De acuerdo con el Informe de Actividad Industrial que elabora el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina, la actividad manufacturera en agosto tuvo un retroceso del 3% en términos interanuales mientras que se mantuvo en los mismos niveles que en julio de este año, mes en el que la actividad había caído 2,3% en términos intermensuales.
Con estos datos, en términos internanuales la industria habría mostrado una suba en torno al 5%, fundamentalmente debido al bajo nivel de comparación producto de las medidas de política económica tomadas por el gobierno nacional, pero se encuentra 10 puntos por debajo del acumulado de 2023. Sólo las actividades vinculadas a la cosecha lograron una recuperación (+1,6% vs. acumulado a julio 2023) producto de que aquel año el país sufrió las consecuencias de una sequía histórica.
Datos de cámaras empresariales y organismos del sector público y privado. ADEFA, SIOMA, CAMMESA, AFCP, Gobierno de Brasil, CIARA.
Los datos disponibles al mes de agosto muestran que entre los sectores que más retrocedieron mensualmente están los vinculados con la construcción (despachos de cemento -9%), mientras que el patentamiento de maquinaria industrial, que venía mostrando una recuperación importante en la primera mitad de 2025 tuvo una importante caída (-13%), como también la tuvieron la producción de metalmecánica (-2,3%), y la producción de autos (- 7%), en gran medida debido a una desaceleración de las exportaciones.
El relevamiento de la UIA indica, por otro lado, un deterioro de las expectativas de los empresarios que en agosto reportaron un aumento en la caída en la producción, ventas y empleo de sus empresas: la de ventas (43,5% con caída) fue más marcada que la de la producción (36,3%), y, en materia laboral, el 24,4% redujo su dotación de personal, alcanzando el nivel más alto de la serie.
También, la baja de la demanda interna se consolidó como la principal preocupación (40,1%), fundamentalmente por la pérdida de la demanda proveniente de otras industrias (22,5%), lo que anticipa un deterioro aún más importante en la producción.
Esto termina reflejándose en que cada vez menos empresas prevén mejoras en su situación económica, en su sector de actividad y en el país en general lo que consolida “un escenario industrial marcado por debilidad en la demanda y un horizonte de recuperación todavía incierto”.