El viernes por la noche, la ciudad de Santo Tomé vivió minutos de tensión con dos episodios armados casi consecutivos.
Dos hechos violentos casi simultáneos dejaron heridos y una fuerte conmoción en la vecina ciudad. La policía investiga si ambos sucesos están vinculados entre sí.

El viernes por la noche, la ciudad de Santo Tomé vivió minutos de tensión con dos episodios armados casi consecutivos.
Primero, una balacera sacudió una tienda de ropa informal ubicada en calle Candiotti al 2900, donde dos personas terminaron heridas. Poco después, a unas cuadras, tres delincuentes irrumpieron en una barbería de calle Arenales, redujeron a los presentes y escaparon con un botín.
Ambos hechos ocurrieron en cuestión de una hora y pusieron en alerta a las fuerzas de seguridad locales.
Eran cerca de las 21.45 cuando el Samco de Santo Tomé recibió a dos heridos de arma de fuego. Los médicos atendieron a Solange Sunier, de 32 años, y a Lucas Moreyra, de 19, quienes presentaban lesiones en sus brazos producto de varios disparos.
Según relataron las víctimas, se encontraban dentro del local de venta de ropa ubicado en Candiotti 2978 cuando entró un hombre armado que comenzó a disparar sin mediar palabra.
Los proyectiles impactaron en ambos, aunque por fortuna se encuentran fuera de peligro y fueron trasladados luego al Hospital Cullen para una atención más compleja.
Hasta el momento, no hay detenidos ni pistas firmes sobre el agresor, que huyó a pie tras el ataque.
Un rato antes, alrededor de las 20.20, la calma de calle Arenales al 2500 se rompió cuando tres delincuentes irrumpieron en una barbería de la zona.
Uno de ellos exhibió un arma de fuego y, sin dudar, ordenó a los clientes y trabajadores tirarse al piso. Luego los precintaron para inmovilizarlos mientras revisaban bolsos y cajones.
En pocos minutos se llevaron efectivo, pertenencias personales y una motocicleta, con la que escaparon del lugar.
Afortunadamente, no hubo heridos, aunque las víctimas quedaron en estado de shock.
Personal del Comando Radioeléctrico y de la Subcomisaría 9ª trabajó en el sitio, recogiendo testimonios y relevando cámaras de seguridad cercanas.
Ambos episodios quedaron bajo investigación judicial. En el caso del tiroteo, interviene la Fiscalía de turno del Ministerio Público de la Acusación, que intenta determinar si los hechos están conectados o si se trató de situaciones aisladas en una misma franja horaria.
Vecinos del sector manifestaron su preocupación por el incremento de hechos violentos en la zona, donde la seguidilla de robos y ataques a mano armada ya genera alarma.
Mientras la policía busca a los responsables, los comerciantes y vecinos de Santo Tomé exigen más presencia policial y controles preventivos en los barrios.
“Ya no se puede trabajar tranquilo, cada día pasa algo distinto”, comentó una vecina que tiene un local a pocas cuadras de uno de los hechos.
La noche del viernes cerró con dos ataques armados, dos heridos y un barrio entero en vilo, marcando otro capítulo de la violencia urbana que golpea al Gran Santa Fe.




