Comenzó este lunes en la capital provincial el juicio oral por jurados por el brutal crimen de Erminda Dominga Favot. Por el asesinato de esta jubilada, ocurrido en diciembre de 2022 en la ciudad de San Javier, está acusado Mario Humberto Romero, quien se enfrenta a una posible pena de prisión perpetua.
La mujer fue asesinada luego de la Navidad de ese año y su cadáver fue hallado en su propia casa por familiares.
Romero, de 45 años, se ganaba la vida como changarín y había realizado distintas tareas -principalmente como jardinero- para la víctima.
Según reconstruyeron los investigadores, el asesino entró por una ventana de la cocina de la vivienda de Erminda, pateó y destrozó la puerta de su habitación, luchó con la mujer, le apoyó una almohada en la cara y finalmente la asfixió.
Ella tenía 79 años y llegó a contarles a algunas conocidas que le temía a Romero.
El juicio es dirigido por el magistrado Lisandro Aguirre.
En su alegato de apertura, al dirigirse a los miembros del jurado, el fiscal Francisco Cecchini -que es acompañado por su par Guillermo Persello- dijo que la víctima “tenía la costumbre de confiar en las demás personas”.
Luego desarrolló su hipótesis.
Sostuvo que Romero cortaba el pasto de Favot y hacía otras changas para ella, que él advirtió que se trataba de una mujer grande y sola, por lo que era vulnerable.
Aseguró que entonces decidió robarle y que lo hizo dos veces. Primero, aprovechó una oportunidad en que la mujer lo dejó pasar a su domicilio. “Le sacó la tarjeta de débito del ropero, pero ella se dio cuenta e hizo la denuncia. Fue por eso que él no pudo sacar plata”, contó y señaló que hay videos que muestran al acusado en el cajero, intentando hacer extracciones.
Fue por este hecho que Erminda no le abrió más la puerta a Romero, según el funcionario del Ministerio Público de la Acusación.
“Cuando vio que no había otra manera de robarle a la mujer, decidió entrar por la fuerza”, aseguró.
“Se metió por la ventana -siguió-, después de la Navidad. Caminó por arriba de la mesa. La mujer escuchó los ruidos. El hombre reventó la puerta del dormitorio. La atacó, la golpeó, le puso una almohada en la cara y la ahorcó. Encontró la plata en su habitación y se la llevó. Se fue. Y se la gastó, porque cuando se hizo allanamiento ya no estaba”.
“¿Qué hizo Romero en esos días? Se encargó de decirle a todo el mundo que iba a hacer todo esto. ‘La vieja tiene la plata. Voy a entrar por la ventana. Por la cocina’. Romero dejó huellas por todos lados. En la casa de Dominga dejó pisadas. Además, la víctima con su último aliento para defenderse se quedó con una parte de Romero. Esa parte es la que nos permitió identificarlo”, relató.
Por último, el fiscal recordó que al acusado se le imputa el delito de homicidio criminis causae, porque mató “para poder robarle a la mujer y evitar que ella vuelva a denunciarlo”.
El juez Lisandro Aguirre preside el juicio. Foto: Flavio RainaDefensa
Romero es representado por los abogados del servicio público Virginia Segado y Nicolás Mosconi.
A su turno, Segado fue la encargada de dirigirse al jurado.
“Van a escuchar dos historias muy distintas. La del fiscal que pretenderá mostrar a Romero como el responsable de la muerte violenta. Nosotros entendemos que esa promesa no va a ser cumplida por la fiscalía. Dice el fiscal que tiene prueba contundente e irrefutable, pero verán que no es así”.
Señaló luego que la fiscalía intenta vincular el hurto de la tarjeta de débito con el homicidio. “El primer hecho ocurrió el 6 de diciembre y hasta el día del crimen no había sido investigado, ni la policía había buscado al Romero por ese delito”.
Segado también cuestionó que los investigadores llegaron a Romero por la presentación espontánea de alguien vinculado al acusado y que desde entonces la fiscalía trabajó sobre esa sola hipótesis, que la hizo “quedarse con esa única y sesgada línea de investigación. Cerró toda otra línea”.
La abogada le aclaró al jurado que durante el proceso podrá ver que la señora Favot había hecho entrar a su casa a otras personas y que hasta les había mostrado la ventana por donde entró el homicida y también dónde guardaba el dinero. “Por eso, hoy sólo tenemos a Romero sentado acá”, remarcó, mientras señalaba al acusado.
El fiscal Francisco Cecchini representa al MPA. Foto: Luis CetraroTestigos
Este lunes, además, comenzaron a declarar los testigos ofrecidos por la fiscalía.
La hijastra de Romero brindó un testimonio contundente contra el hombre. En el momento del crimen, ella -que tenía 17 años y tenía a cargo a sus tres hermanitos, porque la madre se encontraba en prisión- y su pareja vivían en la misma casa junto con el acusado.
Ambos jóvenes hablaron ante el jurado y coincidieron en que Romero “vivía empastillado” y “tomaba Fernanditos” (en relación a la bebida alcohólica). También recordaron que antes del hecho, él les dijo que sabía como “entrarle” a “la vieja”, que ella tenía plata y que si la tenía que atar lo iba a hacer.
Contaron también cómo se enteraron del asesinato -a través de medios de comunicación locales- y cómo la joven no dudó de manera inmediata sobre que el autor era su padrastro. “Fue Mario, fue Mario”, repitió al darse cuenta de que la víctima era la mujer para la que el hombre trabajaba.
También dijeron que tenían miedo de hacer la denuncia, que no sabían qué hacer, que tenían miedo de Romero, pero que esa misma tarde cayó la policía y lo detuvo. “Yo quería sacar a mis hermanitos de casa, antes de hablar con la policía, para que no tuvieran que sufrir otro allanamiento”, explicó la joven.
Su mejor amiga también declaró y recordó que la noche previa a que encontraran el cuerpo de Erminda, el hombre le mostró un rasguño que tenía en el cuello y le dijo que había peleado con otras personas en la plaza y que lo habían apuñalado.