El cantero de avenida Freyre, deslucido y poco aprovechado

Otros problemas

En algunas cuadras se encontraron restos de escombro y de poda, y bolsas de residuos, lo que evidencia un mal hábito santafesino: sacarse la basura de encima, sin respetar días ni horarios de recolección.

Por otra parte, al menos a tres columnas de iluminación les faltan las tapas que recubren el cableado. Un cuidacoche denunció que “es un peligro para cualquiera”. Avenida Freyre es una de las avenidas con mayor cantidad de “trapitos”, debido a que está permitido estacionar en las dársenas del cantero central y porque la ordenanza sólo prohíbe su presencia (auque esto no se cumple) en las zonas con estacionamiento medido, que no llega hasta esta arteria del oeste. En 19 cuadras, El Litoral encontró 16 cuidacoches, prácticamente uno por cuadra.

Por otra parte, se detectó que los pocos cestos de basura que hay están rotos, por lo que no pueden ser usados. Entre General López y Monseñor Zazpe, por ejemplo, los tres tachos están inutilizados. La excepción se ve en las cuadras que fueron remodeladas, entre Salvador Caputto y Bulevar Pellegrini, donde hay varios tachos en funcionamiento.

Estas cuadras renovadas cuentan con rampas para personas con discapacidad en todas las esquinas y bancos en buen estado. El único que da la nota es uno que fue pintado de rojo y blanco, a pocas cuadras de la cancha de Unión. A metros de la rotonda de Freyre y Pellegrini se observa un banco roto, al que le sacaron el respaldo. El resto del mobiliario urbano está en condiciones.

Por la noche, la iluminación de la avenida contrasta con la “boca de lobo” hacia el oeste.

Un poco de historia

En la década del 60, el intendente Ramón Lofeudo, conocido como “Hacha brava”, ordenó la remodelación de avenida Freyre. Se talaron las tipas y álamos, pese a la férrea oposición de los vecinos. Se plantaron nuevas especies, se construyeron canteros centrales, dársenas de estacionamiento y veredas, y se repavimentaron las calles.