Las ciudades afectadas son La Paz (3.600 metros), Quito (2.850 metros) y Bogotá (2.600 metros). El Comité Ejecutivo de la Fifa, con Joseph Blatter a la cabeza, dio sus explicaciones. Reacciones en Sudamérica por la medida tomada en Suiza.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) vetó hoy a las ciudades de La Paz, Quito y Bogotá, todas ubicadas a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar, para ser sedes de partidos internacionales de todo tipo, tanto de selecciones como de equipos.
La Paz (3.600 m), Quito (2.850 m) y Bogotá (2.600 m) no podrán ser sedes en las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Sudáfrica 2010 que comenzarán a fin de año, razón por la cual Bolivia, Ecuador y Colombia deberán elegir otros estadios para jugar.
El presidente de la Fifa, el suizo Joseph Blatter, justificó la decisión de su Comité Ejecutivo invocando “razones médicas y para proteger la salud de los jugadores”.
“Sé que habrá quejas, sobre todo en Sudamérica, pero tenemos que pensar en la salud de los jugadores. También, en la distorsión de la competición si los partidos se juegan en ese nivel”, dijo Blatter.
Inmediatamente, la quejas llegaron y los primeras fueron desde Colombia, donde el técnico del seleccionado, Jorge Luis Pinto, dijo a radio Caracol que la decisión de la Fifa “contradice la historia” y la calificó como un mensaje “a Sudamérica y al grupo andino para que no jueguen más fútbol”.
Pinto, quien quería que la sede de los partidos de Colombia fuera Bogotá y no Barranquilla, agregó que la decisión de la Fifa “no tiene fundamento fisiológico ni científico”.
Y destacó: “En la altura, puede prepararse cualquier deportista” y que “prueba de ello son 50 años del fútbol colombiano, 50 años del fútbol ecuatoriano y que no ha pasado nada en Bolivia”.
La polémica sobre jugar en la altura se viene dando desde hace mucho tiempo. Es más, en las eliminatorias para el Mundial de Francia 98, el entonces entrenador del seleccionado argentino Daniel Passarella se quejó de que en Quito “la pelota no dobla”.
Las protestas dentro de la Conmebol crecieron este año, luego de que Flamengo, que jugó y empató 2-2 en La Paz por Copa Libertadores de América ante Real Potosí, aseguró que prefería perder los puntos que volver a jugar en la altura.


































