Humillaciones como la que sufrió Newell’s este domingo en la cancha de Boca, donde recibió cinco goles prácticamente sin oponer resistencia y podrían haber sido varios más, marcan un claro fin de ciclo. En el caso del club rosarino, el ocaso es a todo nivel.
El resultado y la presentación del equipo, resumen el ocaso de muchos de los jugadores que integran el plantel, del cuerpo técnico actual y de la dirigencia, que a esta altura solo espera las elecciones de diciembre para salir de la escena política “leprosa”.
El entrenador Cristian Fabbiani, que en la semana dejó en claro que solo resiste en el cargo por una cuestión económica, solo puede mantenerse en el cargo porque hoy la “Lepra” es un barco a la deriva, sin conducción en todas las esferas de la institución.
A los 15 minutos del primer tiempo, ya se podía ver con claridad que Newell’s iba a sufrir un resultado catastrófico en la “Bombonera”.
Boca, que llegaba a este partido con más dudas que certezas y sin su DT titular en el banco por los conocidos problemas de salud que atraviesa Miguel Ángel Russo, le metió tres goles en esa primera etapa, dos más en el complemento y pudo encajarle tres o cuatro más si no hubiera sido por las atajadas del arquero Juan Espínola, que por momentos parecía luchar en soledad contra todos los jugadores “xeneizes”.
Bronca
La presentación “rojinegra” este domingo fue un oprobio a la centenaria y gloriosa historia de Newell’s. Así lo entendieron los hinchas, que estallaron de bronca y hastío en las redes sociales.
Lo único que calma un poco a los socios “leprosos”, es la certeza de que en un par de meses podrán ir a las urnas para elegir una nueva conducción, un nuevo presidente, un nuevo rumbo para la entidad del Parque de la Independencia.
Luego de la humillante caída ante Boca por 5 a 0, en el vestuario visitante de la “Bombonera” se esperaba una decisión drástica, una señal de cambio, una reacción o un gesto que demostrara que a alguien le quedaba aún un poco de autoridad. Nada de eso sucedió.
Cristian Fabbiani se sentó frente al micrófono en la sala de conferencia de prensa y confirmó que seguirá en el cargo. “Hasta diciembre voy a seguir, hay que comer mierda y dar la cara”, aseguró.
“No hay que hablar más. Hay que poner la cara y salir adelante. El viernes en casa tenemos que demostrar de qué estamos hechos”, agregó en referencia al próximo partido en el “Coloso Marcelo Bielsa”, ante Tigre. “Yo tengo fuerzas para seguir. En diciembre veremos”, dijo el “Ogro”.
Dio la sensación de que él podía tomar esa decisión por sí mismo porque en el vestuario no había nadie que le pudiera indicar lo contrario.
Con un pie afuera
En este partido ante Boca, como en los anteriores contra Belgrano tanto en Copa Argentina como en el Torneo Clausura, por momento dio la impresión de que los jugadores ya no estaban comprometidos con la idea de juego del entrenador.
Fabbiani respondió sobre ese tema: “No siento que los jugadores me soltaron la mano. A los jugadores no se les puede decir nada”, indicó. Y luego afirmó que “hay que volver a lo de antes, tirarse de cabeza a la pelota. Ahí vamos a ver de qué estamos hechos”.
Será una semana difícil en Newell’s. Mientras el equipo se arrastra en la cancha y pierde puntos importantes y prestigio, en el club se agitan las aguas políticas, con agrupaciones que juntan avales y tratan de llegar con posibilidades a las elecciones programadas para el 14 de diciembre.
La semana pasada hubo un momento de tensión cuando la Junta Electoral que trabaja en la institución inhabilitó al candidato Julián González, argumentando que no contaba con la antigüedad necesaria como socio pleno.
El viernes, la cancha seguramente será un hervidero. Será una prueba más para los jugadores, que son los que saldrán a poner la cara ante los hinchas, que ya no pueden más de fastidio y desilusión. En la “Lepra” hay una sola certeza: así no se puede seguir porque empieza a correr riesgo la permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino.