La Asociación Dirigentes de Empresas (ADE), como toda institución, se tuvo que ir adaptando a las distintas circunstancias en estos momentos de cuarentena, donde lo “peresencial” fue nulo. Hubo que reinventarse. Y con el empuje de siempre, el cual lo encabezan sus dirigentes, fueron sorteando los distintos obstáculos que presentó (y presenta) el Covid-19 y el aislamiento (ahora distanciamiento) social, preventivo y obligatorio.
Uno que siempre está entre los pujantes dirigentes es Benito Correnti, quien justamente por la vasta experiencia que tiene, comenzó en este especial 2020, su etapa número 17 al frente de ADE.
—¿Qué significa sumir un nuevo período al frente de ADE en este contexto?
—Se da esta nueva etapa en un momento especial, donde no somos la excepción. Estamos viendo un panorama donde algunos países de Europa y también Estados Unidos, están experimentando el impacto económico sin precedentes de la gran depresión. En esta oportunidad, asumiendo una presidencia precisamente motivada por estas circunstancias, por la experiencia y el conocimiento de gestiones anteriores a cargo de la misma. ADE también sufrió un fuerte impacto como consecuencia de esta situación, pero sin dudas pensando que en las crisis están las oportunidades, adaptándonos y reestructurándonos.
Somos un equipo formidable de comisión directiva. ADE se caracterizó siempre por tener representantes de distintos sectores de la comunidad santafesina, pensando siempre en nuestro rol como institución para colaborar en esta circunstancia. Uno de los aspectos importantes de esta situación, en la parte social e impulsado como motor del proyecto de la creación del “Fondo Solidario de Empresarios por Santa Fe”, nos sentimos orgullosos de participar en forma coordinada y eficaz para cumplir con esa misión que tenemos de estar acorde a las circunstancias de los tiempos que corren.
En este sentido, emitimos una circular de nuestros asociados, donde decimos que hay un momento de solidaridad social y también económica. Sin dudas que el Estado debe asistir a quienes sufren el impacto de la situación, pero también estamos convencidos que las empresas que tiene recursos propios los deben utilizar. Tenemos muchos planes para esta nueva etapa. Veremos el momento en que se reactive la economía, para reajustarnos y volver a crecer.
—¿Cómo se fueron adecuando desde lo educativo?
—En la parte educativa, en cuanto a nuestro instituto de formación superior, realmente nos encuentra en una buena posición porque teníamos experiencia en educación virtual y a distancia. Estamos actuando permanentemente, no dejamos la actividad, todo lo contrario. Tenemos una muy buena respuesta de los docentes y los alumnos.
También estamos repensando en cómo actuar en muchas otras actividades en las cuales participamos, como los premios El Brigadier. Sin dudas deberemos tener mucha creatividad para ver cómo vamos a hacerlo. Para nosotros es muy importante esta entrega, porque no sólo es una distinción de reconocimiento para las empresas por su trayectoria, sino también porque es una fuente de recursos para los meses (diciembre, enero y febrero) en los cuales la institución, como toda institución educativa, son más críticos, en función de que disminuye la recaudación. Debemos adaptarnos a esta nueva circunstancia y ver qué se puede llegar a generar.
—¿Cómo puede llegar a ser percibida por docentes, alumnos y directivos, la adaptación a la nueva normalidad que se pueda dar?
—Habrá un cambio significativo. El impacto, la urgencia. Todas las entidades y empresas tendremos que aplicar los protocolos con responsabilidad y obligación. El sólo hecho del distanciamiento requerirá más espacios de funcionamiento, de modalidades distintas, grupos reducidos y una nueva etapa. Aspiramos a que lo que se contempla como excepcionalidad, se transforme en una dualidad, una alternativa, que la educación no solo sea presencial sino a distancia. No únicamente por el momento de aislamiento, sino que también es un gran beneficio para sectores que están alejados de los grandes centros educativos.
Las nuevas metodologías de comunicación, como por ejemplo el Zoom, elimina las distancias al acceso a la educación, con lo cual ya pedimos que se contemple la dualidad de la modalidad de la educación.
—¿Se puede encontrar algo positivo en este contexto?
—Lo positivo es que debemos responder a una exigencia que nos hará mejorar a todos. La reestructuración que debemos hacer, busca un mejor funcionamiento. Las oportunidades que se van a generar debemos aprovecharlas con profesionalidad, entusiasmo y ganas de hacer cosas nuevas. Creo que se plantean muchas alternativas, veo un momento muy importante. Y no solo en lo educativo, sino también en lo que hace al rol nuestro complementario, que es como institución, colaborar dentro de la sociedad. Por ejemplo, anunciamos rápidamente la creación dentro de la institución: la comisión de hidrovía Paraguay - Paraná, donde creemos que hoy la ciudad de Santa Fe por su puerto debe tener mayor presencia. En ese sentido, por esta vía, haremos una integración de todos los actores que en conjunto podamos hacer la defensa de los intereses del Puerto de Santa Fe en un momento muy particular, porque se nos aproxima el vencimiento del contrato de concesión de la hidrovía en 2021. Y notamos que no estamos lo suficientemente representados. El impacto de la reactivación del Puerto de Santa Fe es muy importante para la región centro-norte del país. No solo lo podemos demostrar a través de la historia donde fue el desarrollo fundamental de la ciudad. Los términos de la nueva licitación son muy importantes, Santa Fe debe participar y creamos esta CD para cumplir dicho rol.
Sin dudas que el Estado debe asistir a quienes sufren el impacto de la situación, pero también estamos convencidos que las empresas que tiene recursos propios los deben utilizar.