Por Luis Rodrigo
El senador justicialista Alcides Calvo logró ayer la aprobación de un proyecto de comunicación que pide que el gobierno santafesino busque la continuidad de los vuelos de la aerolínea Sol a Rafaela.
Como se sabe, los efectos de un proyecto de comunicación no van más allá de una formal -y muchas veces rutinaria- expresión de deseos. Acaso ése fue el precio para lograr la unanimidad dentro de su propio bloque, y hasta de los representantes del oficialismo.
No debe olvidarse que no fue sencillo, hace 4 años, el debate en el Senado por el subsidio de 9 millones de pesos, que otorgó el gobierno de Jorge Obeid a la aerolínea Sol. El 28 de diciembre de 2005 no se celebraba el Día de los Santos Inocentes en la Cámara Alta santafesina.
Fue una reunión particularmente extraña, con día, horario y hasta lugar diferentes. Se celebró un miércoles, no por la tarde sino de noche y en el recinto de Diputados (el de Senadores estaba siendo restaurado).
Pero eso no fue lo más curioso: el bloque del PJ a las 17 convocó a la prensa para anunciar que no habría sesión para tratar el subsidio a Sol. Sin embargo, llamadas del Ejecutivo mediante, para las 17.30 la posición giró en 180 grados: ‘‘Sesionaremos para cumplir con las responsabilidades de la mayoría”, dijeron los legisladores del peronismo, que unos minutos antes habían amenazado con hacer fracasar la sesión extraordinaria por la negativa del socialismo a aprobar el aporte estatal, y la ausencia del representante por La Capital, Juan Carlos Mercier, que para aquella sesión se encontraba fuera del país.
Los senadores del peronismo (salvo Calvo) tenían serias dificultades para explicar en sus territorios que iban a destinarse 3 millones de pesos de la provincia (por entonces tenían otro valor) a vuelos que no llegarían a sus ciudades. Se enfurecían al pensar que con sus votos iban a sostener una decisión para beneficiar a Rosario, mientras la senadora por ese departamento Patricia Sandoz (del PS) rechazaba el proyecto del Ejecutivo, y que tampoco estuviera Mercier para pagar los costos políticos.
El texto del convenio con Sol -que comenzó a volar en agosto de 2008- contenía un artículo -otra expresión de deseos, de poco vuelo- que decía que de aparecer algún interesado también habría subsidios y aviones a Reconquista y Venado Tuerto.



































