El titular de Grassi S.A., legalmente considerada la primera en reunir las mayorías necesarias para ganar el salvataje de Vicentin SAIC, formuló declaraciones respecto de una cuestión inmersa en todo el proceso concursal de la cerealera: la continuidad operativa del Nodo Norte.
Mariano Grassi explicó con relación al complejo industrial norteño que “Vicentin tiene un montón de activos muy buenos, ha tenido muy buenas ideas y ha invertido en activos con ciclos muy completos. El Nodo Norte es un ejemplo: tiene un esquema industrial muy bien pensado. Partimos del maíz -unas 220.000 toneladas anuales- que se transforman en etanol y burlanda; y tiene un feedlot para 30.000 cabezas que se complementa con esa burlanda. A su vez, los desperdicios o vinaza del etanol van a los biodigestores de Biogás Avellaneda. Son procesos muy integrales y virtuosos”.
El empresario puntualizó que “no es un favor lo que hay que hacer en el Nodo Norte con los activos de Vicentin: es aprovechar excelentes activos, ponerlos en valor y hacerlos funcionar. A veces se dicen cosas, salen noticias, pero en realidad estamos en un proceso que ya pasó lo peor. Está llegando a su final y creo que se va a transformar en algo bueno, después de muchos años de mucha gente poniéndole el pecho”.
Planta de Vicentin en Avellaneda.Más adelante, especificó que “nuestro proyecto contempla a todos los activos. No hay que inventar la rueda: hay que ponerlos a funcionar porque están muy bien pensados. Quiero transmitir tranquilidad a todos los que están trabajando en Vicentin. Nosotros vamos por más, no por menos. En el último tiempo, por la crisis y la falta de recursos, se atenuaron actividades y se redujo el negocio. Pero nuestra idea nunca fue desarmarlo. Siempre peleamos para mantener entera a Vicentin, para no desguazarla, y no lo pensamos hacer. Queremos mantener los activos para ponerlos a producir, no para frenarlos”.
Grassi subrayó que “no es una obra de caridad. Es un negocio que va a ser muy bueno. A veces pasa que hay negocios que terminan o no dan, pero este no es el caso. Todo lo contrario. El feedlot de Vicentin tiene los registros adecuados para entrar a Estados Unidos. Con todo lo que está en los diarios sobre el acuerdo argentino-estadounidense, tener un feedlot así habilitado es un golazo. Hoy está alquilado y casi sin cabezas. Es una gran oportunidad”.
“Mucho por hacer”
En tanto, analizó que “hay mucho para hacer. Nuestra idea nunca fue encarar esto sin dinero o sin inversión; todo lo contrario”, para luego mostrar su optimismo: “Estamos entusiasmados esperando el día D: el martes que viene”, referenció, en relación a la fecha en el juez del concurso deberá comunicar la decisión, tras haber evaluado las impugnaciones presentadas por Molinos Agro y LCD, de quién en el ganador del proceso de cram down.
—¿Cómo es la relación del grupo con la Unión Agrícola de Avellaneda?
—Nosotros hacemos negocios con la cooperativa hace un montón. Son gente de palabra y de negocio. No nos pudimos poner de acuerdo en los roles que podía cubrir cada uno en esta etapa, y ellos optaron por no sumarse a nuestro proyecto y luego por ir con Dreyfus y Molinos. Me parece lo más normal del mundo. Uno puede comprar o no un proyecto y sumarse a uno o a otro.
—¿Eso no quita que sigan trabajando juntos?
—No. Son negocios. Creo que la cooperativa va a hacer un muy buen negocio vendiéndole maíz al Nodo Norte y girasol a Ricardone, y nosotros queremos hacer buenos negocios con ellos. No veo ningún problema. No nos pudimos poner de acuerdo en ser socios; pude con Cargill, pude con Viterra, no pude con la cooperativa. Totalmente valedero.
Planta de Vicentin en Avellaneda.-Para Algodonera, que hoy es un problema enorme con 250 personas sin trabajo. ¿Hay algo pensado?
—La algodonera no está dentro del cram down. Igual estamos poniendo esfuerzo en intentar dar una mano. Lo hacemos siempre. Cuando podemos ayudar a alguien a salir de una crisis y que levante la cabeza, lo hacemos. El sector está muy golpeado. La algodonera venía con la crisis Vicentin y se le sumó la crisis del propio sector. Igual estamos intentando sumar gente que entienda el negocio y pueda aportar. No somos líderes del proceso, pero estamos ayudando.
—¿Cuál es tu mensaje para los trabajadores de de Vicentin?
—Primero, que termine el proceso. Somos optimistas. Creemos que los seis años que le invertimos a esto están llegando a su fin y va a ser algo bueno. Si nos toca dirigir Vicentin, no nos vamos a olvidar nunca de que hay casi mil personas que le pusieron el pecho cuando era difícil hacerlo. Todos los que estuvieron ahí sostuvieron la empresa. Las plantas están funcionando. Eso vale muchísimo. Tenemos claro que Vicentin se sostuvo por los trabajadores.
Esto se viene llevando paso a paso, entendiendo, buscando soluciones y sumando. No imponiendo cosas ni inventando la rueda, sino inflando las gomas, ayudando a que todo despegue. Creo que vienen tiempos mejores.
—¿Tu opinión sobre la intervención del juez Lorenzini?
—Es muy duro para todos. Para mi familia, para la familia Vicentin y para él también. El concurso más grande de la historia argentina, que termina en un cram down que nunca existió. Está escribiendo historia. Va a ser estudiado en todas las universidades. Creo que lo llevó bien, pese a las diferencias. Hubo momentos muy difíciles y él lo fue llevando. Por eso tampoco quería salir a hablar antes: me parecía respetuoso dejar que los tiempos se cumplan.
—Empleados preguntan si las oficinas del Nodo Norte van a seguir en Avellaneda
—Todavía no entramos, así que es difícil. Muchas cosas las conocemos de oído. Primero tenemos que ganar. Pero es lógico que, con tantos activos en el norte, haya administración ahí. Y, si queremos volver a poner las 30.000 vacas, obviamente se va a necesitar administración. Indica que sí, pero no quiero apresurarme.