Un terremoto de magnitud 6,0 sacudió la región montañosa del Hindú Kush, en el sureste de Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán
Un sismo de magnitud 6,0 se registró en la noche del domingo en la cordillera del Hindú Kush, cerca de la frontera con Pakistán; hasta ahora no se informaron víctimas ni daños, pero preocupa la alta vulnerabilidad de la región.

Un terremoto de magnitud 6,0 sacudió la región montañosa del Hindú Kush, en el sureste de Afganistán, cerca de la frontera con Pakistán
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se ubicó a unos 42 km al noreste de Jalalabad, con una profundidad de 10 km, aproximadamente a las 23:47 hora local
Hasta el momento, no se registraron víctimas ni daños materiales, según los primeros reportes oficiales
Sin embargo, no se descarta un impacto tardío dada la fragilidad de la infraestructura local.
Afganistán se encuentra sobre una zona altamente sísmica: la convergencia de placas tectónicas (euroasiática e india) genera movimientos frecuentes, especialmente en la cordillera del Hindú Kush
La historia registra otros sismos letales, como el que golpeó en octubre de 2023 en Herat (magnitude 6,3), que causó numerosos daños y víctimas
Asimismo, en junio de 2022, un sismo similar provocó más de mil muertos y dejó miles de viviendas destruidas
Esto refuerza la preocupación ante un nuevo temblor del pasado 31 de agosto: aunque en este caso no hubo consecuencias inmediatas, la vulnerabilidad estructural de las viviendas y la dificultad de acceso podrían complicar futuras evaluaciones de impacto.
Entre la cobertura periodística y los análisis especializados, se destaca la necesidad de fortalecer sistemas de alerta temprana, mejorar los métodos constructivos y planificar planes de evacuación efectivos en zonas de alto riesgo.
Organismos internacionales suelen alertar sobre la precariedad de algunos asentamientos en Afganistán, donde viviendas de adobe y construcción artesanal predominan en muchas áreas rurales. Crear conciencia y fortalecer la resiliencia ante desastres naturales resulta urgente.
Además, el hecho de que no se informaran daños ni víctimas en esta ocasión —a pesar de la magnitud del sismo— puede verse como una señal positiva, aunque precaria: el tiempo dirá si hubo consecuencias tardías o en zonas remotas.




