Una mujer fue arrestada este viernes por la Policía de Investigaciones (PDI), acusada de ser una de los delincuentes que perpetraron una entradera el mes pasado en una vivienda de barrio Fomento 9 de Julio de la ciudad de Santa Fe.
El asalto ocurrió un mes atrás, en una casa de calle 1° de Mayo al 4900. La sospechosa sería quien engañó a la dueña de casa, fingiendo ser una clienta interesada en comprar ropa.

Una mujer fue arrestada este viernes por la Policía de Investigaciones (PDI), acusada de ser una de los delincuentes que perpetraron una entradera el mes pasado en una vivienda de barrio Fomento 9 de Julio de la ciudad de Santa Fe.
El asalto sucedió a última hora de la tarde del lunes 21 de julio, en un domicilio de calle 1° de Mayo al 4900, muy cerca del cruce con Quintana.
La víctima tiene 63 años y se dedica a la venta de ropa, que ofrece a través de distintas redes sociales.
Ella fue sorprendida por quien dijo ser una clienta, que se acercó supuestamente para ver algunas de las prendas. Se trataba de una ladrona. Junto a un cómplice, se aprovecharon de la buena fe de la dueña de casa y la empujaron apenas abrió la puerta.
La pareja redujo a la víctima, ató sus manos con cinta de embalar y también la amordazó. Ella sufrió golpes y amenazas de muerte.
Los delincuentes estaban dispuestos a todo para obligarla a revelar dónde ocultaba todas sus pertenencias de valor.
Finalmente, los malvivientes escaparon del lugar con joyas y aproximadamente 150 mil pesos en efectivo.
El caso quedó en manos de la fiscal María Lucila Nuzzo, quien encomendó las actuaciones a la Policía de Investigaciones (PDI).
Los detectives ataron cabos y días después llegaron a determinar las identidades de tres sospechosos. Primero cayeron dos hombres (S. R. y D. F.) y este viernes fue aprehendida una mujer.
Están acusados de robo y lesiones leves dolosas.
Las iniciales de la arrestada son F. G. N., quien tiene 38 años. Los uniformados la encontraron durante un allanamiento realizado por la mañana en la cuadra de calle Mantovani al 6600. Allí también fueron secuestrados dos teléfonos y otros elementos de interés para la causa.
Todo quedó a disposición del Ministerio Público de la Acusación (MPA).