La presencia de Amalia Granata en la Legislatura este jueves 31 de octubre generó un previsible revuelo de fotógrafos, camarógrafos y micrófonos, pero no solo eso.
Filtrado. Amalia granata está acostumbrada a las cámaras y los flashes. La semana pasada estuvo de visita en la Legislatura, generó revuelo y se sacó muchas selfies.

La presencia de Amalia Granata en la Legislatura este jueves 31 de octubre generó un previsible revuelo de fotógrafos, camarógrafos y micrófonos, pero no solo eso.
En el personal de ambas Cámaras, en el de vigilancia, entre los asesores y hasta en la delegación del colectivo LGBT que logró la Ley de Cupo Laboral Trans hubo un marcado interés -cuando no pedido de fotos y selfies- con la diputada provincial electa.
Se dice que hay un periodista que -con la excusa de que era su cumpleaños- recibió dos besos, uno por mejilla, de la ex modelo.
Diputada y panelista
Granata ha anunciado que no dejará por completo su participación en los medios masivos porteños. Y que al menos estará una vez por semana en el programa “Polino Auténtico”, en radio. Lo que no ha aclarado es cómo será en adelante su relación con otras figuras públicas, del ámbito politico o del espectáculo, con las que mantiene frecuentes polémicas en las redes sociales.
Últimamente, se ha peleado con Estanislao, el hijo del presidente Alberto Fernández, un destacado drag queen, muy activo en twitter que le reprochó su banalidad tratandose de una diputada. Granata replicó que jurará recién el 4 de diciembre y que hasta entonces es una ciudadana más. En rigor, en esa fecha prestarán juramento los senadores, los diputados lo harán el 5.




