Con dos árboles, una cuerda y ganas de divertirse es suficiente. Son los elementos indispensables para disfrutar del slackline, este deporte que apareció hace poco en Santa Fe y es practicado por jóvenes que buscan hacer piruetas ante la curiosa mirada de la gente que pasa por la ciudad.
Para este deporte de equilibrio se usa una cinta plana de nylon o poliéster que se engancha entre dos puntos fijos, generalmente árboles, y se tensa. Tato nos cuenta que "se diferencia del funambulismo, en el que se camina sobre un cable metálico totalmente tenso, y de la cuerda floja, que, como la propia palabra indica, se camina sobre una cuerda que no está tensada".
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