Aerolíneas Argentinas desmintió hoy que vaya a suspender vuelos a destinos del interior del país, pero ratificó que reducirá cerca del 30 por ciento las frecuencias por las vacaciones de 170 pilotos, mientras se agudiza el conflicto que comenzó hace dos semanas.
Voceros de la empresa revelaron a DyN la existencia de gestiones ante la Fuerza Aérea y el Ministerio de Trabajo para modificar aspectos de las normas vigentes en materia de períodos de descanso para el personal de pilotos.
Las declaraciones de la compañía fueron cuestionadas por el representante del Estado en el directorio, Ariel Basteiro, mientras el titular de la Unión de Aviadores de Líneas Áreas (UALA), Diego Serra, aclaró que en Austral todos los pilotos pueden volar.
El funcionario advirtió que "no se justifica" que se haya hecho una "programación de emergencia por 90 a 120 días, toda vez que la empresa adjudica el inconveniente a reclamos de pilotos de Aerolíneas, pese a que muchos de los vuelos suspendidos corresponden a Austral".
"Las demoras y cancelaciones de Austral son consecuencia de los problemas de Aerolíneas Argentinas que lamentablemente impactan en nuestra empresa", manifestó Serra y aclaró que "los pilotos de Austral cumplen estrictamente de acuerdo a la legislación aeronáutica vigente, con el cronograma de vacaciones y descansos, por lo que ningún piloto tuvo que dejar de volar".
La compañía hoy informó que diagramó y puso en marcha un cronograma de vuelos limitado con cobertura a cargo de Aerolíneas y de Austral (del mismo grupo empresario, Marsans).
El gerente de Asuntos Corporativos, Jorge Molina, detalló que "para normalizar la situación de vacaciones pendientes se licenció a los pilotos que estaban vencidos en plazo y que totalizan 170, sobre un plantel de 600".
"En esta nueva gestión (tras la salida de Antonio Mata en abril de 2006) se hizo un esfuerzo en tratar de saldar las vacaciones pendientes, al punto en que en 15 meses se dieron 20.200 días de vacaciones, prácticamente duplicando la cantidad otorgada con anterioridad".
El directivo consideró que "a menos que se alcance algún acuerdo de reinterpretación del artículo 44 (del decreto 671/94), referido a los tiempos de descanso anual (30 días más 10 en contratemporada), la reducción de entre 25 y 30 por ciento de los vuelos nacionales y regionales persistirá por unos 45 días".
Molina detalló que "los pilotos de Aerolíneas trabajan un promedio de 40 horas mensuales, cuando en el mundo lo hacen 70 horas" y agregó que "mientras que en el resto del mundo las vacaciones en esta actividad son de 30 días anuales, en Argentina resultan de 30 más 10 días en contratemporada".
El directivo lamentó la situación planteada "en cuanto a las molestias que acarrea a los usuarios" del servicio. "Vamos a estar con este régimen de vuelos, con 30 por ciento menos de frecuencias, pero sin dejar de atender ninguna ruta", puntualizó Molina.
También lamentó que "este problema se produzca en momentos en que estamos buscando una paz social (entre la empresa y los gremios del sector), contar con un horizonte previsible, y concretar inversiones en aviones por parte de Marsans, (accionista principal) de 40 equipos sobre 70 comprados por el grupo español.
Ante esto, Basteiro aseguró "es inadmisible que a un año de haber firmado un convenio con Argentina y España ahora los socios mayoritarios deban supeditar las inversiones a una paz social que se debe generar por aciertos en la gestión y no por el compromisos que piden a los actores sin dar nada a cambio".
DyN


































