Radar de la polémica: "Pedía que me dijeran cuándo habían reducido el límite de velocidad"
La conductora recibió 13 multas por exceso de velocidad registradas por el cinemómetro de Marcial Candioti al 2700 de Santa Fe, entre 2023 y 2024. La Justicia la absolvió y cuestionó el accionar municipal.
Radar de la polémica: "Pedía que me dijeran cuándo habían reducido el límite de velocidad"
Luego de conocido el fallo judicial mediante el cual un tribunal revisor absolvió a una conductora santafesina, condenada por el Tribunal de Faltas local a pagar 13 multas por exceso de velocidad en el radar de calle Marcial Candioti al 2700, la protagonista habló con CyD Litoral y brindó su punto de vista.
Se trata de la abogada Florencia Gervasoni, la cual utiliza la mencionada arteria en forma habitual y frecuente y decidió continuar el reclamo judicial al considerar arbitraria la sanción de la Municipalidad de Santa Fe.
“Esto fue a principios de 2024, cuando recibo varias notificaciones por multas por exceso de velocidad en el radar que se ubica en Marcial Candioti al 2700”, dijo Gervasoni, que decidió defenderse por cuenta propia ante la sanción administrativa.
Dentro de la ley
“Hay una nota que está en el diario El Litoral con una entrevista a (Ramiro) Dall’Aglio -por entonces Secretario de Control municipal- donde específicamente se habla del año 2018 que ese radar se instala con una velocidad permitida de hasta 50 km/h”.
A partir de dicha información y de la cartelería urbana, la conductora sancionada sostiene que “todas mis multas, o sea, todos mis excesos de velocidad, para mí estaban dentro del margen de la legalidad. Yo estaba convencida que estaba obrando correctamente”, afirmó.
No obstante haber realizado el descargo correspondiente ante el Juzgado de Faltas N° 1 de Santa Fe, “la municipalidad no estuvo de acuerdo” y como fundamento “invocaron una ordenanza que salió en el 2020”, con posterioridad a la instalación del radar.
Una fecha clave
En los escritos presentados en la instancia administrativa “yo les planteaba que me dijeran cuándo lo habían modificado, cuándo habían reducido ese límite de velocidad”.
"Yo estaba convencida que estaba obrando correctamente”, afirmó Florencia Gervasoni. CyD Litoral
“Este reclamo, obviamente en la instancia administrativa la municipalidad me lo rechaza y me condena por 13 multas por exceso de velocidad siendo todas entre 40 y 50 km/h”, apunta Gervasoni.
Pero lejos de allanarse a la sanción, la abogada apeló la sentencia y para ello se designó un tribunal revisor, a cargo del juez penal Luis Octavio Silva, del Colegio de Jueces Penales de primera instancia, quien el pasado martes 22 de julio revocó la sanción y absolvió a la conductora.
Publicitar los cambios
“El fallo del que se tomó conocimiento público esta semana atendió mi reclamo y es claro y concreto en cuanto a la necesaria publicidad de los actos de la administración pública para con los ciudadanos que son los destinatarios”, destacó la entrevistada.
Recalcó la especial necesidad de este tipo de publicidad en cuestiones de tránsito donde las conductas de los ciudadanos son “automáticas” y producto de la costumbre.
Recordó que antes de llegar al radar “estaba el cartel a 50 km/h y lo modificaron; y no se sabe en qué fecha porque yo pedí que me digan cuándo lo hicieron y no me lo informaron”.
A su favor dijo que “existen dos notas de la municipalidad a la UTN -que es la encargada de auditar los radares- para realizar esa reducción a fines de 2022 y principios de 2023. Esas notas, que serían los actos administrativos que legitimaría esa reducción de la velocidad, nunca se hicieron públicas”, dijo.
El dispositivo en cuestión, instalado en barrio Candioti sur. Foto: Luis Cetraro.
“Error de prohibición invencible”
“Por eso el juez entendió que yo obré dentro de lo que se llama en derecho un “error de prohibición invencible”, es decir que si la velocidad era 50 km/h yo nunca me excedí de la velocidad permitida, no es que pasé a 80 o 120 km/h”, se explayó.
El fallo de segunda instancia sostiene que “con todas las publicaciones en los medios masivos y de público conocimiento” donde hasta vecinalistas pusieron en crisis el funcionamiento del radar “había un claro error de prohibición, porque yo estaba convencida que actuaba dentro de la ley y recién me anoticio con la primer multa que me llega prácticamente un año después”.
Gervasoni analiza que “si hubiesen notificado en tiempo y forma las primeras multas, el resto de la ciudadanía se hubiera anoticiado con una o dos multas, pero no con esta cantidad de infracciones para los que a diario transitamos por ahí”, cerró.