Josef Fritzl, el austríaco de 73 años que durante 24 años mantuvo secuestrada a su hija con la que tuvo siete hijos, negó haber abusado sexualmente de la mujer desde que era preadolescente y sólo tenía 11 años,
Lo informó este jueves el semanario News, de acuerdo a un cable de la agencia de noticias ANSA, que citó declaraciones de Fritzl a su abogado defensor, Rudolf Mayer.
"No es cierto, no soy un hombre que abusa sexualmente de niños pequeños", dijo Fritzl a su abogado.
Su hija Elisabeth, ahora de 42 años, había declarado a la policía que había sido abusada sexualmente por su padre desde que tenía 11 años.
En la entrevista con News, Fritzl admitió haber proyectado el secuestro de su hija dos o tres años antes.
"Es cierto, debió haber sido en 1981 o 1982, cuando comencé a transformar mi sótano en una celda, cerrándola con una pesada puerta de cemento armado telecomandada", relató.
"Luego hice el aislamiento acústico del bunker e instalé una toilette y un lavadero, coloqué una cama, un horno y una heladera", dijo.
Fritzl relató las primeras semanas después de ese 28 de agosto de 1984, cuando encerró a Elizabeth.
"Fue una especie de círculo vicioso, del cual desde un cierto punto no había vía de escape ni para Elizabeth ni para mí: con cada semana en la que tenía prisionera a mi hija, mi situación se volvía más pesada, y realmente pensé varias veces en dejarla en libertad", dijo.
Tenía "miedo de ser arrestado y miedo de que mi familia y todos los demás conocieran mi crimen", agregó Fritzl, quien aseguró que el deseo de tener relaciones sexuales con su hija era como "una manía".
Por su parte, Elisabeth Fritzl aseguró que pensó en escapar de su hogar poco antes de ser encerrada por su padre.
Así surgió de algunas cartas que la joven, que entonces tenía 18 años, escribió a un amigo suyo, y de las cuales el periódico Oestereich publicó hoy algunos tramos.
"Después de los exámenes me mudaré con mi hermana y su novio, para ellos el apartamento es demasiado caro, para mi estará bien, tendré dos habitaciones para mi", escribió Elizabeth a su amigo.
Télam































