El rey Carlos III retiró el tratamiento de príncipe a Andrés y ordenó su salida de Royal Lodge en Windsor
El comunicado del Palacio explicó que, a partir de ahora, Andrés pasará a ser conocido como Andrew Mountbatten Windsor. El texto agregó que el contrato de arrendamiento de Royal Lodge le brindó protección legal para residir allí, pero que se le solicitó entregar dicho contrato y mudarse a una vivienda privada alternativa en la finca de Sandringham, cuyo mantenimiento sería costeado de forma privada por el rey.
El rey Carlos III retiró el tratamiento de príncipe a Andrés y ordenó su salida de Royal Lodge en Windsor
El rey Carlos III inició un procedimiento formal para retirar el tratamiento, los títulos y los honores al príncipe Andrés, y el Palacio de Buckingham notificó que debe abandonar la mansión Royal Lodge en Windsor. La medida responde al renovado escrutinio por los vínculos del príncipe con Jeffrey Epstein y a la difusión de nuevas alegaciones publicadas en memorias póstumas.
El comunicado del Palacio explicó que, a partir de ahora, Andrés pasará a ser conocido como Andrew Mountbatten Windsor.
Andrés de York junto a Jeffrey Epstein. Archivo.
El texto agregó que el contrato de arrendamiento de Royal Lodge le brindó protección legal para residir allí, pero que se le solicitó entregar dicho contrato y mudarse a una vivienda privada alternativa en la finca de Sandringham, cuyo mantenimiento sería costeado de forma privada por el rey.
El Palacio indicó que estas sanciones se consideran necesarias, aunque el príncipe mantiene que niega las acusaciones en su contra. El anuncio recuerda además que los soberanos expresan sus pensamientos y su máxima simpatía con las víctimas y supervivientes de todo tipo de abuso, y que la decisión busca separar formalmente la figura pública de Andrés de los honores reales.
Hecho central y medidas concretas
El procedimiento formal iniciado por el rey implica la retirada del tratamiento de “príncipe” y otros honores. Para eliminar formalmente el título de duque de York será necesaria la aprobación de una ley en el Parlamento, según informaron las fuentes oficiales del Palacio. La institución añadió que el traslado de residencia se hará “tan pronto como sea practicable”.
El Palacio comunicó también que las hijas de Andrés, las princesas Beatrice y Eugenie, conservarán sus títulos, en consonancia con las letters patent de 1917. La exesposa del príncipe, Sarah Ferguson, también abandonará Royal Lodge y hará arreglos de residencia por separado; en las últimas semanas ella volvió a usar su apellido de soltera, Ferguson.
Beatriz y Eugenia conservarán sus títulos. Archivo Reuters.
El anuncio llega después de intentos previos del propio Andrés por atenuar el impacto público; a principios de este mes renunció voluntariamente a otros títulos, incluido el de duque de York, aunque mantuvo hasta ahora el tratamiento de príncipe. Las autoridades gubernamentales fueron consultadas y, según fuentes citadas, dieron su apoyo a las medidas.
Antecedentes del escándalo y evidencias reaparecidas
La crisis pública se remonta a la entrevista que el príncipe ofreció a Newsnight en 2019, que le condujo a apartarse de funciones reales. Desde entonces su reputación siguió bajo escrutinio y reaparecieron correos electrónicos de 2011 que apuntan a contactos con Jeffrey Epstein meses después de que Andrew declarara haber roto la relación.
Sarah Ferguson también deberá abandonar la residencia.
La publicación póstuma de las memorias de Virginia Giuffre volvió a colocar el caso en el centro de la atención. Giuffre, quien se quitó la vida en Australia a los 41 años, reafirmó en ese libro que mantuvo encuentros sexuales con Andrés siendo adolescente; él niega haberla conocido y rechaza todas las acusaciones.
Los informes también apuntaron a cuestiones financieras alrededor del mantenimiento del estilo de vida del príncipe tras su retiro de funciones en 2019. Se mencionó que en 2003 pagó US$1 millón por Royal Lodge y que, según su contrato de arrendamiento, después abonó un alquiler simbólico en determinados años.
Reacciones públicas y consecuencias institucionales
La medida generó un amplio comentario público y analistas describen la decisión como un gesto para marcar distancia entre la corona y el escándalo. En una visita reciente, el propio monarca fue abucheado por un manifestante que cuestionó el conocimiento previo de la familia real sobre las vinculaciones de Andrés con Epstein.
Una vista aérea de Royal Lodge. Reuters.
El Palacio incluyó en su nota que, pese a la negación del príncipe, las sanciones son necesarias y que sus pensamientos siguen con las víctimas. El Gobierno fue consultado sobre los cambios y, según las fuentes, otorgó su apoyo institucional a la retirada del tratamiento y los honores.
“Estas sanciones se consideran necesarias, aun cuando él continúa negando las acusaciones en su contra”[Buckingham Palace, casa real]
El traslado a una residencia en la finca de Sandringham y la posible necesidad de una ley parlamentaria para suprimir títulos concretos constituyen consecuencias verificables y de alcance institucional. La casa real comunicó que cualquier alojamiento futuro será costeado de forma privada por el rey, y que los pasos formales proseguirán conforme a la ley y los protocolos establecidos.