Tras concluir la lectura de “Los gauchos judíos”, de Alberto Gerchunov, el sábado 30 el Taller de Lectura dependiente del Ministerio de Cultura de la Provincia dará inicio a la lectura de “El jugador”, de Fiódor Dostoievsky. En la oportunidad Fabiana Alonso, profesora de Historia, disertará sobre el contexto histórico y cultural en el que vivió y
escribió el autor ruso.
Autor de desmesurados personajes y situaciones, Dostoievsky (1821-1881) se inscribe en el contexto literario de la gran literatura rusa del siglo XIX, junto a Goncharov, Turgeniev, Tolstoi, Chejov, todos bajo la égida de Alexandr Pushkin.
Archivo Retrato de Fiódor Dostoievsky , de Vasili Perov.“Retrato de Fiódor Dostoievsky”, de Vasili Perov.Foto: Archivo
Dostoievsky comenzó a escribir influenciado por el realismo y el grotesco de autores como Gogol (y también de escritores europeos como Balzac y Dickens), pero sacudido por su tempestuosa vida y la tempestuosa vida política de su tiempo (estuvo prisionero en Siberia y a punto de ser fusilado), y también por profundas crisis religiosas, su literatura realista tomó un extraño cauce de introspección.
En efecto, la narrativa de Dostoievsky se basará en motivos que hasta el momento resultaban incompatibles en la literatura: el realismo y la indagación psicológica, iniciando una corriente que tendrá gran repercusión en la novela moderna europea y americana (el existencialismo francés, el neorrealismo italiano, la generación perdida estadounidense y, entre nosotros, baste citar el caso de Roberto Arlt y varios autores del grupo Boedo).
La novela “El jugador” fue escrita al mismo tiempo que “Crimen y castigo”, en el período más desesperado de Dostoievsky, en 1866. Su primera esposa y su querido hermano habían muerto dos años antes; su nueva amante acababa de abandonarlo, y las deudas lo acosaban de tal manera que si no entregaba dos nuevas novelas antes de diciembre, su editor carancho quedaría con el derecho a publicar gratis toda su obra durante muchos años.
Faltaba un mes y “El jugador” apenas estaba empezada. Un amigo le dio la solución: contratar una estenógrafa a quien dictarle. Las soluciones resultaron ser dos: pudo entregar las novelas en término y además, en ese mes de trabajo, el escritor y la estenógrafa, 25 años más joven, se enamoraron. Apasionadamente, como sucedía todo en la vida y como sucede todo en la obra de Dostoievsky.
En la segunda hora de las sesiones se leen cuentos y poemas; esta ocasión se leerá “Un corazón dulce”, de Gustave Flaubert. Coordinado por el escritor Enrique Butti, la participación en el Taller de Lectura es libre y gratuita. Las reuniones tienen lugar en el Museo Etnográfico, 25 de Mayo 1470, de 15.30 a 17.30.