Las ganas de ver a la selección y la "rosca" por lo que se viene en el fútbol argentino

(Enviado Especial a Buenos Aires)

La dirigencia del fútbol argentina va a definir en los próximos tiempos tres temas: 1) la supresión de los descensos en Primera; 2) la posible mudanza de la sede de la Afa a Ezeiza y 3) que haya dos descensos de la B Nacional (los dos últimos de cada zona). Hace bastante que los dirigentes no se reúnen (el tradicional encuentro de comité ejecutivo) y hay una asamblea que fue citada para el 17 de octubre y en la que, con absoluta seguridad, se votará la continuidad de Chiqui Tapia hasta 2028.

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El por qué de la mudanza de calle Viamonte al predio de Ezeiza responde, claramente, a cuestiones políticas vinculadas a la avanzada del gobierno nacional por el tema Sociedades Anónimas Deportivas. Se busca cambiar la jurisdicción –de capital a provincia- para que también se modifique la autoridad de contralor. Claramente, lo que se busca en Afa es articular todos los medios para que los clubes no se vean acorralados por esta decisión que se ha tomado desde el gobierno de Milei de seguir adelante con el desembarco de las SAD en el fútbol argentino.

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Respecto de lo deportivo, lo de la supresión de los descensos es un “secreto a voces” y se lo da como algo consumado esta vez. Serían 30 equipos (la famosa “herencia” que dejó Grondona y que muchos de los dirigentes que están actualmente en el fútbol se encargaron de criticar desde el mismo momento en que el presidente de la Afa falleció en 2014), se dividiría el torneo en dos zonas de 15 equipos, jugarían todos contra todos con un interzonal en dos torneos, Apertura y Clausura. Muchos dirigentes, o la gran mayoría, no resiste el archivo. Todos opinaban en contra de sumar equipos a la máxima categoría, alguna vez se firmó un acta-compromiso para bajar a 22 (cuando eran 28), pero resulta que lejos de cumplirse, se vuelve a aquello que ideó Grondona (en cuanto a la cantidad de equipos) y que fue seriamente cuestionado en su momento.

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Todas estas cuestiones formaron parte de la tradicional “rosca” que precede la toma de grandes decisiones. Fue uno de los grandes temas en un Monumental que alternó la ansiedad por ver a la selección luego de haber ganado nuevamente la Copa América. Como entrenador de selecciones, el Tigre Gareca nunca pudo vencer a la Argentina: suma cinco partidos hasta este dirigiendo a Chile, con dos empates y tres derrotas: Perú-Argentina 2-2 (Lima, 2016); Argentina-Perú 0-0 (en la Bombonera, 2017), Perú-Argentina (0-2 en Lima, 2020), Argentina-Perú (1-0 en el Monumental, 2021). El último antecedente es de este año, en la Copa América de Estados Unidos: Argentina 1-Chile 0 por la fase de grupos y gracias al gol de Lautaro Martínez a dos minutos del final, en el Metlife de Nueva Jersey.

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A propósito de Gareca, la nómina ha sorprendido por prescindir de diversas figuras que han disputado el torneo continental. Asimismo, la doble jornada de las eliminatorias para este septiembre no contará por primera vez en casi dos décadas con importantes pilares de la Generación Dorada que revolucionó el fútbol chileno. Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez no vestirán, por primera vez desde 2005, la camiseta de la Roja. Y el histórico portero Claudio Bravo anunció hace unos días su retiro del fútbol profesional.

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Lionel Scaloni estiró hasta último momento la elección del capitán para el partido con Chile y también con Colombia, ante la ausencia de Lionel Messi en estas convocatorias. Fiel a su estilo, Scaloni dijo que al equipo lo tenía prácticamente definido pero no lo dio a conocer. Otamendi es el candidato número 1 a ponerse la cinta, De Paul es una buena alternativa y algunos hasta se animaron a pensar en el Dibu Martínez. “Va a ser alguien muy representativo”, se escuchó decir. Sin Messi ni Di María, cuesta descubrirlo. Mucho menos sin saber, por ejemplo, lo de Otamendi, que está comenzando a resignar su lugar de segundo marcador central en manos de Lisandro Martínez, que fue titular y con un gran rendimiento en la Copa América de Estados Unidos.

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Otra curiosidad de la convocatoria de Gareca, es que hay siete jugadores chilenos que militan en el fútbol argentino. Se trata de Gabriel Arias (arquero de Racing), Paulo Díaz (marcador central de River Plate), Matías Catalán (defensor de Talleres de Córdoba), Felipe Loyola (defensor de Independiente), Rodrigo Echeverría (mediocampista de Huracán), Williams Alarcón (mediocampista de Huracán) y Bruno Barticciotto (delantero de Talleres).

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Argentina nunca perdió un partido oficial ante Chile jugando como local en la historia (ganó 28 y empató 7). En las Eliminatorias, son cinco victorias para la Albiceleste y tres empates cuando jugamos ante los trasandinos como locales. La estadística oficial es terminante. Y se acrecienta con la actuación de Chile en estas eliminatorias, ya que perdió todos los partidos que jugó de visitante. Pero, como siempre se dice, a los partidos hay que jugarlos, aunque la estadística es concluyente y refleja claramente la paternidad argentina, aunque los chilenos tienen algo a favor: nos ganaron dos finales de Copa América consecutivas, en 2015 y 2016, ambas por penales y privando a Messi de ser campeón antes, algo que el mejor jugador del mundo se encargó de darse el gusto y con creces: un Mundial, dos Copa América y una Finalíssima. Más no se le puede pedir a un jugador de fútbol.

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Argentina usó el menor número de jugadores diferentes (23) en las Eliminatorias Sudamericanas hacia el Mundial 2026, tendencia que se repite contando únicamente futbolistas titulares (16). Seis argentinos fueron desde el inicio en todos los partidos de la Albiceleste en el torneo hasta este partido: Enzo Fernández, Emiliano Martínez, Rodrigo de Paul, Nicolás Otamendi, Alexis Mac Allister y Cristian Romero.

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Para los hinchas de Colón, el último choque de Eliminatorias entre Argentina y Chile les debe traer muy gratos recuerdos. Es que el partido se disputó en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, en plena etapa de pandemia todavía, terminó 1 a 1 con goles de Messi (de penal) y Alexis Sánchez, pero la curiosidad es que se jugó el 3 de junio de 2021, es decir, el día previo al de la final entre Colón y Racing en el Bicentenario de San Juan, que consagró campeón al equipo de Eduardo Domínguez.

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En ese partido fueron titulares algunos jugadores que luego fueron perdiendo terreno, caso Juan Foyth, Lucas Ocampos o Lucas Martínez Quarta, por ejemplo. Eran suplentes algunos que después se ganaron un lugar, como Lisandro Martínez, Nahuel Molina y Julián Alvarez, que ingresaron en el segundo tiempo.

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Por Eliminatorias, en cancha de River jugaron en la previa al Mundial de Rusia. Fue el 23 de marzo de 2017 y al partido lo ganó Argentina, todavía bajo la conducción técnica del Patón Bauza. El gol de la selección fue convertido por Lionel Messi (¡cuándo no!), también luego de la ejecución de un tiro penal.

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Como es una costumbre en los partidos que se juegan en la cancha de River, muchísima gente transformó a la avenida del Libertador en una marea celeste y blanca que tuvo su foco principal en la esquina de Udaondo, a unos 300 metros del estadio. El fervor por ver a los campeones del mundo y bicampeones de América fue el mismo de siempre, más allá de la ausencia de Messi. Las entradas se agotaron, incluso desafiando precios que no son tan “populares”, máxime teniendo en cuenta que hay un “carácter familiar” a la hora de planificar una salida para ver a la selección.