente estando todos de pie”. Lo que agrega es que “queda estrictamente prohibida cualquier mención, adición o referencia ajena a las fórmulas determinadas en el Artículo 10 de este Reglamento”.
Además, fija un mecanismo para garantizar el cumplimiento: “En caso de que un diputado electo intente o manifieste la voluntad de modificar, agregar o sustituir la fórmula de respuesta establecida, el presidente de la Cámara lo intimará a ceñirse estrictamente a las fórmulas establecidas”.
Así, “el juramento se repetirá hasta que sea prestado de forma reglamentaria y la incorporación al cuerpo no será válida hasta que eso ocurra”.
“Se propone así, limitar las fórmulas a la invocación de valores y textos de fe, o al compromiso cívico fundamental con la Constitución Nacional y la República”, señala el proyecto.
Si bien algunas de las respuestas de los legisladores fueron más llamativas y despertaron ovaciones o repudios de la “tribuna” compuesta por los propios legisladores en sus bancas y por invitados en los palcos, habrá que analizar si la obligación de ceñirse a un “Si, juro”, siempre que prospere este proyecto, será para todos.
Hubo otras respuestas salidas del libreto que tal vez no encendieron polémica: “Por la memoria de mis padres”, “Por el pueblo del Chaco”, “Por Córdoba” y “Por la familia salteña y un país más federal”.
También estuvieron los compromisos “Por la familia, las infancias y por un futuro mejor para todos”, de la correntina María Virginia Gallardo, y “Por la invencible provincia de Santa Fe”, de la ex vicegobernadora santafesina Gisela Scaglia.




