La director Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina, Martín Etchegoyen, sostuvo que el país puede duplicar el Producto Bruto per cápita en los próximos tres períodos presidenciales, a niveles similares a los que hoy tienen países como Corea o Francia, con tasas de crecimiento no inferiores al 5,5 por ciento anual.
Etchegoyen dijo que para que este proceso se consolide es necesario “reducir las diferencias internas que es de 3,5 veces entre las regiones más pobres y las más ricas, pero que es de siete veces entre las provincias más pobres y las más ricas”.
La propuesta industrial de la UIA, describió Etchegoyen, plantea la mejora de competitividad estructurada en 9 áreas: comercio y negociaciones internacionales, financiamiento, marco normativo y laboral, política tributaria, desarrollo regional y transporte, infraestructura energética, pequeña y mediana industria, ciencia y tecnología y medio ambiente.
A partir de ese esquema, el directivo aseveró que el país “tiene una oportunidad para pasar de la etapa de crecimiento a la desarrollo, puede duplicar su producto bruto per cápita con mejor distribución, más inversión, más empresas, pero requiere un esfuerzo cooperativo definiendo objetivos, líneas de acción para mejorar la competitividad y fortaleciendo la implementación y capacidad de gestión vitales”.
Sobre la base de que existe una correlación entre el desarrollo económico y social e instituciones, el industrial afirmó que la Argentina “posee condiciones que de no tener debería esperar 20 años para generarlas” y que reconoce industrias de base de primer nivel, industrias que crecen en valor agregado y conocimiento, fuerte densidad de pymes y sectores integrados lo que en conjunto “conforma las capacidades necesarias para enfrentar el proceso de agregar valor”.
Condiciones
A su turno, Diego Coatz, economista jefe del Centro de Estudios de la UIA, dijo que actualmente el país se plantea su desarrollo industrial sobre una base “mucho más sólida” que hace diez años y destacó que durante la última década el PBI Industrial creció más del 110 por ciento.
En esa línea, resaltó que el salario medio formal de la industria hoy es de 6.500 pesos, lo que representa un crecimiento del 501 por ciento respecto a 2001 y significa un crecimiento del 40 ó 50 por ciento en dólares respecto a la época de la convertibilidad.
También enfatizó que se crearon 470.000 empleos formales respecto a 2001 y 5.830 empresas industriales más, con un crecimiento del 290 por ciento de las exportaciones MOA y MOI.
A partir de ese punto de partida, Coatz planteó que el sector industrial “hoy entiende que hay que crecer sobre la base del mercado interno y complementado con los mercados de exportación porque sin mercado no tiene sentido producir”, y en segunda instancia reconoció que “subordinar la política industrial o comercial es la peor decisión para un desarrollo industrial con inclusión”.
En su exposición el economista planteó que no alcanza con la macroeconomía y hay que discutir la micro en cuestiones como la innovación, política tecnológica, la obra pública como motor del desarrollo para dinamizar actividades, entre otras cuestiones.
Coatz alertó que “la región crece con mucha diversidad, pero con primarización. En cada una de las cadenas de valor lo que se ve es que se agranda mucho más la parte más primaria de la cadena y se reduce la media, y esto es lo que impone el desafío de los próximos años”.
“América Latina crece -enfatizó- pero la participación de la industria pierde casi 3 por ciento del producto al pasar de 17 a 14 puntos”, con especial mención a la situación que registran países como Brasil, Colombia y México.


































