Justin Bieber volvió a caminar por el lugar que marcó un antes y un después en su carrera. Este jueves, el cantante compartió un video en Instagram en el que se lo ve recorriendo el bowling donde, en 2010, grabó el videoclip de Baby, el tema que lo convirtió en una estrella global cuando apenas era un adolescente.
“Fui a donde grabé el videoclip de ‘Baby’”, escribió el artista de 31 años en la publicación, que rápidamente se volvió viral. En el video, Bieber aparece acompañado por amigos y colaboradores cercanos como Eddie Benjamin, Oranj Goodman, Gabriel Jacoby y Kyle Massey, en una escena cargada de recuerdos y complicidad.
Vestido con una camiseta gris oversized, pantalones cortos holgados, joyas visibles, una cadena plateada y gorro, Bieber canta Baby a capela mientras alguien fuera de cámara hace beatboxing. La escena, simple y espontánea, contrasta con el impacto monumental que tuvo aquella canción en su momento.
En otro tramo del video, el músico recorre el lugar junto a sus amigos mientras siguen entonando el hit. Incluso uno de ellos se anima a interpretar el famoso verso de Ludacris: “When I was 13, I had my first love”, una línea que quedó grabada en la memoria pop de toda una generación.
Baby fue lanzada en 2010 como el sencillo principal de My World 2.0, el primer álbum de larga duración de Bieber. El disco alcanzó el número uno del Billboard 200 en Estados Unidos y consolidó al canadiense como el nuevo fenómeno juvenil del pop internacional.
El videoclip original fue filmado en Universal CityWalk y en Lucky Strike Lanes, en Los Ángeles. En aquel entonces, Ludacris comparó el video con una versión moderna de The Way You Make Me Feel de Michael Jackson, mientras Bieber explicaba que la historia giraba en torno a un joven que intentaba recuperar a su exnovia.
“Al principio me gusta mucho esta chica, pero no podíamos estar juntos. Básicamente la quiero de vuelta y estoy pasando por todo el proceso”, había contado Bieber en una entrevista con MTV News en 2010. Ludacris, por su parte, aseguró que supo desde el primer momento que la canción sería un éxito.
Quince años después, el regreso de Bieber a esa bolera abandonada no solo funcionó como un viaje personal al pasado, sino también como un guiño directo a los fans que crecieron con su música. Un recordatorio de dónde empezó todo y de cómo una canción adolescente terminó marcando una era del pop.