Cómo proteger la piel del sol y reducir el riesgo de cáncer
El Ministerio de Salud de Santa Fe refuerza las recomendaciones para una exposición responsable al sol y destaca la importancia del diagnóstico temprano del cáncer de piel, uno de los más frecuentes en la población adulta.
Cómo proteger la piel del sol y reducir el riesgo de cáncer
Con la llegada del verano y el aumento de las actividades al aire libre, el Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe volvió a poner el foco en la prevención del cáncer de piel, una enfermedad que puede evitarse en gran medida con hábitos de cuidado adecuados y controles médicos periódicos.
A través de su Agencia de Control del Cáncer, recordó la importancia de proteger la piel del sol y de realizar consultas dermatológicas regulares, especialmente en los meses de mayor radiación solar.
Desde la cartera sanitaria señalaron que la exposición excesiva y sin protección a los rayos ultravioletas es el principal factor de riesgo para el desarrollo de lesiones cutáneas, entre ellas el melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo.
Aunque no es el más frecuente, sí es el que provoca la mayor cantidad de muertes asociadas a esta enfermedad, por lo que la detección temprana resulta clave.
Importancia de proteger la piel del sol y de realizar consultas dermatológicas regulares
Un problema de salud que puede prevenirse
El director de la Agencia de Control del Cáncer, Alejandro Chinellato, explicó que el cáncer de piel constituye un problema de salud pública a nivel mundial y también en la provincia.
“El melanoma causa casi el 90 % de todas las muertes relacionadas con el cáncer de piel. Si bien es el tipo menos frecuente, es el más agresivo”, indicó el funcionario.
Sin embargo, remarcó un dato alentador: cuando se detecta a tiempo, el melanoma tiene más de un 95 % de probabilidades de curación.
“Es fundamental recordar que el cáncer de piel se puede prevenir y que el diagnóstico temprano permite un tratamiento curativo y un pronóstico favorable”, sostuvo Chinellato.
En ese marco, destacó las acciones que se vienen impulsando desde la Agencia con el objetivo de reducir la mortalidad por cáncer en Santa Fe.
Entre ellas, mencionó las jornadas de controles dermatológicos gratuitos y sin turno previo que se llevaron adelante durante noviembre en distintos efectores públicos provinciales. “Estas campañas facilitan el acceso a controles y a mecanismos de diagnóstico temprano, algo central en la prevención del cáncer de piel”, subrayó.
El daño solar es acumulativo
Cuidados clave durante la exposición solar
Uno de los puntos centrales del mensaje sanitario tiene que ver con la concientización sobre los efectos del sol en la piel.
Según explicó Chinellato, el daño solar es acumulativo: las exposiciones reiteradas a lo largo de la vida pueden provocar envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y, en algunos casos, cáncer de piel.
“El cáncer de piel es en gran medida prevenible si se toman los recaudos adecuados al momento de exponerse al sol”, afirmó el funcionario, y remarcó que los cuidados deben incorporarse tanto en actividades recreativas y deportivas como en ámbitos laborales donde las personas permanecen muchas horas al aire libre.
Entre las principales recomendaciones difundidas por el Ministerio de Salud se destacan:
Evitar la exposición solar directa entre las 10 y las 16 horas, cuando la radiación es más intensa.
Usar protector solar con un factor de protección (FPS) no menor a 30 y renovarlo cada dos horas.
Protegerse con ropa clara, sombreros o gorras y anteojos con filtro UV.
No exponer a los bebés al sol directo hasta cumplir un año de edad.
Realizar controles dermatológicos al menos una vez al año.
Además, se hizo hincapié en la importancia de observar la piel de manera habitual y prestar atención a cualquier cambio que pueda resultar sospechoso.
Desde la Agencia de Control del Cáncer advirtieron que existen señales que requieren una consulta profesional inmediata.
Entre ellas se encuentran la aparición de bultos que crecen de forma sostenida, lastimaduras que no cicatrizan, heridas que sangran o forman costras sin haber sufrido un golpe, y cambios en lunares, ya sea en su color, tamaño, forma o textura.
También deben generar alerta síntomas como picazón persistente, inflamación o enrojecimiento en una lesión cutánea.
“Todos estos signos deben controlarse en una consulta dermatológica”, indicó Chinellato, quien invitó a la población a acercarse al efector público más cercano o consultar con su médico de cabecera para solicitar un turno dentro de la red de atención.
Finalmente, desde el Ministerio de Salud recordaron que la prevención y el diagnóstico temprano salvan vidas, y que adoptar hábitos de cuidado frente al sol es una responsabilidad individual que tiene un impacto directo en la salud colectiva.