No es la primera vez que sucede, los reclamos vienen desde hace años, pero esta vez la preocupación es mayor. Los pescadores deportivos volvieron a agruparse para denunciar “depredación” en el río Uruguay, especialmente en zonas “calientes” de pesca en Concordia.
Lo que ellos llaman “pescadores furtivos” aprovechan para acercarse, principalmente de noche, a las playas y llevan redes. Sacan indiscriminadamente peces de especies protegidas y luego los venden. La veda que rige parece no importarles y la falta de controles reales hace que sientan que tienen libertad para seguir con esa actividad.
A la preocupación de siempre ahora se suma algo más: el turismo. Pasaron los días de receso invernal y hubo un nivel bajo de reservas. Los pescadores, que conocen el movimiento, aseguran que su actividad recibía muchos turistas y que si cae por la depredación de especies varios sectores podrían verse afectados.
La depredación hace que el destino Concordia sea desestimado, aseguran los guías de pesca. Sin soluciones a la vista
A pesar de estar hace varios años peregrinando por distintas oficinas, los pescadores no logran resultados. El cambió de gestión los ilusionó, pero esa ilusión se esfumó rápido ante la falta de respuestas.
Alberto Alonso es el presidente de la Asociación de Guías de Pesca de Concordia y, en diálogo con El Litoral, dio detalles de lo que ocurre con la fauna ictícola en el río Uruguay.
“Esto, lamentablemente, viene sucediendo hace muchos años. En el último tiempo vimos que aumentó, no sé si se debe a la situación económica o si se trata de personas oportunistas, pero en estos días se vieron imágenes que dejan a la vista lo que está pasando y es grave. A la vista de todos se están llevando nuestros peces”, sentenció.
Acerca de cómo han actuado durante los últimos años desde la asociación, explicó: “Hemos tratado de reunirnos con la mayor cantidad de autoridades posibles para ver qué solución le encontramos a este problema que le hace un gran daño a la fauna ictícola. Prefectura hace su trabajo, eso lo sabemos, pero algunas cosas se les van de las manos. Hay casos que se dieron en la zona de seguridad, esas personas fueron detenidas, pero después la justicia no actuó como debía. Es lamentable todo porque contamos solamente con Prefectura en Concordia, ya que Recursos Naturales no está en la ciudad. Hablamos con gente de Paraná, cercana al gobierno, para ver si buscan una solución a este problema que nos afecta a los guías de pesca y también a muchos pescadores artesanales que lamentablemente nos vamos a terminar quedando sin recursos”.
“Es injusto que no respeten la ley y terminen afectando a los que sí lo hacemos. Es claro lo que dice, no se puede extraer dorados ni transportarlos. Solamente se puede dar para la pesca para subsistencia, para comer, en esos casos se trata de personas que pescan desde orilla con caña o líneas de mano y no a montones. Todo lo que hicieron con la veda fueron anuncios, pero en lo concreto al no haber controles esto no sirve de nada”, aseguró.
“Es injusto que no respeten la ley y terminen afectando a los que sí lo hacemos", señaló un guía de pesca habilitado.Otros afectados
Cuando comenzaron con las denuncias hablaban de preocupación por el ambiente, pero ahora, viendo cómo la depredación avanzó, los pescadores no dudan en asegurar que trabajadores de otras especialidades pueden verse perjudicados.
–¿Esto puede afectar a otros sectores?
–Afecta mucho al turismo. En temporadas anteriores contábamos con un ingreso promedio de 400 pescadores por semana que venían desde otros lugares solamente para practicar la pesca deportiva. Toda esa gente se alojaba, consumía en nuestros locales gastronómicos y demás. Ahora que están depredando, al no haber peces los turistas no vienen y eso afecta a muchas personas. Es una cadena negativa. Esto no es bueno porque a nivel país no están bien las cosas y esto suma al malestar.
–La solución es que se ponga un puerto de fiscalización en Concordia, sobre algún punto clave del tránsito de los pescadores. Esto serviría para desarmar las maniobras de los pescadores furtivos. Acá siempre opinan que los guías queremos el río solamente para nuestra actividad, pero esto no es así, nosotros convivimos en paz con los pescadores artesanales siempre y cuando haya un respeto por las condiciones de trabajo y por nuestro río, sobre todo, ya que todos necesitamos de él y de los recursos que nos ofrece. Podemos convivir entre los que queremos el bien, pero necesitamos que alguien controle.
–¿Qué pasaría si no pueden realizar esos controles?
–Si no solucionan estos problemas, puedo asegurar que en un corto plazo el río no va a tener peces disponibles, así que los turistas no llegarán a Concordia. Ni los de Argentina ni los extranjeros, y eso llevará a sufrir problemas económicos. Nuestro sector vende sólo su trabajo y vendemos solos nuestra ciudad, ya que lamentablemente no tenemos acompañamiento de las instituciones o autoridades que tendrían que darnos apoyo o buscar soluciones. Acá no estamos culpando a unos u otros ya que esto viene de gestiones anteriores y ahora sigue igual, así que lo que pensamos es que pasarán los años y si nadie toma las decisiones todo seguirá de la misma manera. Incluso venimos pidiendo que recuperen la zona de La Tortuga Alegre, que tuvo presencia de gente reconocida a nivel mundial, como Roger Waters, que venía a pescar nuestros dorados. Parece que nada importa.
Hechos, no promesas
“Estamos a dos meses de empezar una nueva temporada y el abandono sigue”, aseguró Alberto Alonso, presidente de la Asociación de Guías de Pesca de Concordia. Y agregó: “Veremos si encontramos la solución, ya que venimos moviéndonos hace rato y estamos a la expectativa de que alguien nos asegure que esto tiene una solución. Estamos cansados de que vengan, nos palmeen la espalda y nos digan que nos van a dar una respuesta, eso no ha ocurrido y no queremos más promesas, queremos hechos”.