Hubo brillo en los trajes, destellos en los vestidos y algo más sutil en el aire: la sensación de estar frente a un clásico que volvió a hacer historia.
Los Premios El Brigadier celebraron su 50ª edición con una gala que combinó historia, emoción y distinción en el Salón Los Maderos del Casino Santa Fe. Pilay S.A. obtuvo el máximo galardón, mientras empresarios, dirigentes y figuras locales brillaron en una noche que vistió a la ciudad de gala.

Hubo brillo en los trajes, destellos en los vestidos y algo más sutil en el aire: la sensación de estar frente a un clásico que volvió a hacer historia.
Los Premios El Brigadier celebraron en 2025 su 50ª edición, medio siglo de trayectoria distinguiendo a los hombres y mujeres que impulsan el desarrollo económico, social y productivo de Santa Fe.
Organizado por la Asociación Dirigentes de Empresa (ADE) desde 1974, el galardón se consolidó como una marca de prestigio. Medio siglo después, sigue siendo una cita ineludible para el empresariado santafesino y una referencia del calendario institucional provincial.
La gala se realizó este sábado 8 de noviembre en el Salón Los Maderos del Casino Santa Fe, en el Dique I del puerto local.
Allí confluyeron generaciones de empresarios, dirigentes y representantes de diversos sectores productivos que llenaron de vida un espacio que ya es parte de la identidad santafesina.
El encuentro, transmitido en vivo por CYD Litoral, Telefe Santa Fe y ellitoral.com, permitió que toda la provincia acompañara una noche de emociones, reconocimientos y memoria colectiva.
El Brigadier, más que un premio, fue nuevamente una celebración del talento, el esfuerzo y la visión.
La elegancia fue protagonista desde el primer paso sobre la alfombra roja.
El acceso al Salón Los Maderos se convirtió, una vez más, en un escenario de moda, luces y aplausos.
Brillos, colores y estilos clásicos marcaron el pulso de una noche donde el glamour convivió con el reconocimiento.
Los conductores Valentina Chiaraviglio y Darío Pignata guiaron el desfile de invitados con la calidez de quienes saben equilibrar anécdotas, humor y mirada periodística.
Cada aparición fue celebrada por los flashes: empresarios, referentes de la cultura y la política, representantes de instituciones y firmas emblemáticas de la región.
El público siguió atento las tendencias y elecciones de vestuario, entre el encanto de lo tradicional y la apuesta por los tonos vibrantes que dominan la temporada.
El espíritu festivo se impuso sobre la formalidad.
Entre copas y saludos, se hizo palpable esa sensación de orgullo que deja una historia compartida. Al fin y al cabo, los Brigadier ya son parte de la historia viva del desarrollo santafesino.
El momento más esperado de la noche llegó con la definición del Brigadier de Oro 2025, el máximo galardón del certamen, que en esta edición fue para Pilay S.A.
El reconocimiento, elegido por voto directo y confidencial de los propios empresarios premiados, mantiene su esencia democrática y participativa: el mérito reconocido por los pares. Así, el oro de la estatuilla se transformó, una vez más, en un símbolo de pertenencia y validación colectiva.
En su edición aniversario, el evento incluyó homenajes especiales —como el dedicado al dirigente Gustavo Víttori, histórico referente de ADE—, proyecciones audiovisuales que recorrieron las cinco décadas de historia del premio y un repaso por los hitos que marcaron a la institución desde su fundación.
Además del brillo de las estatuillas, parte de lo recaudado a través del programa El Brigadier se destina a becas y proyectos educativos del Instituto Superior de Enseñanza de ADE.
De ese modo, la celebración proyecta su impacto más allá del salón, contribuyendo a la formación técnica y profesional de las nuevas generaciones.
Cuando la última copa se alzó en el aire, el ambiente tenía algo de ritual y de promesa. Cada rostro, cada aplauso y cada foto condensaban medio siglo de historias, esfuerzos y desafíos compartidos.
El Brigadier volvió a confirmar su lugar en el ADN santafesino: el de una comunidad que celebra el trabajo y la creatividad, pero que también sabe darle su toque de glamour.




