2025, el año de la IA en la cosa pública de Santa Fe
Tres elementos de relevancia ocurrieron en el último año vinculado al uso de Inteligencia Artificial y el Estado: la Reforma Constitucional, Lince y Territorio 5.0.
2025, el año de la IA en la cosa pública de Santa Fe
El introito anterior viene a cuento de que esas novedades tecnológicas se empiezan a ver en la provincia de Santa Fe. Y 2025 fue un año bisagra en este sentido. La cosa pública, quedó atravesada por los modelos y plataformas de IA.
El resultado de políticas vinculadas a la digitalización del Estado llevó a que el gobierno de Maximiliano Pullaro sintetice este punto en tres herramientas, todas novedosas e importantes.
En un contexto de modernización del Estado, la Convención Reformadora de la Constitución Provincial —encargada de debatir y proponer cambios a la Carta Magna vigente desde 1962— también incorporó tecnología digital para sus votaciones internas.
Este sistema, creado con recursos propios y adaptado en tiempo récord, funcionó sobre dispositivos Android provistos a cada convencional. Mediante una aplicación que se ejecuta en una red Wi-Fi interna y segura, los convencionales emitieron sus votos sin conexión a internet y con autenticación por ID ciudadana provincial.
La plataforma fue construida por un equipo de ingenieros locales en colaboración con la Secretaría de Tecnología de la Legislatura.
A diferencia del sistema tradicional con botonera y sensores cableados, la votación digital 4.0 permite gestionar votaciones con o sin límite de tiempo, según lo determinen las autoridades de la Convención. Los resultados se muestran en pantalla y, en caso de problemas técnicos, existe un procedimiento alternativo que habilita la votación por mano alzada.
Al finalizar cada votación, se genera un acta con firma digital de los secretarios de la Convención, que luego se guarda en una plataforma segura con tecnología tipo blockchain. Esto permitió conservar registros oficiales y transparentes que podrán ser difundidos públicamente.
La app de la Reforma funcionó en un dispositivo Android. Foto: Fernando Nicola
Un Lince contra el delito
El gobierno santafesino incorporó IA al sistema de seguridad pública mediante la plataforma Lince, una herramienta que opera en las ciudades de Santa Fe y Rosario para analizar y optimizar la lucha contra el delito.
Esta tecnología procesa automáticamente imágenes de videovigilancia y permite buscar hechos específicos en segundos, acelerando investigaciones y aportando información valiosa a la Justicia.
La herramienta no sólo indexa cámaras conectadas en tiempo real, sino que también permite incorporar videos grabados por comercios o municipios, generando bases de datos que identifican elementos. Actualmente, la red incluye cerca de 800 cámaras en la capital provincial y más de 4.300 en Rosario, con planes de ampliación a 3.000 en Santa Fe y 6.000 en Rosario para los próximos meses.
Desde la Secretaría de Tecnologías destacaron que la implementación de Lince permitió resolver casos complejos y reforzó la capacidad investigativa del sistema judicial. Para sostener su funcionamiento, se duplicó la capacidad del centro de datos en Rosario y se fortaleció la infraestructura técnica.
La iniciativa surgió tras observaciones de experiencias internacionales, posicionando a Santa Fe como una jurisdicción pionera en IA aplicada a seguridad.
Parte del video de demostración. En tan sólo segundos detecta el pedido: Peugeot 208.
IA al servicio ciudadano
Sobre el final del año, el gobierno provincial también presentó ante la opinión pública el programa Territorio 5.0, la agenda de transformación digital promovida para modernizar la administración pública y la relación con la ciudadanía.
La herramienta busca repensar cómo el Estado se organiza, toma decisiones, comunica y presta servicios mediante el uso intensivo de tecnologías digitales. El programa apunta a una gestión pública más eficiente, transparente, cercana y con procesos simplificados, donde el ciudadano sea el centro de las políticas públicas.
En ese marco, el Ejecutivo provincial sancionó un protocolo para regular el uso de inteligencia artificial en la administración pública.
El decreto establece definiciones, límites y responsabilidades para garantizar un uso responsable de estas herramientas, especialmente en el tratamiento de datos personales y sensibles, y asigna a la Secretaría de Tecnologías para la Gestión la implementación de guías, capacitación y normas complementarias.
Pasaron dos años de aquel contacto con “lo último” de la IA. El prejuicio constante de pensar “esto no llegará al país” quedó hecho trizas. El Estado santafesino aceleró en los procesos de transformación y la utilización de estas herramientas es una realidad palpable.