La meditación, herramienta clave para hacerle "bajar un cambio" al estrés diario y la ansiedad

La llegada de la pandemia fue un tiempo complejo que sorprendió a toda la sociedad, y que obligó a repensar formas de convivencia, de encontrar momentos para la calma cuando lo que más se presentaba era miedo y en ocasiones- culpa. Todo ello derivaba en cruzar el umbral del estrés.

“Recuerdo el año pasado, cuando volvimos al aula, a la presencialidad… Los estudiantes con sus tapabocas, guardando el distanciamiento y sin hablar; con miradas tristes y a la vez miedosas, era la escena que podía observar. Cuando ellos son naturalmente activos, charlatanes, que se abrazan, quienes trabajamos en las escuelas nos encontramos con esta realidad que teníamos que acompañar”, relató a El Litoral Jorge Bode, docente y profesor de Yoga.

Desde su experiencia, aseguró que esta situación no se dio sólo en las escuelas, sino que son muchas las personas que transitaron y aún transitan cuadros de angustia, estrés, miedo y desconfianza. Lo cierto es que para poder tratar estas emociones -y puntualmente el estrés que ello conlleva-, el especialista considera primordial “trabajar sobre determinadas estrategias de rutinas de consumos que permitan poder alcanzar ese bienestar”.

En estos casos, lo que en realidad ayuda como seres humanos es comenzar “paso a paso” a generar pequeños cambios para así lograr un estilo de vida diferente. Y ahí es entonces cuando aparecen las técnicas de meditación, entre ellas el reiki, la yoga y “un abanico inmenso de posibilidades que contribuyen al bienestar saludable”, destacó Bode.

Paz y confianza

La meditación trata de volver consciente a una persona del “aquí y el ahora”, para transitar el momento de una manera calmada y serena. “La meditación es un proceso por el cual podemos vincularnos con el silencio interior, ya que en ocasiones el ajetreo cotidiano no permite que estemos atentos a lo que está sucediendo realmente al estar la mente ocupada en un sinfín de situaciones que nos hacen perder claridad y el control sobre las mismas. Y como consecuencia de ello, surgen el estrés, los miedos y muchos de los pesares que han quedado expuestos producto de la pandemia”, señaló el profesor.

Lo que ocurre cuando meditamos “es que vamos de a una cosa a la vez porque nos entrenamos en el arte de estar conscientes. En el momento en que estamos conscientes aprendemos a aceptar que sólo tenemos poder sobre nosotros mismos y de nuestras percepciones, pero no sobre los demás o sobre algunas circunstancias, por lo cual meditar procura que volvamos a nuestro eje logrando mayor bienestar, ya que eso nos aporta una cierta claridad mental”, consideró Bode.

Pero, ¿cómo se logra gestionar, "administrar" ese estrés y alcanzar el bienestar? El especialista dice: “Es necesario transitar por un proceso que promueva las rutinas de consumo para vivir plenamente”.

Entre dichos hábitos, es primordial destacar el papel que juega la alimentación. “Teniendo en cuenta que una mala alimentación produce que el cuerpo reaccione de una manera no saludable, cada organismo necesita determinados nutrientes”. Por lo que el entrevistado considera que ante estas eventualidades es necesario siempre acudir a un profesional, en este caso un nutricionista.

Lo cierto, es que “cuando logramos centrarnos en nosotros mismos y volver a nuestra esencia, podemos tener una vida con vínculos más amigables con los demás, con nuestro entorno personal y laboral, y con las circunstancias de la vida”, agregó. Y cuando se alcanza a despejar las perturbaciones de la mente, “uno de los objetivos de meditar es disfrutar de la vida sin estrés”, aseguró Bode.

¿Cómo empezar a meditar?

Si bien cada vez que estamos conscientes de que cada actividad es una forma de meditación, podemos potenciar esa atención mediante simples entrenamientos diarios. Para ello existen variadas técnicas, sin embargo cada uno de nosotros encontrará la que mejor lo acompañe en esto de tejer la vida.

El profesor de yoga brindó algunos tips a tener en cuenta al momento de practicar la meditación:

Elegir un horario donde estemos cómodos y tranquilos. Sentarnos, cerrar los ojos, mover el cuerpo con suavidad tanto como lo necesitemos, procurando liberar tensiones.

Aquietarnos y con una mirada interior recorrer el cuerpo, si descubrimos aún una zona tensa, movilizarla. Esto demanda un par de minutos.

Luego sencillamente contemplar el flujo de la respiración, inhalando y exhalando por la nariz, llenando bien la capacidad pulmonar, permitiendo que el proceso sea tranquilo y relajante. Seguro aparecerán pensamientos; allí volvemos a observar la respiración. Esta parte, para empezar con 4 o 5 minutos está bien. Luego cada uno aumenta su tiempo.

“La idea es entrenar la mente en el arte de observar, atender y estar consciente”, insistió Bode. “Este estar consciente hace que la meditación sea un camino hacia la libertad, libertad que invita a poner en debate creencias y paradigmas viejos que nos mantienen prisioneros, creencias obsoletas que en pocas ocasiones las miramos y que muchas veces también acarrean estrés y una convivencia poco amable”.

Beneficios de la meditación

La práctica diaria de la meditación tiene un sin fin de beneficios que van desde lo físico, mental, emocional, hasta la parte espiritual de las personas. Entre los que se destacan los siguientes:

Mejora los estados de ansiedad y estrés, cuando uno aprende a controlar y conectarse con la respiración

Aumenta la autoconfianza

Promueve la paciencia, la calma, y tranquilidad

Contribuye al desarrollo de las actividades cotidianas

Ayuda a aceptar diversas situaciones que atravesamos, para luego encontrar soluciones a esas problemas que nos preocupan

Permite potenciar las habilidades sociales para poder generar vínculos saludables con el otro anclando la convivencia y la paz

En este punto, también es necesario mencionar el papel preponderante que ha tomado la tecnología en muchos de los aspectos de la vida diaria, sobre todo desde el inicio de la pandemia. Éstas permitieron que “muchas personas experimentaran la meditación, compartiendo un espacio de encuentro positivo y esperanzador, ya sea desde distintas provincias, e incluso desde otros países, transformándose en una vía de canalización para poder respirar conscientemente, sonreír y apoyarse uno con otros”, añadió Bode.

En síntesis, “meditar es un modo de vivir que abraza todos nuestros aspectos y es un recurso más para estar y relacionarnos mejor”, concluyó el experto.