+ SECCIONES
El Litoral
BUSCAR
EL LITORAL
  • Todos los Títulos
  • Área Metropolitana
  • Sucesos
    • Santa Fe Policiales
  • Deportes
  • Política
    • Filtrado
  • Economia
    • Puerto negocios
    • Dolar Hoy
  • Educación
  • Salud
  • Información General
  • Clima
  • Regionales
  • Campolitoral
  • Internacionales
  • Actualidad Sabalera
  • Actualidad Tatengue
  • Arte
  • Necrológicas
  • Edición Impresa
  • Contenido Patrocinado
  • Clasificados
  • Agenda Cultural
  • Podcast
  • Servicios
  • Radios en vivo
  • Sitios
    • Mirador Provincial
    • Vivi Mejor
    • Notife
    • Sur 24
    • Revista Nosotros
    • Puerto Negocios
    • CyD Litoral
    • Educación SF
    • Norte 24
  • Escenarios & Sociedad
    • Show
  • Videos
  • Multimedia
    • Galerías de Fotos
    • Videos
    • Webstories
  • Opinión
  • Quienes Somos
  • Autores
  • Temas
  • Alianzas
  • Comercial EL

#HOY:

Maximiliano Pullaro
Javier Milei
Unión
Colón

ESCENARIOS & SOCIEDAD

Novedad de Tusquets

Santiago Loza se muda de la casa al edificio para esculpir "Un espíritu modesto"

En su flamante novela, el reconocido cineasta cordobés retrata los entresijos vinculares de una madre mayor y su hija adulta. Cada capítulo-deriva funciona como un fotograma de la distancia entre ellas, separadas materialmente por seis pisos.

Santiago Loza se muda de la casa al edificio para esculpir "Un espíritu modesto"Santiago Loza se muda de la casa al edificio para esculpir "Un espíritu modesto"

Lunes 29.4.2024
 14:05
Leonardo Pez
Leonardo Pez

El cineasta, dramaturgo y escritor Santiago Loza publicó su última novela, “Un espíritu modesto” (Tusquets, 2024). “Cuando me siento a escribir sin saber dónde va a ir parar o si se va a publicar, tiene que haber un disfrute muy pleno”, desarrolló en comunicación telefónica con El Litoral. El autor, además, reconstruyó el proceso creativo, remarcando sus vectores: locación, derivas, fragmentos, personajes, fantasía.

Esquirlas

Es un día lluvioso en Buenos Aires. Santiago Loza disipa el clima, rompe-hielos, y expande su “espíritu modesto”. Se entrega a la conversa, acomoda la cámara mental. “La historia se me apareció como esquirlas”, dice. “Como si se hubiese astillado el objeto y lo que uno está leyendo son pequeños fragmentos”.

El realizador premiado en Cannes, Berlín, Rotterdam y Bafici, entre otros festivales de cine, avanza en el proceso: “Yo soy un poco vago, tengo la posibilidad de armar capítulos como cuentos. Sabía, en mi poca experiencia, que si los juntaba algo iban a formar. Me gustaba que la novela también pudiese ser sobre esos personajes secundarios que aparecen. Que pudiese tener derivas”.

Un caso así es el del encargado del edificio. “En teatro sería el personaje de soporte”, entresaca de otro de sus oficios el entrevistado. “El que viene a traer otra historia, el que tiene otros silencios; la sensación es que él podría apropiarse de la novela. Las dos protagonistas no van a conocer del todo esas vidas privadas que tiene cada quien”.

Importante: Santiago es “de provincia” pero se vino “a la ciudad”, y su tonada no piensa discutirlo. Vive en un edificio desde hace unos años. “Creo que conozco a esos personajes, tengo algo de esa vida y la siento muy propia. El anonimato que proveen ciertos espacios me generó el deseo de escribirlo. También me gustaba hablar del erotismo en la religión, en la creencia. Me divertía que, por momentos, pudiera ser una novelita erótica y al mismo tiempo dejar de serlo”. En ese origen rige, desglosa Loza, la pandemia. Se filtra cual gotera invisible, omnipresente. “Siento que hay algo travesti en la escritura: uno toma prestadas ciertas voces para poder ser aún con más fuerza que en la propia vida. En ese momento, la vida estaba bastante limitada y me daba plenitud escribir la novela”, explica sobre el asunto.

“Un espíritu modesto” sucede, en la línea temporal del autor, al poemario “Noventa y nueve naturalezas muertas”, trabajado junto a la poeta Laura Wittner. Foto: Gentileza Planeta

Chocar

Héctor me manda una foto. Es un fragmento de un libro. Dice: “Entro. La casa es y no es la misma (...) En los años que pasaron, cada vez que nombré la palabra ‘casa’, aparecía en el recuerdo la primera casa, insistiendo, amenazante, molesta, temida”. La cita corresponde a “La primera casa”, novela de Loza publicada en 2019. Héctor es arquitecto y es mi padre.

Aquí y allá, la operación de Loza es museológica, patrimonial. Para hablar de las corporalidades, tiende primero el espacio, un edificio, hasta llegar a la gota de sangre del obrero “estallado” en su construcción. Una vez dispuesto el lugar, y su hechizo de drama, nos avisa de dos mujeres adultas que “se independizan juntas”, cambiando el eje horizontal de una misma casa por el vertical de una misma torre. Vilma ha de ser una mujer de 70 años, si se calcula su edad, inversamente, a partir de la de su hija, Laura de 47. Son tan opuestas como complementarias, talladas por el mismo sino: la necesidad litúrgica de creer en algo.

Allí se forja la chance. Se lamina el metal de la conflictividad. “Como si cada una de ellas tuviera su pequeña gran aventura”, asume Santiago. “El perímetro que corre Laura es mayor. Vilma tiene el tiempo acotado, está viviendo su despedida. Pero aún con su limitación, empieza a descubrir un vínculo con la sensualidad en un momento inesperado. Es como si estuviese anestesiado en ese vínculo, pero al mismo tiempo algo se modifica sin querer, inclusive distanciándose. Yo escribí lo que conocía de los personajes, hay una zona más opaca o eclipsada que no conozco”.

Laura va hacia adelante, Vilma hacia abajo. Perpendiculares, madre e hija confluyen. Al ojo documentalista de Santiago Loza no se le pierde ningún desplazamiento. Laura representa al flâneur y, paradójicamente, el templo la libera. “En esos paseos”, cuenta el autor distinguido con el Premio Konex y el Premio Nacional de Cultura 2021, “fue conquistando terrenos y encontrándose con sorpresas. Una amiga me dijo que en el templo se arma una creencia un poco pagana. En el lugar más inesperado aparece una posibilidad de contacto, el cuerpo deja de estar tan solo. Ese es su accidente o gran acontecimiento: su ser se empieza a chocar con otros y otras”.

Enigma

Los editores Andrés Gallina y Paola Lucantis fueron cruciales en la fragua de la novela. Le marcaron a Santiago la importancia de seguir desarrollando la espacialidad, de exprimirla. Al igual que el edificio, le dijeron, el templo podía ser un personaje. Este último, subrayó Lucantis, con el aditamento de ser un ámbito de encuentro y amor entre mujeres. Al respecto, precisó el escritor que si bien, “me daba miedo abandonar la trama principal, hay algo de la deriva que te permite la novela: revela pero mantiene cierto enigma”.

En medio de tal estado de cosas, tan real (dirían Los Tipitos), trufado de espacios “firmes”, cuerpos que se abren paso y personas que caminan, sobrevienen las simbolizaciones, el terror. Que son, aquí, las ensoñaciones seniles de Vilma, los ecos sobrenaturales de la sugestión, el esqueleto de un sapo, crucificado. El “demonio de la melancolía”, como se lee al final del libro.

Loza trae a colación un recuerdo y baraja el pensamiento. “El otro día alguien me dijo que en los momentos de crisis existe la necesidad de acercarse a lo religioso y también al juego. Eso flota en la novela, pero al mismo tiempo hay algo ensoñado o afiebrado. No termina de ser del todo real. En un punto, se bordea o acaricia lo fantástico. La fantasía tiene una zona aterradora y otra más tersa que se va colando en el relato. Pareciera algo del orden de lo siniestro también, una amenaza permanente. Hay varias pequeñas muertes que parecen intrascendentes y eso se empieza a espejar. Me daba un poco de gracia pensar cómo sería escribir sobre religión, sexo y muerte. Esas pulsiones están ahí presentes”.

“Siento que hay algo travesti en la escritura: uno toma prestadas ciertas voces para poder ser aún con más fuerza que la propia vida”, cuenta Santiago sobre el oficio. Foto: Gentileza Alejandra López

Inquietante

“Siento que fui habitado por lo que narra el libro”, confiesa Santiago Loza casi en tiempo de descuento. Habitado, en términos sensoriales, por el olor a agobio, por el agua sabrosa de la canilla, por la explosión de colores en el supermercado, por el sojuzgamiento atávico del fervor callejero sobre la tranquilidad de los departamentos, por el óxido en las tuberías y las manchas en la pared. Etcétera.

“Quizá el origen de la novela tuvo que ver con escuchar voces de vecinos detrás de las paredes”, continúa reconociendo el creador de “Un espíritu modesto”. Y lo conecta con su expertise cinematográfica. “Cuando uno hace una toma, la toma es lo que es. Después se puede trabajar el color. El sonido sugiere algo que la cámara no termina de sugerir. Es inquietante no entender de dónde viene el sonido. Es algo que no se puede elegir, atrapar ni obturar del todo”.

En otro desplazamiento, Santiago vuelve a hablar de uno de los ejes de la obra. “Estos personajes están bastante solos. Y en la soledad se tiene cierta labilidad hacia esas percepciones. Sobre todo, a lo que sucede en el silencio. Lo sonoro está, a veces, taponado en lo cotidiano, pero si ocurre el silencio pasan otras cosas”.

Más despierto

Cerquita del ocaso, en la página 126, Santiago se duplica en la obra. La figura que elige lo nombra y objetualiza: jarrones de loza. Ejercicio poético, eco sonoro o pura casualidad. Antes de “Un espíritu modesto”, su expedición literaria fue un poemario llamado “Noventa y nueve naturalezas muertas”.

El entrevistado se afirma como lector del género, pero advierte que “no tanto como” con la narrativa. “Creo tener un vínculo lateral con la poesía. Cuando comenzó la pandemia empecé a ir al taller de Laura Wittner. Como si necesitara entender los engranajes más pequeños del lenguaje. La poesía no necesita ser funcional a ninguna trama. Es un lenguaje que no está en pos de solucionar ni querer decir algo. Es lenguaje por el lenguaje mismo. Estar en relación con la poesía me sirve y me ordena, calibra mi escritura. Yo no sé si escribo mejor después de este acercamiento mayor con el género, pero estoy más atento, más despierto”.

Nutriente

Entre los agradecimientos sobresale el Fondo Nacional de las Artes. Gracias a él, fue posible “Un espíritu modesto”, publicado finalmente por Tusquets. “Estaba todo muerto en un momento de la pandemia. No había forma de hacer ni de planificar en cine y en teatro. Hubo un llamado a una beca del FNA; mi pequeño plan de armarme algo vital fue escribir una novela”, explica Loza.

Por eso, a Santiago le duele frenar el carrusel de emociones que dispara el status quo de las políticas culturales en Argentina. Pero lo hace y despacha tres sensaciones. Asustado, alarmado, azorado: así se siente. Porque, como muchos de nosotros, creía que había acuerdos sociales básicos. “Parte del trayecto que pude hacer se lo debo a apoyos e incentivos del Estado. Y no solamente del argentino. El Fondo es un espacio que colabora en la posibilidad de comprar tiempo, que en otras circunstancias no podríamos tenerlo. La peligrosidad de que eso caduque es parte del descalabro que se está viviendo. La cultura es un derecho. Esa disyuntiva absurda entre comer y la cultura me parece siniestra y falsa. Decía Lorca: Medio pan y un libro. El pan y lo que leemos, es el mismo nutriente”.

#TEMAS:
Arte Música Teatro

Suscribite a nuestro newsletter


SUSCRIBIRME

Acepto recibir las noticias de El Litoral en mi correo.

TENES QUE SABER
El voto también juega: lo que esconden las primeras cifras del NBA All-Star 2026
Choque y tumbos en la circunvalación oeste de Santa Fe
Cristina Kirchner sigue internada: comenzó a ingerir semisólidos, pero mantiene el drenaje
El verano se juega en la arena, pero se gana con los beneficios de Banco Macro
Inundaciones en Corrientes: más de 400 evacuados y estado de emergencia en San Luis del Palmar

Te puede interesar:


  • La Provincia entregará un helicóptero y 90 camionetas 0 km para reforzar el patrullaje en Santa Fe
  • “No queremos que otra mamá tenga que reconocer el cuerpo podrido de su hijo”
  • Un hundimiento pone en riesgo viviendas y la seguridad urbana de barrio Sur
  • ¿Y si el “mercado” crea los conflictos y no solamente los refleja?
  • La Justicia anuló el protocolo antipiquetes impulsado por Patricia Bullrich
  • El voto también juega: lo que esconden las primeras cifras del NBA All-Star 2026
  • Choque y tumbos en la circunvalación oeste de Santa Fe
  • Cristina Kirchner sigue internada: comenzó a ingerir semisólidos, pero mantiene el drenaje

Política

Megaoperativo judicial Ordenan 100 allanamientos por maniobras con dólar oficial: apuntan al financista ligado a Tapia
Más pliegos a Legislatura El Ejecutivo propone cargos de conducción del sistema penal para Venado Tuerto
Más seguridad La Provincia entregará un helicóptero y 90 camionetas 0 km para reforzar el patrullaje en Santa Fe
El Gobierno puede apelar La Justicia anuló el protocolo antipiquetes impulsado por Patricia Bullrich
Tras la operación de apendicitis aguda Cristina Kirchner sigue internada: comenzó a ingerir semisólidos, pero mantiene el drenaje

Área Metropolitana

Santa Fe ciudad Un hundimiento pone en riesgo viviendas y la seguridad urbana de barrio Sur
Cómo vamos Santa Fe mantiene un perfil productivo concentrado en los servicios y el comercio
Ciudad de Santa Fe El Concejo de Santa Fe 2026: entre el recambio generacional y más paridad de fuerzas políticas
Economía circular De la cocina al motor: cómo acceder al circuito del aceite usado en la ciudad de Santa Fe
Crónicas del digesto El control público en la Santa Fe de los años '70: la policía del tránsito y otras "represiones al desorden"

Sucesos

Caso Jeremías Monzón “No queremos que otra mamá tenga que reconocer el cuerpo podrido de su hijo”
En la zona del cruce con la autopista Choque y tumbos en la circunvalación oeste de Santa Fe
Sunchales Se hacía pasar por abogado y estafó a sus “clientes” por más de 50 millones de pesos
El video Insólito robo en Merlo: se llevaron un camión estacionado durante la madrugada
Anuario 2025 Santa Fe redefine su justicia: los Ministerios Públicos se consolidaron como órganos extrapoder

Información General

Ofertas El verano se juega en la arena, pero se gana con los beneficios de Banco Macro
Luego de tres meses El aeropuerto de Rosario volvió a operar con un vuelo sanitario clave para un trasplante
Seguridad alimentaria Por qué se celebra el Día del Bromatólogo este 29 de diciembre
Enfoque urbano Cuando el reclamo se vuelve proyecto: la experiencia de las plazas de bolsillo en Rosario
Panorama astrológico Horóscopo de hoy 29 de diciembre de 2025
El Litoral
  • Campolitoral
  • Revista Nosotros
  • Clasificados
  • CYD Litoral
  • Podcasts
  • Mirador Provincial
  • Viví Mejor
  • Puerto Negocios
  • Notife
  • Educacion SF
Hemeroteca Digital (1930-1979) - Receptorías de avisos - Administración y Publicidad - Elementos institucionales - Opcionales con El Litoral - MediaKit
El Litoral es miembro de:
adepa.org.ariab.comadira.org.ar
afip.gob.ar