El Gran Premio de Malasia del Moto3 vivió un momento crítico cuando el español José Antonio Rueda colisionó contra el suizo Noah Dettwiler, generando preocupación inmediata en el circuito internacional de Sepang. La situación obligó a detener la competencia y movilizar a ambos pilotos hacia la capital, Kuala Lumpur, debido a la falta de unidades sanitarias disponibles en el lugar.
El accidente se produjo en una curva, donde los corredores circulaban a velocidades muy distintas. Rueda, del equipo Red Bull KTM Ajo, avanzaba aceleradamente, mientras Dettwiler, representante de Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), se desplazaba más lento. El impacto fue inevitable y provocó un choque que obligó a interrumpir la carrera temporalmente.
Ambos pilotos fueron trasladados en helicóptero para recibir atención médica. Según la transmisión oficial, Rueda y Dettwiler se encontraban conscientes durante el traslado, aunque no se difundieron partes médicos sobre su estado de salud en ese momento. La distancia entre Sepang y Kuala Lumpur es de 85 kilómetros, lo que demoró la reanudación de la carrera.
Suspensión y cambios en la competencia
Debido a la emergencia, la carrera fue acortada a 10 vueltas, afectando la estrategia de los pilotos y las condiciones de la pista, que habían cambiado de temperatura. La organización explicó que la reprogramación fue necesaria para coordinar el posterior GP de MotoGP y garantizar la seguridad de todos los corredores.
Rueda, campeón anticipado de la temporada de Moto3, se vio involucrado en este episodio crítico pese a su liderato en la clasificación. Aun así, los equipos valoraron que los pilotos permanecieran conscientes y fuera de peligro inmediato durante el traslado.
José Antonio Rueda fue trasladado en helicóptero tras el fuerte accidente en el GP de Malasia.Victoria y podio
La carrera finalmente fue ganada por el japonés Taiyo Furusato, quien se quedó con su primer triunfo en un Gran Premio de Moto3 con una Honda. Lo acompañaron en el podio los españoles Ángel Piqueras y Adrián Fernández, cerrando una jornada marcada por la tensión y el riesgo extremo que caracterizan al motociclismo internacional.
El accidente de Rueda y Dettwiler recordó la fragilidad de la seguridad en las competencias y la importancia de la coordinación médica en circuitos de alto riesgo. La intervención rápida de los equipos de emergencia y el traslado aéreo fueron fundamentales para minimizar el impacto de la colisión.
Pese al susto, la organización destacó que la carrera pudo reanudar sin mayores incidentes, aunque con una distancia acortada y cambios en la estrategia de los competidores. Esto alteró las condiciones de la pista, obligando a los corredores a adaptarse a temperaturas distintas a las previstas al inicio de la prueba.
Noah Dettwiler sufrió un impacto en la curva y también fue llevado en helicóptero.El GP de Malasia dejó así una mezcla de adrenalina, preocupación y victoria, con la confirmación de Furusato como nuevo ganador, mientras Rueda y Dettwiler recibían atención médica especializada. La competencia reflejó, una vez más, los riesgos que enfrentan los pilotos en cada curva y la necesidad de preparación extrema en cada carrera.
A pesar de la tensión generada, la competencia se desarrolló con normalidad después de la reanudación, y la emoción volvió a dominar el trazado de Sepang, donde los aficionados pudieron disfrutar del talento de Furusato y del desempeño de Perrone y Morelli.