La azafata Daniela Carbone, que concretó una amenaza telefónica de bomba que afectó un vuelo de Aerolíneas Argentinas el 21 de mayo pasado, fue despedida este lunes por la empresa.
Aerolíneas Argentinas le comunicó a su ex empleada que "la empresa ha corroborado con creces su participación directa / indirectamente" en el hecho.

La azafata Daniela Carbone, que concretó una amenaza telefónica de bomba que afectó un vuelo de Aerolíneas Argentinas el 21 de mayo pasado, fue despedida este lunes por la empresa.
Carbone, de 47 años y que se encontraba detenida por el hecho, fue dada de baja de Aerolíneas Argentinas bajo la tipificación de "despido causado", después que la empresa estatal en la que trabajaba desde hace 24 años lograra constituirse en querellante en la causa por Intimación Pública y Entorpecimiento de Servicio Públicos.
Según la empresa, se le comunicó a la azafata por telegrama que "la empresa ha corroborado con creces su participación directa / indirectamente (involucrando a su hija en ello) en la referida amenaza de bomba, la cual causó severos perjuicios económicos y reputacionales a la empresa, además del mal momento que le hizo pasar a pasajeros y a la tripulación presente (causándole también daños por pérdidas de combinaciones o por las demoras ocasionadas)".
Todo sucedió el domingo 21 a la mañana, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, cuando se preparaba la partida a las 7:35 del vuelo “AR1304 Ezeiza-Miami” que llevaba a 270 pasajeros y 12 tripulantes. “Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”, decía voz que resultó distorsionada del otro lado del teléfono.
De inmediato, se activó el operativo de protocolo de seguridad para controlar que no hubiera explosivos. Como consecuencia de la amenaza, el avión postergó siete horas su partida, una complicación que a la empresa estatal le costó una cifra que rondó el millón de dólares.




