En Rosario Central hay una muy buena noticia: Ángel Di María juega cada partido mejor y ya está totalmente adaptado al fútbol argentino.
Angelito influye cada vez más en el juego ofensivo del “Canalla”, pero el equipo no responde a su altura y este domingo volvió a empatar un partido que parecía resuelto ante Talleres. El conjunto de Ariel Holan es el único invicto del torneo, pero empató 6 de los 8 partidos que disputó

En Rosario Central hay una muy buena noticia: Ángel Di María juega cada partido mejor y ya está totalmente adaptado al fútbol argentino.
Pero, al mismo tiempo, al “Canalla” lo embarga una sensación creciente: que el resto del equipo no está a su altura y por eso al conjunto de Ariel Holan le cuesta tanto resolver los partidos. Le volvió a suceder este domingo ante Talleres, el equipo de Carlos Tevez que no es ni la sombra del que años atrás peleó por cosas importantes a todo nivel.
Central había logrado ponerse en ventaja a partir de la jerarquía de Angelito y del golazo de Alejo Véliz, en un primer tiempo que presagiaba una victoria cómoda. Pero entró dormido al segundo tiempo y Talleres lo acostó. Otros dos puntos que el “Canalla” deja escapar de local, que duelen en las dos tablas.
“Nos terminan haciendo un gol de mierda y después se meten atrás. El árbitro también permitió eso, después dicen que nos ayudan”. La calentura de Di María tras la finalización del partido se evidenciaba en sus declaraciones.
Central tenía todo para quedarse con los tres puntos y para escalar hacia la cima de la Zona “B” del Torneo Clausura y hacia los más alto de la tabla anual, la que clasifica a la Copa Libertadores del año que viene. El empate de Valentín Depietri comiéndole las espaldas al defensor Emanuel Coronel en el arranque del segundo tiempo, volvió a arruinar los planes “auriazules”.
“Merecimos más, ellos no venían bien y venían a llevarse algo de acá. Intentamos ganar el partido todo el tiempo, nos sigue faltando ese poquito y salimos dormidos, nos terminan haciendo un gol de mierda, se termina dando un empate porque se meten atrás, después dicen que nos ayudan...", completó “Fideo”, con mucha bronca por la forma en que se dio el partido.
El VAR debió intervenir en varias situaciones “finas” y dio la sensación de que acertó en todas.
El técnico Ariel Holan hizo un análisis bastante más sereno: “Hicimos un excelente partido hasta la expulsión (de Navarro en Talleres), debimos haber ido ganando por una diferencia mayor. Nos desordenamos un poco, creo que la diferencia de altura para la pelota parada y los centros no la pudimos capitalizar, eso terminó sellando el empate”, consideró.
Y agregó: “Da un poco de bronca por el gran partido del equipo. Talleres hace lo que cree que le conviene, está pasando un mal momento, pero es un equipo duro, a su manera trata de construir fútbol y creo que lo superamos ampliamente en el juego”.
Después, el entrenador “auriazul” hizo una evaluación un poco más global del rendimiento de ss dirigidos en este segundo semestre del año: “En no menos de tres de los empates, merecimos ganar los partidos, el fútbol tiene estas cosas. En el semestre pasado hicimos buenos partidos y con un 1 a 0 alcanzaba. Hay aspectos difíciles de controlar, como circunstancias puntuales o el azar”, expresó.
Central completó ocho encuentros hasta aquí en el campeonato -tiene pendiente el segundo tiempo frente a Sarmiento de Junín, que se suspendió por lluvia torrencial-. Empató seis y solo pudo ganar dos; uno de visitante en cancha de Lanús y el clásico ante Newell’s en el “Gigante”, que por supuesto tiene un plus anímico particular, pero otorga tres puntos al igual que el resto de los encuentros.
En este arranque de campeonato tuvo la ventaja de disputar seis encuentros en su reducto de Arroyito, con el empuje de su hinchada. Solo pudo ganarle a Newell’s y empató con Godoy Cruz, San Martín de San Juan, Deportivo Riestra, Boca y Talleres. Es el único invicto del fútbol argentino, pero dejó pasar muchas oportunidades de sumar de a tres.
Volviendo al principio, la mejor noticia para Central es que Di María está plenamente adaptado al fútbol argentino y cada vez influye más en el juego del equipo. Hasta se trenza en duras peleas cuerpo a cuerpo con los rivales, cosas que raras veces hacía en Europa.
La contracara es que el conjunto de Holan no traduce en puntos el dominio que suele ejercer en el juego y va perdiendo un poco de terreno en las dos tablas, por ahora ayudado por sus adversario directos que tampoco pueden hacer gran diferencia. Y se vienen los rivales más duros en el tramo final del torneo.




