Alerta sanitario en América Latina: preocupa el aumento de casos de fiebre amarilla en la región
La Organización Panamericana de la Salud confirmó un aumento sostenido de casos fuera del área amazónica -tradicionalmente considerada endémica-, con el mayor número de contagios en más de una década. Cómo vacunarse en Argentina y cuáles son las medidas de prevención complementarias.
Alerta sanitario en América Latina: preocupa el aumento de casos de fiebre amarilla en la región
La expansión del brote de fiebre amarilla en países vecinos encendió las alarmas en la región. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirmó un aumento sostenido de casos fuera del área amazónica, lo que llevó al Ministerio de Salud argentino a actualizar sus pautas sobre quiénes deben vacunarse y cómo acceder a la inmunización según el lugar de residencia o los motivos de viaje.
Brote regional y baja cobertura de vacunación
Según datos recientes de la OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS), América Latina enfrenta el mayor número de contagios de fiebre amarilla en más de una década. En 2025, los casos casi triplicaron los del año anterior y la tasa de letalidad supera el 40%.
Brasil encabeza el listado con 111 casos confirmados y 44 muertes, seguido por Colombia con 74 infecciones y 31 fallecimientos.Perú, Ecuador y Bolivia también reportaron brotes activos. En la mayoría de los pacientes no se registraban antecedentes de vacunación, lo que agrava el panorama epidemiológico.
Distribución geográfica de casos y casos mortales de fiebre amarilla en 2024-2025. OPS.
Los expertos advierten que el virus se está expandiendo hacia zonas montañosas y periurbanas antes consideradas seguras. La OPS recomienda reforzar la vigilancia y promover campañas de vacunación en territorios de riesgo para evitar nuevos brotes.
Qué es la fiebre amarilla y cómo se transmite
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados, especialmente en áreas tropicales de América del Sur y África. El virus afecta principalmente el hígado y puede causar fiebre alta, dolores musculares, ictericia, hemorragias y fallo multiorgánico en los casos graves.
El contagio puede producirse en dos ciclos: el selvático, que involucra la transmisión entre monos y personas que ingresan en zonas boscosas, y el urbano, cuando el virus circula entre humanos a través del mosquito Aedes aegypti.
La OPS recuerda que la vacunación es la herramienta más eficaz: una sola dosis ofrece inmunidad de por vida y previene las formas graves de la enfermedad.
Quiénes deben vacunarse en Argentina
El Ministerio de Salud de la Nación actualizó en agosto las recomendaciones de vacunación. La dosis contra la fiebre amarilla se aplica en forma gratuita solo a residentes y trabajadores de zonas endémicas del país: Misiones, Corrientes, Formosa y algunos departamentos de Salta, Jujuy y Chaco.
Las personas que viajen a áreas con circulación viral —dentro o fuera de Argentina— deben consultar si requieren inmunización y, en caso afirmativo, aplicarse la vacuna en centros privados habilitados, donde se emite el certificado internacional correspondiente.
La vacuna está contraindicada en bebés menores de seis meses, embarazadas (salvo indicación médica), personas inmunosuprimidas y mayores de 60 años con antecedentes de salud específicos.
Dónde aplicarse la vacuna y cómo acceder
En las provincias endémicas, las dosis gratuitas se aplican en hospitales públicos y centros de referencia autorizados por el Ministerio de Salud. Basta presentar el DNI y acreditar residencia o lugar de trabajo.
Quienes viajen al exterior deben vacunarse al menos diez días antes del viaje en centros privados autorizados, presentando la documentación que acredite el destino. Los turnos se solicitan con antelación, y en muchos casos la aplicación tiene costo.
Medidas de prevención complementarias
Además de la inmunización, las autoridades sanitarias recomiendan medidas de protección personal y ambiental: usar repelentes aprobados, vestir ropa clara y de manga larga, instalar mosquiteros y eliminar recipientes que acumulen agua.
Se aconseja usar repelentes aprobados y vestir ropa clara y de manga larga.
También se aconseja proteger a los bebés con tul mosquitero y mantener los ambientes ventilados.
Ante síntomas compatibles con fiebre amarilla —fiebre alta, dolores musculares, ictericia o sangrados—, es fundamental acudir de inmediato a un centro de salud y evitar la automedicación.