Valentín Demian Fascendini, nacido en Ibarlucea el 13 de marzo de 2003, está completando por estas horas sus últimos trámites de pasaporte europeo para fichar como jugador comunitario.
El zaguero, con permiso de la institución, se fue a Europa a completar los trámites para fichar como comunitario. El nuevo sistema que habilitó AFA tributa menos impuestos: apenas un 5 por ciento del monto global.

Valentín Demian Fascendini, nacido en Ibarlucea el 13 de marzo de 2003, está completando por estas horas sus últimos trámites de pasaporte europeo para fichar como jugador comunitario.
Con un puñado de 40 partidos en el fútbol profesional de Unión, todo parece indicar que el cruce eliminatorio ante Gimnasia de La Plata en el 15 de Abril fue el último con la rojiblanca a bastones. ¿Su destino?: el viejo continente.
"El tema es simple: jugador que llega barato, se vende barato y se va barato”, es una frase que está instalada en el mundo del fútbol. En este caso, el ex Boca llegó libre a Unión y dos años después le dejará algo así como 1.3 millones de dólares “limpios” a las arcas tatengues.
Hace dos años, cuando llegaba a Unión, el sitio TyC Sports aseguraba que “en buena parte del Mundo Boca se preguntan qué pasó para que este pibe de tan sólo 20 años haya quedado en libertad de acción. Defensor fuerte, aguerrido y temperamental, parecía ser el reemplazante natural de Nicolás Valentini en la defensa del equipo azul y oro”.
“Fascendini es categoria 2003. Fue campeón con Mariano Herrón en la Reserva y de la Libertadores e Intercontinental Sub-20 con Silvio Rudman. Marcador central zurdo, buen pie y presencia, le ofrecieron un contrato por cinco años demasiado tarde y quedo libre.
El pibe llegó a trabajar en algunas ocasiones con Jorge Almirón en Primera División. Y lo llamativo es que Boca, que tiene deficiencias en la zonal, al punto que salió a contratar a Cristian Lema, de Lanús, lo deja salir libre a Unión”.
El zaguero debutó en marzo del año pasado, cuando Unión le ganó 2-1 a Sarmiento de Junín: con un nivel consolidado e interesante acumuló 40 partidos con la rojiblanca del Tate. Ahora, todo conduce a su despedida.
Para entender cómo podría salir Valentín Fascendini del calor de Santa Fe hacia el invierno europeo, hay que entender lo que la AFA modificó a mitad de año.
Un cambio estructural sacudió el panorama del fútbol argentino a mitad de año cuando Futbolistas Agremiados y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunciaron oficialmente la implementación de la Cláusula Simplificada de Finalización de Contrato, una herramienta que modifica las transferencias.
Esta medida nació directamente como respuesta al mediático caso de Franco Mastantuono, cuya partida de River Plate hacia el Real Madrid de España evidenció la necesidad de un mecanismo más moderno y ágil para el movimiento de futbolistas.
Esta nueva operatoria “Gatillo” se distingue de las cláusulas de rescisión tradicionales. Bajo este esquema, el futbolista obtiene la libertad de rescindir unilateralmente su contrato en cualquier momento, con la condición de abonar el monto previamente establecido.
Queda claro que no es una transferencia donde el club vendedor cede los derechos del jugador; en cambio, el propio deportista es quien culmina su relación contractual.
La operativa es clara y directa: el club interesado en incorporar al jugador se encarga de asumir el pago total del monto de rescisión, gestionando un acuerdo con el futbolista y el club poseedor de sus derechos.
Una de las innovaciones más significativas es que, a diferencia de las cláusulas comunes que exigen un pago único, esta puede ser abonada en cuotas, lo que facilita enormemente la concreción de operaciones de gran envergadura al distribuirlas financieramente.
Claro que las ventajas no se reducen a la flexibilidad de pago. Esta modalidad presenta un beneficio fiscal considerable, ya que solamente tributa un 5 por ciento contra el 27.5 anterior.
Este nuevo porcentaje, notablemente bajo, convierte a la Cláusula Simplificada en una opción sumamente atractiva, marcando un antes y un después en la forma en que los talentos de nuestra liga pueden dar el salto a mercados internacionales.
Por lo que pudo averiguar El Litoral, “el monto bruto de la Operación Fascendini” es de 1.5 millones de dólares. En consecuencia, la cifra aproximada que le quedaría “limpia” a la tesorería tatengue serían 1.3 millones de la moneda “verde”.




