En las películas dedicadas a la mafia, o más bien, las que utilizaron ese universo, sus códigos y personajes para reflexionar sobre temáticas diversas (desde el carácter destructivo del poder en la fundacional “Hampa dorada” de 1931, hasta el paso del tiempo y sus consecuencias en “El irlandés”, de 2019) las mujeres siempre ocupan un rol significativo, pero lateral. Su gravitación en la trama incluso puede ser decisiva, pero siempre el que “jala los hilos” (para utilizar una metáfora recurrente del género, que incluso en algún caso se utilizó para los carteles) es un varón.
Dentro de esos parámetros, la figura femenina adquiere distintas fisonomías a lo largo de las décadas, dentro de las películas dedicadas a narrar las tribulaciones de las familias dedicadas al crimen organizado. En “Scarface” (1932), que describe como el ascenso y caída del matón italiano Tony Camonte (Paul Muni), hay dos mujeres. Poppy (Karen Morley) es para Tony apenas un botín que le arrebata a su antiguo jefe (Osggod Perkins) una vez que lo destituye para ocupar su lugar. Y Cesca (Ann Dvorak), su hermana, por la que Tony siente un amor confuso y patológico, que alcanza ribetes trágicos cuando se convierte en la amante de su mejor amigo.
Ann Dvorak en "Scarface" (1932). Foto: Universal PicturesSin lugar en los negocios
En las dos primeras entregas de “El padrino”, tal vez la saga más icónica dentro del cine dedicado a la vida de los mafiosos, las mujeres están relegadas por completo y no se les permite acceder a la toma de decisiones respecto a los asuntos de la familia. Lo plantea con claridad Michael Corleone (Al Pacino) sobre el final de la parte uno, cuando le dice a su esposa Kay (Diane Keaton) “nunca me preguntes sobre mis negocios”. Hay algún grado de evolución en “El padrino III” (1990) donde Connie Corleone (Talia Shire) asume un rol más determinante en las acciones de la familia, e incluso sus consejos son los que llevan a Michael a ungir finalmente a Vincent (Andy García) como sucesor de su imperio.
Diane Keaton en "El padrino" (1972). Foto: Paramount Pictures, Alfran Productions¿Cómo lidiar con un mundo sórdido?
En “Buenos muchachos” (1990), que narra el día a día de los mafiosos desde una perspectiva más mundana y visceral que “El padrino”, a la mujer del protagonista (Lorraine Bracco) le cuesta lidiar con el sórdido mundo en que se mueve su marido Henry Hill (Ray Liotta). Primero se siente deslumbrada. “Sé que hay mujeres, por ejemplo mis mejores amigas, que habrían dejado a su novio en el momento que les hubiera dado un revólver. Pero yo no. Si he de decir la verdad, hasta me pareció sexy”, dice. Sin embargo, con el paso del tiempo se siente cada vez más asfixiada por el formato de vida que ha elegido su marido. Sus únicas amigas son las esposas o novias de los criminales con los cuales trabaja su marido. “Estar siempre juntas hace que todo parezca más normal”.
Lorraine Bracco en "Buenos muchachos". Foto: Warner Bros.“Casada con la mafia” (1988) y “La mujer del gángster” (1993) representan variaciones que intentan esbozar comedias a partir del choque entre figuras femeninas (estereotipadas) y las reglas del masculino mundo de los mafiosos. En la primera, Angela (Michelle Pfeiffer) está infelizmente casada con un jefe del hampa. Cuando éste es asesinado, desea comenzar una nueva vida. Pero otro líder criminal empieza a cortejarla y un agente del FBI comienza a seguirla. En la segunda un fotógrafo policial salva la vida de un jefe de la mafia y este en agradecimiento, le ofrece la compañía de Gloria, una de sus empleadas. Pero el hombre no quiere aceptar los favores del criminal y sabe cómo actuar con la chica.
Michelle Pfeiffer en "Casada con la mafia" (1988). Foto: Orion PicturesEn los últimos años, a tono con los tiempos, las mujeres adquirieron un rol preponderante en las películas de mafia, históricamente masculinas. Un caso paradigmático es “Las reinas del crimen” (The Kitchen, 2019), de Andrea Berloff, con Melissa McCarthy, Tiffany Haddish y Elisabeth Moss. Está ambientada en los años 70 pero proyecta su mirada sobre debates de intensa actualidad. Describe cómo las esposas de un grupo de mafiosos de Nueva York continúan los negocios de sus maridos después de que estos sean encarcelados.
"Las reinas del crimen" (2019). Foto: New Line CinemaEn la misma línea va “La heredera de la mafia” (Mafia Mamma) de Catherine Hardwicke, que se estrena en los cines argentinos el próximo jueves 27 de abril, con Toni Collette y Monica Bellucci como figuras protagónicas. Se trata de una comedia que cuenta las peripecias de una mujer estadounidense que vive en los suburbios y cuya vida cambia por completo cuando hereda el imperio mafioso de su abuelo. Y debe adaptarse a un mundo cuyas reglas no conoce. Peter Debruge, crítico de Variety, la describió como “una divertida farsa de pez fuera del agua con ADN de ‘Godfather’ y un toque inteligente de empoderamiento femenino”. Habrá que ver que repercusión tiene en Argentina, pero lo que es irrefutable es que las “mujeres de la mafia” no volverán a ser las mismas.