China anunció el viernes la imposición de nuevas sanciones contra 20 empresas de defensa estadounidenses por su participación en la reciente venta de armas de Estados Unidos a Taiwán.
El gobierno chino anunció sanciones contra 20 empresas del sector de defensa estadounidense, entre ellas filiales de Boeing y Northrop Grumman, en represalia por un millonario paquete de armamento aprobado por Washington para Taiwán, una isla que Pekín considera parte inalienable de su territorio.

China anunció el viernes la imposición de nuevas sanciones contra 20 empresas de defensa estadounidenses por su participación en la reciente venta de armas de Estados Unidos a Taiwán.
Entre las compañías sancionadas figuran una filial del fabricante aeronáutico Boeing, el gigante aeroespacial Northrop Grumman y otras firmas vinculadas al complejo militar-industrial norteamericano.
La medida fue comunicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores chino, que calificó la operación como una grave violación de sus intereses soberanos.
Según el gobierno chino, las ventas de armamento a Taiwán “violan el principio de una sola China, así como los compromisos asumidos por Estados Unidos en sus comunicados conjuntos con China, y dañan gravemente la soberanía y la integridad territorial del país”.
Pekín reclama a Taiwán como parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para lograr la reunificación, mientras considera cualquier apoyo militar extranjero a la isla como una injerencia en sus asuntos internos.
Taipéi informó recientemente que Washington aprobó un paquete de venta de armas valuado en unos 11.000 millones de dólares, uno de los mayores anunciados en los últimos años. Estados Unidos es desde hace décadas el principal proveedor de armamento de Taiwán, en el marco de su política de apoyo a la capacidad defensiva de la isla frente a la presión militar china.
Washington sostiene que estas ventas se ajustan a la Ley de Relaciones con Taiwán, que obliga a Estados Unidos a proporcionar medios para su autodefensa, pese a no reconocer formalmente a la isla como un Estado independiente.
Como parte de las sanciones, China prohibirá a entidades y personas chinas realizar negocios con las empresas afectadas y congelará cualquier activo que estas posean en el país. Sin embargo, varias de las compañías sancionadas mantienen una actividad comercial limitada o nula en China, y algunas ya habían sido objeto de medidas similares en el pasado.
Además de las empresas, Pekín anunció sanciones contra diez altos ejecutivos del sector de defensa estadounidense. A estos directivos se les prohibirá la entrada a China continental, así como a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao.
La decisión refuerza la estrategia de Pekín de responder de manera simbólica y política a las ventas de armas a Taiwán, en un contexto de crecientes tensiones entre China y Estados Unidos en torno al futuro de la isla y el equilibrio de poder en la región del Indo-Pacífico.




