Hace unos días, los dirigentes de Colón mostraron una realidad que la mala actuación del equipo no deja ver: las obras en el predio, los juicios levantados, la competencia de la reserva y los juveniles y las mejoras en el estadio. Seguramente, entregarán un club mejor del que lo recibieron, aunque el fútbol haya fallado.
Si el balance de una gestión es solamente el futbolístico, no caben dudas que el aplazado para esta comisión directiva encabezada por Godano se cae de maduro. Pero el club no es solamente lo que pasa en los 90 minutos de un partido, por más importancia y trascendencia que a eso se le otorgue en una institución que respira fútbol como Colón. "Nosotros asumimos el 28 de diciembre a las 20, el 2 de enero a la mañana arrancaba la pretemporada y el 5 de enero debíamos levantar una inhibición", comentaron los directivos de Colón en una recorrida donde se mostró de qué manera fue reacondicionado el predio "4 de junio", al que encontraron en condiciones deplorables.
"El 29 de diciembre a la mañana, Colón tenía una deuda de 335.000.000 de pesos y 3.908.000 dólares. Establecimos qué estaba vencido, como los salarios del plantel, los de planta, los profes y convenios que no se venían pagando. Así arrancamos en el club. Con esto queremos mostrar que este es el punto de inicio en nuestra gestión", señalaron en su momento Marcelo Negrete y Adrián Temporelli, vice primero (luego renunció) y tesorero de esta gestión.
Víctor Godano, presidente sabalero junto a José Pisarello, secretario coordinador, en una de las oficinas flamantes del predio. Crédito: Manuel Fabatía.
Aquellos 55 juicios que dejó la anterior gestión de Vignatti(que en la asamblea previa a la entrega del mando, había señalado que dejaba un club sin deudas), ahora se convirtieron en 38 por el arreglo al que se llegó en 17 de esas demandas. Y lo más importante, es que no se han generado nuevos juicios por parte de esta gestión, a la vez que existe el convencimiento de que se llegará con el margen suficiente a fin de año para que el costo económico de esta mala campaña no genere un agujero para la dirigencia que llegue al club o que se mantenga si es que el oficialismo se rearma y pretende continuar.
"A esto había que mostrarlo", fue la frase que más se escuchó en ese sábado a la mañana que arrancó por la pensión, continuó por las canchas (ese día jugaba Colón ante Independiente en inferiores), un sector que fue recuperado y que sirve de gimnasio para los juveniles, los vestuarios y las nuevas oficinas. Ese final del recorrido sirvió también para que se muestre un video (más amplio del que en su momento se difundió), en el que se pudo observar el pésimo estado de algunas instalaciones, situación que debió ser atendida por esta dirigencia para que el predio luzca de la mejor manera, como está en la actualidad.
"Mantener este predio y las divisiones inferiores, nos insume alrededor de 120 millones de pesos mensuales contando todo, inclusive los sueldos de los profesionales. Tenemos la idea de construir cuatro canchas más, con lo cual llegaríamos a 12. En la pensión tenemos 32 chicos que viven permanentemente y hemos sumado profesionales para que el seguimiento sea constante y asegurarnos de que les vaya bien en lo futbolístico pero también en el aspecto educativo y en el crecimiento personal", comentaron en el momento de mostrar una pensión que cuenta con mayor capacidad y a la que también se le debieron realizar mantenimiento y mejoras teniendo en cuenta el estado en la que se lo encontró.
Uno de los juicios heredados más preocupantes fue el del paraguayo Espínola, con una demanda inicial de 719.908,67 dólares. A partir de la defensa que realizó esta gestión, la demanda sólo fue aceptada parcialmente reduciéndose el monto a pagar a la suma de 345.000 dólares más $ 12.859.500 con más el 5 % de interés desde el 23/01/2024.
El desahogo de Nacho Lago, que podrá jugar sin problemas el lunes ante Defensores de Belgrano, junto a Nicolás Talpone, muy mejorado en el partido del sábado pasado. Crédito: Carolina Niklison
Cuando se realizó la asamblea, el año pasado, se dejó expresa constancia que ante las dificultades informativas que tuvieron los actuales dirigentes para recabar datos del cierre de la anterior gestión, lo que se solicitaba era la aprobación de lo que había ocurrido desde el 28 de diciembre hasta el cierre del ejercicio. ¿Por qué?, porque se dio la circunstancia especial que la mitad del balance fue de la gestión Vignatti, hasta el 28 de diciembre de 2023 y la otra mitad de Godano, hasta el cierre del ejercicio que fue el 30 de junio del año pasado. Entonces, la actual dirigencia pidió que se apruebe lo relativo a su gestión, "haciendo reserva de que ello no implica extensión de aprobación a gestiones anteriores al 28/12/2023, ni dar conformidad a irregularidades intencionales u ocultas ante las dificultades informativas señaladas".
El descenso de categoría, más allá de que la gente acompañó y hubo un crecimiento de más de 5.000 socios nuevos, implicó menos ingresos. El caso testigo es el de la TV, que hoy a Colón le implica una entrada mensual de 30 millones de pesos, que no alcanza ni para cubrir la cuarta parte del gasto que demanda el predio y la participación de Colón en reserva y juveniles de Afa, un logro que habrá que reconocerle a esta dirigencia y que también lo reflejaba Daniel Camusso en esa recorrida con la prensa: el de generar, desde una posición económicamente desventajosa, una competencia con los mejores del país para que el nivel no decaiga. El año pasado, Colón se quedó sin esa competencia directa, algo que ahora ha recuperado. Y en buena hora.
Hablando de ingresos extras, la última venta grande fue la de Farías. ¿Con qué contó esta dirigencia?, con la venta de Eric Meza a Estudiantes, la de Pierotti al Lecce y la de Forneris a Racing. Además, ingresó dinero por la salida de Botta y Wanchope Abila luego del descenso, además de lo que le había quedado como porcentaje de una futura venta de Chancalay que Racing concretó. Pero también hubo que afrontar la sequía del plantel que descendió y el armado, con la llegada de más de 20 jugadores, de aquel primer plantel con Iván Delfino como entrenador. Y además, se consiguió un ingreso extra por mecanismos de solidaridad por Beltrán, Chancalay y Pierotti, que desde hace ocho meses se empezaron a cargar a través del sistema de Fifa, cosa que antes no se hacía y que permite también el ingreso de un dinero que ayuda.
Es verdad que Colón es un club de fútbol, que su corazón es el fútbol y que el humor de la gente es porque se gana o se pierde cada fin de semana. En ese aspecto, lamentablemente la gestión fue deficitaria y ya nos hemos ocupado y nos seguiremos ocupando de por qué no funcionó la estructura con un director deportivo, por qué no fue acertada la decisión de traer un entrenador sin experiencia como el Pata Pereyra, por qué tantas lesiones, por qué un técnico que venía con la chapa de ganador en la categoría (Yllana) también fracasó, por qué el muy mal momento se lo consumió a Minella y este mini torneo de siete fechas que se está jugando Medrán, en el afán de generar confianza en propios (la actual comisión) y extraños (los que se anotarán en la lucha del poder en las próximas elecciones) para que su paso por el club no sea efímero como el de los anteriores.
Este fracaso deportivo es el peso que arrastra Godano y su gente. Pero la inmediatez del fútbol y esa dependencia extrema de los resultados que tienen las gestiones, no pueden ignorar que hay un "otro lado de la gestión" que se tiene que valorar. Un club con la infraestructura de Colón (predio y estadio) necesitaba atención y esta comisión directiva se la ha proporcionado, inclusive sin contar con los recursos que otros tuvieron a disposición. Los errores quedaron al desnudo con las campañas del equipo en estas dos temporadas y con los siete entrenadores que se consumieron. Se falló en el fútbol. Claramente. Dicho esto, existe en esta gestión otra parte, que posiblemente muchos no vean o no quieran ver, pero que también merece ser contada.
Un párrafo final para algo que es necesario para ayudar a revertir la situación futbolística: el adelantamiento de las elecciones. Godano lo sabe mejor que nadie, porque recibió el club y a los cuatro días tenía el inicio de la pretemporada. ¿Para qué esperar hasta diciembre si se puede ganar tiempo al tiempo? Incluso, el mismo oficialismo, si es que resuelve presentarse, tendría la chance de barajar y dar de nuevo con la legalidad de ser gobierno por dos años más. No es irse "antes de tiempo", sino de hacerlo "a tiempo". De lo que casi con seguridad se podrá jactar esta dirigencia, es que dejará un club mejor de lo que lo recibió. Con juicios levantados, sin generar nuevas demandas, con obras, con los chicos del club jugando en Primera por más que el club no esté en Primera y seguramente más ordenado. Faltó lo deportivo. Colón tuvo la chance histórica de dar el salto cuando en 2021 fue campeón del fútbol argentino. Dos años y medio después se fue al descenso y ahora hay que tratar de devolverle la categoría perdida. Esta comisión no pudo o no supo, pero hay cosas buenas que se hicieron y que se deben contar.