Unos 750 mil extranjeros, 80 por ciento de ellos paraguayos, bolivianos y peruanos, consiguieron entre 2004 y 2009 radicarse legalmente en Argentina, reveló un informe de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL).
El estudio conocido hoy destaca que contrariamente a lo que supone el público en general, la incidencia de los extranjeros de países limítrofes sobre el empleo y sobre el gasto en recursos sociales es baja. Por ejemplo, el estudio indica que la tasa de actividad entre bolivianos, paraguayos y peruanos es 2,5 puntos más alta que la media de la población, lo que implica una mayor disposición a trabajar, aunque en promedio tienen un ingreso per cápita 27 por ciento inferior al de los argentinos.
"La inmigración de los países limítrofes y Perú es, con pocas excepciones, de carácter económico. El motivo principal, obviamente, es obtener un ingreso y unas condiciones de vida mejores que en el país de origen", destaca el SEL.
La consultora sostiene que "la tasa de empleo de los inmigrantes limítrofes y Perú, es unos 2 puntos más alta que el promedio, y 4 puntos más que la de los migrantes internos del NOA y NEA".
El trabajo intenta develar en qué medida este grupo desplaza a los locales en los puestos de trabajar. "Los inmigrantes de países limítrofes y Perú ocupan el 5 por ciento del total de los empleos existentes, con un máximo de 8,5 en el sector informal, lo que refleja su capacidad acotada de inserción en el segmento con mayor demanda de calificaciones", revela el SEL.
El estudio agrega que "en el ciclo 2003-2009, de gran recuperación del mercado de trabajo, los inmigrantes de países limítrofes y Perú ocuparon menos de 7 por ciento del crecimiento del empleo, cuatro quintas partes en el sector informal". "En el sector formal, la proporción de ocupación de nuevos empleos fue inferior al 3 por ciento", revela el informe privado.
La consultora dirigida por el sociólogo Ernesto Kritz indica que en el 20 por ciento de la población de menores ingresos, los inmigrantes "detentan el 8 por ciento de los puestos, llegando al 9,5 de los empleos informales de este quintil".
"En el período 2003-2009, absorbieron el 7,8 por ciento de los puestos ganados en el quintil. No parece, por lo tanto, que sean una competencia muy grande para los hogares locales pobres", agrega el reporte. Además se destaca que el grupo tiene una tasa de informalidad laboral del 56 por ciento, con serias dificultades para acceder a puestos calificados lo que determina que 6 de cada 10 trabajen en la construcción, el comercio y el servicio doméstico.
Por otro lado, la mitad de los ocupados de países limítrofes y Perú están en el 40 por ciento de la población de más baja distribución de los ingresos laborales.
Con relación a la escolaridad, el informe indica que "es más baja" que la media local para chicos de entre 4 y 19 años, pero se señala que los que se mantienen en el sistema logran superar el nivel de sus padres.
Asimismo, se remarca que "casi la mitad de los hogares de inmigrantes de países limítrofes y Perú carecen de una cobertura médica o dependen de planes públicos para su atención", pero a pesar de ello representan el 10 por ciento del total de los hogares del país en esa situación.
Aunque en los hogares de bolivianos, paraguayos, chilenos y uruguayos la pobreza en el segundo semestre de 2009 alcanzó al 36,5 por ciento, con una indigencia de casi 12 por ciento, el grupo no llega a representar el 8 por ciento del total del país. De ello, el SEL concluye que los extranjeros de países limítrofes y Perú no constituyen una competencia seria sobre la población local para obtener planes sociales.
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