El índice agregado de precios de commodities proyecta una contracción del 7,4% en 2025. Este descenso se atribuye fundamentalmente a una actividad económica mundial moderada, tensiones comerciales e incertidumbre política y una amplia oferta mundial de petróleo.
Se anticipa una caída adicional del 6,8% en 2026, marcando el cuarto año consecutivo de declive. El pronóstico para 2027 indica una recuperación parcial del 3,6%.
A nivel de componentes, se espera que el índice de precios de los productos básicos agrícolas del Grupo del Banco Mundial disminuya ligeramente un 2% en 2026, y un 1% en 2027, después de mantenerse estable en 2025. Por su parte, se espera que el índice de precios de la energía disminuya un 12% interanual en 2025 y un 10% adicional en 2026, antes de aumentar un 6% en 2027.
El índice agregado de precios de commodities proyecta una contracción del 7,4% en 2025.Para el caso de los metales y minerales, se proyecta que el índice permanezca esencialmente estable en 2026, con un aumento moderado del 2% en 2027, luego de un aumento del 3% en 2025.
Exceso de suministros y compresión de márgenes: las perspectivas para el agro
Tras una contracción estimada del 6% en 2025, el Grupo Banco Mundial proyecta que el índice de precios de los alimentos – compuesto por cereales, harinas y aceites y otros alimentos - se mantendría estable durante 2026 y 2027.
El sector agrícola presenta un panorama complejo, caracterizado por una oferta robusta que presiona los precios a la baja, mientras los costos de los insumos clave muestran una tendencia alcista, generando una compresión de márgenes.
En el segmento de granos y oleaginosas, en el trigo se proyecta una contracción del 7% en 2025, seguida de una reversión alcista en 2026 (+4%) y 2027 (+4%), ya que el crecimiento de la producción 2025/26 (+1%) se anticipa insuficiente para satisfacer el consumo.
En el caso del maíz, se estima un alza del 4% en 2025, una leve baja en 2026 y una modesta recuperación en 2027; esto se debe a que, pese a una proyección de récord de producción (+5%) en la campaña 2025/26, el aumento del consumo y las bajas existencias iniciales a nivel mundial provocarán que la oferta global supere solo marginalmente a la demanda.
El índice agregado de precios de commodities proyecta una contracción del 7,4% en 2025.Las estimaciones para los precios de la soja prevén una caída del 12% en 2025, atribuida a la desviación de la oferta estadounidense, con recuperaciones en 2026 (+1%) y 2027 (+2%), dado que se estima que la caída de precios inducirá una contracción del 1% en el área de siembra 2025/26 frente a un consumo mundial récord.
En el complejo de aceites vegetales, las proyecciones son alcistas. Para el aceite de soja, se proyecta un alza del 13% en 2025 y un 1,5% en 2026, fundamentada en un exceso de demanda proyectado para la campaña 2025/26. Paralelamente, el aceite de palma potencialmente podría registrar alzas del 6% en 2025 y 3% en 2026, con una leve suba en 2027.
Esta tendencia alcista se atribuye a una desaceleración en el crecimiento de la producción (inferior al promedio 2015-24) y a una fuerte demanda sostenida por su competitividad de precios frente a aceites alternativos. La única moderación en el complejo se espera para el aceite de soja en 2027, atribuida a una menor presión por sustitución gracias a la mejora en la oferta de aceite de girasol.
Para la harina de soja, se proyecta una contracción de precios del 21% en 2025, seguida de una baja adicional del 4% en 2026, atribuida al aumento en la producción de aceite de soja. Sin embargo, se anticipa una modesta recuperación del 2% en 2027.
Para la ganadería
Se prevé que el precio de la carne de res y pollo, después de los aumentos proyectados del 14-16% en 2025, se mantengan estables en 2026 y 2027.
Se proyecta un alza del 21% en los precios de fertilizantes para 2025, impulsada por una demanda robusta, limitaciones comerciales y déficits de oferta. Aunque se anticipan leves caídas del 5% en 2026 y 2027, los precios se mantendrán muy por encima del promedio 2015-19.
Los factores estructurales que sostienen esta tendencia incluyen los elevados costos de insumos y las restricciones/sanciones a exportadores clave (China, Bielorrusia y Rusia).
En el tercer trimestre de 2025, los fertilizantes aumentaron un 30% interanual mientras que los precios de los alimentos cayeron un 5% en relación con el mismo período del año anterior.
Esta divergencia ha erosionado los márgenes de beneficio de los productores, creando un riesgo significativo de menor aplicación de fertilizantes en la campaña 2025/26, lo que podría reducir los rendimientos de los cultivos.