Juliano Salierno - jsalierno@ellitoral.com
Luego de la liberación de los padres del chico de 3 años, cuyo fallecimiento derivó en una investigación judicial, la secretaria de Salud de la provincia, Debora Ferrandini, hizo declaraciones a El Litoral cuestionando el accionar “apresurado” de la Justicia, al punto que le reprochó a aquellos operadores de salud que hablaron con los medios, haber ventilado detalles de la historia clínica de un paciente menor de edad. También consideró “ilegal difundir la identidad del chico” y fustigó a los medios por haberse hecho eco de una versión incompleta e irresponsable de lo sucedido.
“Lo que hemos hecho desde el Estado con los padres ha sido un terrible daño”, declaró la funcionaria, que aceptó la entrevista en busca de una manera de “reparar el daño que sufrió esta familia” que “se está planteando quién va a limpiar su nombre”.
A la muerte de un chico de tres años, que en un primer momento fue calificada de “dudosa” por la policía, le siguió el arresto de su madre, una joven de 26 años y su concubino de 18. Ambos estuvieron más de una semana detenidos mientras se investigaba las causas del fallecimiento del pequeño, que atravesaba un cuadro de desnutrición agravado por una insuficiencia respiratoria.
Padres liberados
El informe que brindó el jefe del Centro de Atención Primaria para la Salud del barrio Abasto, Nicolás Bagnaroli, quien atendió el caso durante los primeros años, daba cuenta del tratamiento y atención recibida por el menor. Durante su declaración testimonial el viernes pasado, el médico generalista explicó en tribunales que el chico padecía una insuficiencia respiratoria y que el bajo peso estaba asociado a esa causa, y no a una desatención por parte de sus padres.
El médico forense puso la lupa sobre los argumentos dados por su colega, y sobre la base de la prueba recolectada entendió que no se trataría de un hecho delictivo. Con esos elementos, desde el Juzgado de Instrucción Sexta se ordenó de inmediato liberación de la madre y su pareja.
El caso despertó el interés de los medios, que lo colocaron en la agenda del día como un hecho aberrante, desconociendo las “más de 500 hojas de historia clínica existentes en el Hospital de Niños, en el Mira y López y en los dos centros de salud en los que fue asistido”, sostuvo Ferrandini.
De acuerdo con la documentación “es una muerte natural”; “el chico tenía desnutrición de primer grado, superficial” y la defunción se habría producido “por insuficiencia respiratoria”, dijo la secretaria de Salud, aunque previno que todavía no pudo ver el resultado de la autopsia.
No hubo maltrato
De manera terminante sostuvo que “no hay ningún elemento que pudiera dar cuenta del maltrato”. “Ni murió desnutrido ni por una causa violenta, tenía una enfermedad grave e irreversible”, afirmó. La muerte del chico “era relativamente previsible” a punto tal que “ya se había hablado con la familia” previniéndola del posible desenlace.
Aunque no quiso inmiscuirse en cuestiones judiciales, consideró que “el juez trabajó en base a información falsa” y dijo estar convencida “de que estos padres estuvieron detenidos porque son pobres”. “Ante de esperar el resultado de una autopsia microscópica se intervino con la detención de los padres”, criticó.
Ferrandini sostuvo que “se instaló la sospecha porque la familia vivía en condiciones de precariedad, en términos materiales”, pero nadie sabía que “venían trabajando arduamente” junto con los profesionales de los hospitales públicos y centros para la salud. “Es una tendencia prejuiciosa asociar la pobreza a la violencia”, razonó.































