Si hay tema que el santafesino conoce (?) es la reiterada historia de los túneles secretos en la zona sur, donde está el Casco Histórico de la capital provincial. El relato popular, con algunas comprobaciones fácticas, ubican en el sector más antiguo de la ciudad de Santa Fe una serie de pasadizos bajo tierra, todo un misterio poco revelado por estos lares.
En distintas oportunidades, la opinión pública debatió la cuestión de los caminos subterráneos, su construcción, sus motivos para estar ahí. En el Colegio Inmaculada (Sala Garay), en la antigua estación de trenes (demolida para construir la actual terminal de ómnibus) y la casa Hume (ahora Museo Ferroviario) y en algunos puntos de barrio Sur aparecieron pistas de posibles caminos secretos.
Ana María Cecchini de Dallo, como directora del Archivo General de la Provincia, escribió el trabajo “Pasadizos y construcciones subterráneas en Santa Fe”, donde dio cuenta de estos hallazgos. Uno de los cuales fue material noticioso a mediados de los 70, con cobertura de El Litoral.
El recorte de El Litoral con el hallazgo, en lo que hoy es la zona céntrica.Debate abierto
En noviembre de 1976, el diario publicó en sus páginas el hallazgo de lo que sería el acceso a una cámara, una especie de bóveda en la intersección de calles San Martín y Juan de Garay. “¿Túnel o viejo desagüe?”, se preguntó el artículo fechado el segundo día del undécimo mes del año. Junto al texto una imagen del pozo en cuestión, señalizado rudimentariamente con palos y una cubierta.
“El hundimiento producido en la víspera en la intersección de las calles San Martín y Juan de Garay, pone una vez más sobre el tapete el viejo enigma de los túneles santafesinos. Empero, debemos señalar desde el principio que los interrogantes refieren no a la existencia de un entramado subterráneo de galerías sino a la extensión, origen y sentido de su construcción”, decía la nota.
“Y decimos esto porque son numerosos los testimonios recogidos en la zona sur de la ciudad, que corroboran su existencia”, sumaba en consonancia con lo que investigó décadas después Cecchini de Dallo sobre el tema.
En la continuidad del artículo se expuso un caso similar que había ocurrido hacía poco. “Al realizarse las excavaciones para cimentar la construcción de un edificio de departamentos que se levanta en San Martín, vereda oeste, cerca del cruce con Juan de Garay, quedaron al descubierto dos túneles orientados al sur”, comentaba El Litoral.
“Ambos estaban construidos en bóveda y revestidos de ladrillos y permitían el ingreso de un hombre parado. Las urgencias de la edificación hicieron que pronto se descargaran en ellos grandes masas de tierra y agua con el objeto de seguir la obra adelante. No obstante, dicha tarea no fue fácil, debiéndose trabajar en uno aproximadamente dos meses hasta lograr su cegamiento”, agregaba.
En Casa de Gobierno se encontró el acceso a un supuesto túnel. La foto es de 1999. Crédito: Flavio Raina.Nada resuelto
La nota del vespertino santafesino dejó planteada la incógnita. “La depresión del suelo en la bocacalle mencionada replantea las preguntas. Algunos hablan de un viejo desagüe, otros de un túnel. ¿Cuál es la verdad?, difícil es contestar sin indagar a fondo. De todas maneras la dimensión de la galería y su forma abovedada coinciden con la de túneles encontrados en distintos puntos”, aseguraba.
Y seguía: “ La teoría del desagüe no parece contar con ningún punto de sustento, principalmente por el nivel de la ciudad que implica que de desembocar en el río se habría producido el reflujo del líquido elemento con el consiguiente anegamiento de las galerías”.
El ingreso al subterráneo de la Sala Garay en la Manzana Jesuítica de Santa Fe. GentilezaLa mala noticia para los intereses de los apasionados del tema y la verdadera historia de estos hallazgos, fue que el municipio de por aquel entonces no perdió tiempo en reparar el pozo, aquel portal de acceso a lo que sería uno de los túneles misteriosos.
“En lo que respecta al hundimiento que comentamos, poco es lo que se ha podido dilucidar en razón de que por el estrecho boquete abierto se ha comenzado a inyectar arena y agua con la intención de lograr su consolidación mediante un llenado del espacio vacío que pueda haber bajo tierra. Hasta el momento se han introducido una camionada de arena y 15.000 litros de agua”, cerró El Litoral.