Reactivan la causa por la desaparición de un adolescente en Resistencia tras la condena al clan Sena
Con 118 efectivos, un operativo policial revisó terrenos vinculados al Clan Sena en busca de rastros del joven chaqueño desaparecido hace ocho años. Hasta el momento no se hallaron pruebas concluyentes.
Reactivan la causa por la desaparición de un adolescente en Resistencia tras la condena al clan Sena
El martes pasado se llevó a cabo un operativo policial de gran envergadura en el ex barrio Emerenciano,en Resistencia, con el objetivo de encontrar pruebas que vinculen al Clan Sena con la desaparición de Elvis Martín Benítez, un joven de 16 años que desapareció el 22 de diciembre de 2017.
Participaron 118 efectivos de la división especializada en trata de personas, a instancias de las fiscales a cargo de la causa.
Origen de la investigación y nuevos testimonios
La causa contra la desaparición de Benítez permanece abierta desde diciembre de 2017, con la carátula de “averiguación de paradero”. Esa noche, según la denuncia de su madre, el adolescente salió de su casa en la capital chaqueña para visitar a su abuela, en una dirección cercana —a unas 20 cuadras— donde tenía previsto quedarse hasta la víspera de Navidad. Nunca llegó.
La denuncia se formalizó a los pocos días y, en los años siguientes, la causa prácticamente no avanzó, en parte —según fuentes judiciales— por la falta de datos: Benítez no tenía teléfono móvil ni presencia en redes sociales, lo que complicó el rastreo de sus movimientos.
Elvis desapareció a sus 16 años, en 2017
El impulso decisivo llegó en 2023, tras el mediático juicio y condena por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, en el que se responsabilizó directamente al Clan Sena.
Desde entonces, varios testigos se presentaron y declararon que Elvis conocía a uno de los condenados, César Sena —la relación la describieron como de “compinches” en el barrio— aunque recalcaron que el joven no era militante del movimiento piquetero liderado por los Sena, sino que participaba en causas sociales que convocaban a distintos grupos.
Este nuevo contexto reabrió las hipótesis y generó versiones que cobran relevancia por primera vez. Particularmente, creció la sospecha de que Elvis podría estar enterrado en un campo perteneciente a la familia Sena, una versión impulsada por declaraciones de familiares de Cecilia y por testimonios de gente del barrio.
A raíz de ello, la fiscalía decidió reactivar la investigación bajo una nueva modalidad: con colaboración entre distintas fiscalías, y un grupo especial de búsqueda.
Gustavo Obregón y Fabiana González, la pareja detenida junto a Emerenicio Sena y Marcela Acuña
El operativo reciente y resultados provisionales
El operativo más reciente —que se conoció este jueves— consistió en un despliegue de 118 efectivos que revisaron el ex barrio Emerenciano, territorio históricamente asociado con el poder del Clan Sena.
El rastrillaje apuntó a terrenos, viviendas y espacios donde los testimonios señalan que podría hallarse algún indicio relacionado con la desaparición de Elvis. Las fiscales a cargo de la causa son Noelia Encinas y Rosana Soto.
Sin embargo, hasta el momento las autoridades reconocen que no se obtuvieron pruebas concretas. “No tenemos nada en concreto, pero vamos descartando todo lo que vaya surgiendo”, reconocieron fuentes judiciales.
Por su parte, familiares del clan negaron cualquier vínculo con Elvis. En particular, una de las detenidas, Marcela Acuña, afirmó públicamente no saber del paradero del joven, y cuestionó que se vincule a su hijo con este caso. Según dijo en una entrevista radial, “es una barbaridad” asociar a César Sena con la desaparición.
En paralelo, la madre de Elvis, Erika Mabel Romero, designó un abogado y manifestó que “todo empezó nuevamente”: nuevas personas sumaron declaraciones y una testigo reservada está próxima a declarar en fiscalía.
A ocho años de su desaparición, la causa sobre Elvis Benítez revive con nuevas hipótesis y la esperanza de encontrar algún indicio concreto. Aunque el operativo reciente no arrojó resultados determinantes, la investigación sigue abierta.
Las declaraciones recolectadas, los allanamientos y entrevistas pendientes plantean una posibilidad real de esclarecer lo ocurrido, aunque la Justicia advierte que cada pista debe ser corroborada.
En ese camino, el Estado y la familia de la víctima coinciden en la urgencia de respuestas para un caso que —se teme— podría tener consecuencias tan graves como las de otras víctimas vinculadas al tristemente célebre Clan Sena.