Los controladores aéreos resolvieron levantar la medida de fuerza que estaba prevista para este jueves 28 de agosto, luego de haber sido convocados a una audiencia en la Secretaría de Trabajo el miércoles 27.
Según lo decidido por el Plenario de Delegados, la protesta de esta semana quedó postergada, aunque se mantienen en pie las acciones gremiales programadas para el sábado 30, con la posibilidad de extenderlas durante septiembre en caso de no llegar a un acuerdo en las negociaciones.

Los controladores aéreos resolvieron levantar la medida de fuerza que estaba prevista para este jueves 28 de agosto, luego de haber sido convocados a una audiencia en la Secretaría de Trabajo el miércoles 27.
Según lo decidido por el Plenario de Delegados, la protesta de esta semana quedó postergada, aunque se mantienen en pie las acciones gremiales programadas para el sábado 30, con la posibilidad de extenderlas durante septiembre en caso de no llegar a un acuerdo en las negociaciones.
De esta manera, la actividad aérea no sufrirá interrupciones el jueves, mientras el sector aguarda los resultados de la reunión con las autoridades laborales.
Tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo, el gremio de controladores aéreos Atepsa (Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación) confirmó la semana pasada un cronograma de medidas de fuerza que comenzarían el 22 de agosto y se extenderían hasta fin de mes.
Desde la empresa estatal reconocieron que el conflicto viene de larga data y remarcaron que se hicieron “propuestas concretas”, pero que por motivos no aclarados no hubo acuerdo hasta el momento, pero que siguen negociando con el gremio para alcanzar un acuerdo paritario.
Fuentes oficiales señalaron que la entidad gremial anunció un cronograma de medidas de fuerza durante 5 jornadas, en distintas franjas horarias de 3 horas, las cuales llegarían a alcanzar hasta 6 horas diarias.
“Se sigue trabajando frente a un conflicto gremial que viene desde hace un tiempo, con distintas amenazas del sindicato. EANA realizó varias propuestas concretas y por diversas cuestiones que no quedan claras no se llega a un acuerdo”, indicaron.
No obstante, aclararon que “en caso de que no se llegue a un acuerdo, los vuelos afectados por estas acciones en esas franjas podrán ser reprogramados por las líneas aéreas y confirmaron que lLas medidas no afectan a los vuelos sanitarios ni al servicio de Búsqueda y Salvamento Aeronáutico (SAR)”.
La decisión gremial surgió ante la falta de acuerdo en la negociación paritaria con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), luego de múltiples audiencias sin avances.
El esquema de medidas de fuerza prevé cinco jornadas de paro parcial los días:
Cada día, las restricciones se aplicarán en dos franjas horarias críticas:
Según el sindicato, las medidas afectan exclusivamente los despegues de aeronaves, al suspenderse las autorizaciones y la gestión de planes de vuelo en esos lapsos.
El sindicato advirtió que la única manera de levantar las medidas es que se presente una propuesta salarial “decente”.
El conflicto se da en un sector considerado servicio público esencial, por lo que las medidas de fuerza fueron previamente notificadas y consensuadas con las autoridades.
En julio pasado, ante el riesgo de paros durante las vacaciones de invierno, la Secretaría de Trabajo había dictado una conciliación obligatoria por 15 días, pero la mediación fracasó.
El Gobierno había ofrecido una pauta salarial en torno al 1% mensual, en línea con el resto del sector público, propuesta rechazada por el gremio.
Actualmente, más de 1.200 vuelos semanales atraviesan el espacio aéreo argentino. La aplicación del plan de lucha podría generar fuertes demoras y reprogramaciones en vuelos de cabotaje e internacionales, especialmente en las franjas de mayor movimiento.
El conflicto pone presión sobre el sistema aéreo en plena temporada alta de viajes al exterior y con un mercado interno que se recupera tras años de altibajos.




